Fallece en La Habana Carlos Aldana, exdirigente del régimen cubano

Fallece en La Habana Carlos Aldana, exdirigente del régimen cubano
Carlos Aldana Escalante (1942-2024) fue considerado el tercer hombre del régimen cubano a fines de los años 80. Foto: HdB/Facebook.

El exdirigente cubano Carlos Aldana Escalante, quien fue defenestrado y apartado del poder en 1992, falleció la tarde de este miércoles en La Habana a los 82 años, afectado por neumonía y otras complicaciones derivadas del padecimiento de Parkinson.

Aldana estuvo ingresado en el Hospital Hermanos Ameijeiras por alrededor de un mes, a causa de un trauma cerebral después de una caída en su casa, según dijo a CaféFuerte el escritor Norberto Fuentes, residente en Miami.

Su estado de salud se agravó tras la caída que le provocó un derrame cerebral y lo mantuvo en terapia intensiva por alrededor de un mes. Durante el período de hospitalización fue intervenido quirúrgicamente para facilitar su alimentación.

“La familia reconoce que Aldana recibió una atención esmerada durante su estancia en el hospital”, dijo Fuentes.

Aldana acumuló poder desde mediados de los años 80 y se le llegó a considerar la tercera figura del régimen cubano. Fue miembro del Buró Político del Partido Comunista y jefe de los departamentos Ideológico, Educación y Cultura y Relaciones Internacionales del Comité Central.

“Yo lo llamaba Charles y creo que sostuvimos una intensa y sincera amistad mientras las circunstancias se lo permitieron. Venía de una familia de comunistas —los Escalante— pero su pedigrí no le resultó de mucha ayuda para ascender en la jerarquía revolucionaria porque los Escalante eran unos racistas solapados y Charles era mulato. Yo mismo lo vi firmar sus mensajes cifrado a Fidel desde Angola con el seudónimo de El Jabao”, escribió Fuentes sobre Aldana, con quien mantuvo una cercana amistad.

De izq. a derecha, Aldana, José Abrantes y Norberto Fuentes en Harare, Zimbabwe, durante la VIII Cumbre de Países No Alineados de 1986. Foto: @Norberto Fuentes (copyright).

Con total respaldo de Raúl Castro y la anuencia de Fidel Castro, Aldana ascendió en la nomenclatura jerárquica cubana en los años difíciles de confrontación ideológica en los sectores académicos, intelectuales y artísticos, coincidiendo con los cambios ocurridos en la Unión Soviética y los países de Europa del Este.

Como integrante de la delegación cubana tuvo un papel significativo en las conversaciones multilaterales que llevaron a la salida de las tropas cubanas de Angola y la independencia de Namibia, en 1990.

En el plano interno trató de disolver el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), dictar pautas en el sector de la prensa, y establecer los límites de las manifestaciones críticas entre artistas e intelectuales.

En octubre de 1987 organizó una reunión con los estudiantes de Periodismo de la Universidad de La Habana con Fidel Castro, motivada por críticas al funcionamiento de la prensa y el sistema de gobierno. El encuentro desató la ira de Castro por los cuestionamientos de un grupo de estudiantes, y Aldana sería luego el estratega designado para sofocar la crisis y dirigir las purgas en las aulas de la Facultad de Periodismo.

Poco después de la reunión, la decana de la Facultad de Periodismo, Lázara Peñones, fue sustituida y enviada a la Unión Soviética, mientras el Departamento Ideológico del Comité Central, con las directivas de Aldana, tomó las riendas para encauzar la enseñanza del periodismo.

Pero en 1992 su poder comenzó a declinar y en octubre de ese año fue destituido de sus funciones y expulsado del Partido Comunista por “graves defectos en el desempeño del cargo” y “serios errores personales”.

Aldana fue implicado bajo acusaciones de recibir favores personales, regalos y hasta una tarjeta de crédito del empresario cubano Eberto López Morales, gerente de la firma Caribbean Audiovisuales S.A., que importaba equipos electrónicos.

López Morales fue imputado de cargos delictivos y condenado a 15 años de cárcel por estafa y falsificación de documentos, pero Aldana nunca fue sometido a la justicia penal. Se le ubicó en una empresa del sector turístico en la zona de Topes de Collantes, en el centro de la isla, hasta su retiro.

“Las verdaderas causas de su defenestración es motivo de múltiples interpretaciones en la prensa extranjera. Yo solo sé que los oficiales encargados de expulsarlo de su oficina le dijeron que no podía mover ni un solo alfiler de las gavetas y que Fidel le mandaba el recado de que no quería verlo en la Plaza de la Revolución ni como público”. agregó Fuentes, quien salió al exilio en 1994.

Desde su expulsión de la cúpula castrista, Aldana se mantuvo en el ostracismo y alejado de la vida pública. Su nombre no volvió aparecer nunca más en la prensa y los espacios oficiales.

Hace pocos años se conoció que se encontraba afectado por una enfermedad neurodegenerativa, aunque una foto divulgada recientemente por Fuentes no ofrecía señales de deterioro físico.

Lo sobreviven su esposa Laura, y sus hijos Carlos y Laura.

La familia Aldana reside desde hace años en una vivienda en la barriada de Nuevo Vedado. Se desconocen aun la información sobre su funeral y sepelio.

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