Museo Cubano de Miami: El lastre del castrismo que no cesa
Por Miguel Fernández Díaz
Hay disfunciones que son legados de ese fenómeno histórico denominado revolución cubana, pero afloran en ambos lados del Estrecho de la Florida y animan a sospechar que ya están bien arraigados en la nación.
La obra que se pregona enseguida, como el vaso de leche prometido por Raúl Castro en 2007, y pasan años y años sin concluirse ilustra ejemplarmente la gestión disfuncional del régimen castrista, pero tiene manifestación espléndida en el agónico parto del Museo Cubano en Miami.
Al cierre de 2015, la página de Facebook del Museo Cubano en Miami soltó que in early 2016, the construction of our new facility will be complete, and by the end of the coming year we will finally open the doors (A comienzos del 2016, la construcción de nuestro nuevo local estará lista, y para fines del año fnalmente abriremos las puertas).
La consagración del invierno
Al Museo Cubano se asignó desde 2004, por el gobierno del condado Miami-Dade y en consulta con los electores, un Bono de Obligación General (GOB, por sus siglas en inglés) de $10 millones de dólares. En medio de la ejecución demorona -casi una década- de este presupuesto se interpuso la iniciativa privada de alzar, junto al American Airlines Arena, el Museo del Exilio Cubano. Y así está ya sobre el tapete miamense cómo discernir entre lo cubano y lo museable del exilio.
Antes que esperar más tiempo todavía para dotar al museo con las colecciones pertinentes, quizás sería mejor dejarlo tal como está, como la central nuclear de Juraguá, para consagrar como pieza museable algo tan castro-cubano como la obra que nunca se acaba a tiempo por mucho que se trompetee.
Al colocarse la primera piedra del Museo Cubano, a principios de junio de 2007, se anunció que abriría en 2009, pero la inauguración fue postergándose de un año para otro. El 12 agosto de 2013 se firmó el contrato con TGSV Enterprises para concluir la construcción. Dos días después, una nota social en línea precisaba: “El museo está programado para abrir en el otoño de 2014. Esperamos contar con su presencia cuando se abra”. Otra nota más temprana desbordaba entusiasmo: Get ready, Miami, for the exiled Cuban cultural experience of a life time!!! Y así, tras llegar cada invierno, este pregón y otros como: The Cuban Museum | Museo Cubano is coming soon!, se tornaron perfectamente museables.
Sin otra justificación que abrir cauce a subvenciones, el Museo Cubano da fe de que las claves culturales de estirar la ejecución de obra pregonada pervive en Miami por efecto especular del castrismo.
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