Serie Nacional de Béisbol: Industriales, un campeonato de vergüenza
Como saben, soy un industrialista de la caspa al churre de las uñas de los pies y por consecuencia este campeonato 50 de las series nacionales me parece una vergüenza.
Industriales tenía casi todo para ganar, sobre todo en la ofensiva (batean en este momento algo así como 306 de promedio), con un banco de lujo, y un picheo tan regular como todos los picheos de Cuba hoy, pues ese renglón está en crisis. La salida de Armando Rivero, el salvador del equipo el año pasado, puede haber influido, pero no decidido.
Creo, por tanto, que hay otros males que desconozco incidiendo en el juego del equipo. ¿Germán Mesa? Es posible, los mánagers son los mánagers y sobre ellos recaen muchas responsabilidades, pues para eso son mánagers, ¿no? Y un equipo que un año no clasifica, al otro queda campeón y al siguiente vuelve a quedar quinto en su zona, es la imagen de que muchas cosas no funcionan… pero no solo en Industriales.
Hay tres realidades en la pelota cubana de estos momentos sobre las que habría que pensar por los que deben pensar aunque no les guste pensar… y menos aún hablar (al menos en público). La primera es la evidencia de lo mal que está el picheo. No es que los bateadores sean los mejores del mundo y que todos los que le den duro bateen más de 20 jonrones en una temporada, algo nunca visto. Es que el picheo está en crisis y por eso ha crecido el bateo. No creo que si esos mismos cubanos jugaran el la liga japonesa serían tan, tan jonroneros.
Lo segundo es la defensa. Cada vez está peor. Es como si llegaran inmaduros a la Serie Nacional, o jugaran muchos de ellos porque no hay otros para subir.
Y cierro con lo más complicado y difícil de resolver: faltan mánagers. No hay, ahora mismo, no ya alguien parecido a Ramón Carmeado o Roberto Ledo. O a José Miguel Pineda, Jorge Fuentes, Pedro Chávez o Lázaro Pérez. Ni siquiera del nivel de Pedro Medina, Jorge Trigoura, Sile Junco o el siempre controvertido Servio Tulio Borges. Más aún, nada como Anglada o Víctor Mesa… No hay estilo, no hay sello, no hay mánagers (salvo, quizás, Urquiola)… ¿qué pasa? Pues no lo sé. Si alguien lo sabe, o tiene una idea, me gustaría que me lo dijera, la verdad.
Lo que más me ha gustado de esta serie (¿lo único?) es la evidencia de que hay tradiciones que nunca mueren. Por eso, la verdad, quisiera que ganaran los Elefantes Verdes de Cienfuegos. Se los dice alguien que tiene colgado del retrovisor de su carro una chapilla azul con un alacrán y una A del Almendares… a los que no vi jugar, pero que, con los Industriales, son mis equipos.
*El laureado escritor Leonardo Padura, autor de la novela El hombre que amaba a los perros (2009), es un apasionado seguidor de la pelota cubana y un fanático irreductible de Industriales, de esos que sufren y se desgañitan con cada jugada y cada decisión sobre el terreno. Estas consideraciones de Padura fueron escritas para CaféFuerte a punto de que la etapa clasificatoria de la 50 Serie Nacional llegue a su fin y comiencen los play offs.
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