Murió el teatrista cubano Héctor Quintero

Murió el teatrista cubano Héctor QuinteroPor WILFREDO CANCIO ISLA

El reconocido teatrista Héctor Quintero, uno de los dramaturgos más populares de la escena cubana contemporánea, falleció en La Habana a los 68 años.

El cuerpo sin vida de Quintero fue hallado esta mañana en su apartamento en el Cerro. Tenía pendiente una próxima operación de cáncer de próstata, que lo afectaba hacía varios años, y confrontaba serios padecimientos cardíacos.

“Me llamaron para decírmelo esta mañana, al parecer se cayó y se dio un golpe en la cabeza al salir del baño”, dijo su hermana Yolanda Quintero, residente en el suroeste de Miami. “Estoy devastada porque aunque vivimos en mundos distintos desde mi salida de Cuba [en 1966], nunca dejamos de comunicarnos y querernos como la familia unida que fuimos”.

En La Habana la noticia fue divulgada a través de una comunicación del Consejo Nacional de las Artes Escénicas.

“Héctor fue un autor eminentemente popular, que le dio además un impulso al teatro musical en Cuba como nadie había conseguido… Es una pérdida sensible para el teatro y el mundo del espectáculo en Cuba”, dijo el laureado dramaturgo Abelardo Estorino en conversación telefónica desde La Habana con CaféFuerte.

Quintero es el autor de piezas teatrales que consiguieron los mayores índices de asistencia y popularidad en el teatro cubano contemporáneo, entre ellas Contigo pan y cebolla (1963), El premio flaco (1965), Sábado corto (1986), el espectáculo humorístico musical Algo muy serio (1976) y la comedia sentimental La última carta de la baraja (1978).

El crítico e historiador Rine Leal lo llamó alguna vez “el más popular de los dramaturgos cubanos”.

Con su muerte no sólo desaparece una de las figuras míticas de la dramaturgia de los 60, con un excepcional talento para expresar la idiosincrasia criolla y el sentir de lo cubano, sino también un artista que se movió con destreza en los más diversos géneros y desempeños: la actuación, la dirección teatral, la realización de series televisivas, la composición musical y la narración para el cine.

Contigo pan y cebolla

Quintero nació en La Habana el 1ro. de octubre de 1942. Creador multifacético, afincado al quehacer artístico desde muy temprana edad, estudió en la Escuela de Comercio y se inició en pequeños papeles en la radio y la televisión hasta que en 1957 debutó como actor de teatro.

La celebridad del joven Quintero  se expandió en los años 60 con Contigo pan y cebolla y El premio flaco, piezas teatrales que ganaron sendas menciones en el concurso Casa de las Américas, alcanzaron funciones a teatro lleno por largas temporadas y recorrieron el mundo como símbolos de renovación en la dramaturgia cubana.

Su fama creció especialmente con El premio flaco, galardonada por el Instituto Internacional de Teatro (ITI) en París, en 1968, y traducida y distribuida en todo el mundo. Una versión fílmica de la obra fue realizada por el director cubano Juan Carlos Cremata en el 2008.

En 1968 se inició como director teatral con la comedia musical Los siete pecados capitales, llevada a escena con el antiguo Teatro Musical de La Habana.

El éxito de su debut como director lo acompañó en 1969 con el legendario Teatro Estudio, donde alcanzó más de 300 representaciones y amplia difusión internacional con una versión del Decamerón, de Giovanni Boccaccio.

Tras el arrasador impacto de público con Algo muy serio y La última carta de la baraja, Quintero se concentró desde 1978 en la dirección general del reabierto Teatro Musical de La Habana, en la histórica esquina de Consulado y Virtudes, institución que encabezó por 12 años.

Ajeno y crítico mordaz de las corrientes de “teatro nuevo” que inundaron la escena cubana de los años 70 y 80, Quintero prosiguió afincado en la defensa del texto dramático como fundamento del espectáculo teatral.

Un creador polifacético

No dejó de escribir y pensar en el teatro, a pesar de que en los últimos años se desplazó hacia otros espacios creativos.

En 1994, escribió y dirigió la serie El año que viene -131 capítulos- para la Televisión Cubana, con un espectacular éxito de audiencia. Elaboró el guión de una comedia picaresca para cine (Residencial Caribe, en 2004) y regresó también a la actuación cinematográfica en la película El cuerno de la abundancia (2009), de Juan Carlos Tabío.

Por estos años fungió también como director artístico del popular club Dos Gardenias, en La Habana.

Como narrador de cine, televisión y video, su voz figura en unos 300 documentales,  cortometrajes y materiales audiovisuales. Realizó también una amplia labor como narrador de obras sinfónicas con la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba.

Quintero se mantuvo activo en la vida artística hasta los últimos días de su existencia. El pasado domingo fue la función de cierre de temporada de su más reciente obra, Monseñor Bola, espectáculo inspirado en la vida del célebre cantante Ignacio Villa, Bola de Nieve (1911-1971). La obra había sido estrenada en Washington por el Teatro Latino en junio del pasado año.

Recibió la Distinción por la Cultura Nacional y la medalla “Alejo Carpentier”  del Consejo de Estado y el Ministerio de Cultura de Cuba. En el 2004 fue galardonado con el Premio Nacional de Teatro.

Además de Yolanda, su única hermana, lo sobrevive en Miami su sobrina Ileana Saavedra. No tuvo hijos.

Será velado desde esta tarde en la Funeraria de Calzada y K, en el Vedado. Su madre Marta Viera había fallecido en el 2006. Cumpliendo su última voluntad personal, los restos del teatrista serán cremados.

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