Tres cubanos acusados por tráfico de ciudadanos chinos hacia Miami

Tres cubanos fueron acusados como miembros de una red de contrabando humano que intentó introducir en el sur de Florida a una veintena de ciudadanos chinos y de otras nacionalidades en un operativo desmantelado por las autoridades la pasada semana.

José Luis Villares, de 55 años, Lucas Sedeño Rodríguez, de 52, y Keiner Cicilia Rodríguez, de 39, enfrentan cargos por transportar o intentar trasladar a extranjeros indocumentados dentro de Estados Unidos, según una denuncia penal difundida este miércoles.

Las detenciones del trío de presuntos contrabandistas se produjo el pasado viernes en una intersección vial de Coral Gables, la conocida y portentosa Beautiful City del condado Miami-Dade, destapando uno de los más sonados casos de tráfico humano de los últimos años.

Los tres hombres identificados en la denuncia penal (criminal complaint) de la Fiscalía Federal del Sur de Florida está implicados en una operación para transportar a 21 ciudadanos chinos (15 hombres y seis mujeres), una ecuatoriana y un cubano, quienes arribaron a las costas de Miami en una embarcación procedente de Bahamas, informaron las autoridades.

Los 23 inmigrantes fueron descubiertos mientras viajaban en una camioneta U-Haul, cubiertos por cajas de cartón para ocultar su visibilidad. Otra mujer de Brasil y dos hombres ecuatorianos, también indocumentados, resultaron arrestados como pasajeros de un Toyota Corolla, con matrícula del estado de Texas, que se trasladaba detrás de la camioneta.

El seguimiento y la detención de los implicados en la actividad delictiva ameritó un fuerte despliegue policial en la zona, que fue acordonada e interrumpió el tráfico en una hora de gran afluencia de vehículos. El operativo involucró a la Policía de Coral Gables y el Departamento de Policía de Florida (FDLE), junto con agentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y de la oficina de Control de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).

Según el documento presentado ante la fiscalía federal, el incidente comenzó cuando un ciudadano consideró sospechosa la forma en que era introducida una mujer en el Toyota Corrolla, en lo que creyó que se trataba de un secuestro en la avenida Old Cutler Road, en el exclusivo vecindario de Snapper Creek Lakes. La persona sorprendida por el suceso logró filmar parte de lo ocurrido.

“El ciudadano dijo haber visto un Toyota Corolla color canela con matrícula de Texas estacionado cerca de una camioneta U-Haul, y vio a un hombre empujar a la fuerza a una mujer hacia el asiento trasero del Corolla”, indicó la denuncia.

Momentos después, una cuadrilla de agentes policiales interceptaron el auto Toyota y la camioneta con la veintena de inmigrantes, la cual era conducida por Villares.

En el Toyota viajaban los cubanos Sedeno Rodríguez y Cicilia Rodríguez, y tres inmigrantes indocumentados de Ecuador y Brasil, incluida la mujer que fue vista siendo empujada hacia el asiento trasero del auto, según el documento de acusación.

La camioneta tenía cajas de cartón cubriendo las ventanas traseras, y solo contaba con los asientos del conductor y pasajero contiguo.

“Basándome en mi formación y experiencia, las circunstancias que rodearon a esta camioneta U-Haul y a sus pasajeros -con las ventanas traseras cubiertas por cartón y con una gran cantidad de extranjeros indocumentados en el espacio de carga del vehículo sin asientos- son consistentes con las tácticas utilizadas por los traficantes de personas para camuflar y contrabandear a los migrantes”, relató un investigador en la denuncia.

Los inmigrantes indocumentados no llevaban equipaje, y solo tenían consigo teléfonos móviles y pequeños artículos personales. El grupo fue llevado a la Estación de la Patrulla Fronteriza de Dania Beach, en el condado de Broward, con vistas a procesarlos para su deportación.

Sedeño Rodríguez fue entrevistado por los investigadores del caso y dijo que alguien llamado “Miggy” lo había contactado en Homestead y le pidió recoger a los migrantes en un vehículo para llevarlos hacia otro lugar, presumiblemente una ferretería localizada en un almacén del área.

“Miggy”, que no fue identificado en la denuncia, prometió pagarle $5,000 dólares por el servicio de transportación.

Como parte de la pesquisa, Villares dijo que fue reclutado por Sedeño Rodríguez para ayudar en la operación, por lo que recibiría $500 dólares. El detenido agregó que Cicilia Rodríguez alquiló la camioneta U-Haul con el plan era dejar a los inmigrantes cerca de una ferretería en Miami-Dade, consta en la denuncia.

De acuerdo con el testimonio del implicado Cicilia Rodríguez, el Toyota es de su propiedad, y procedió a alquilar el van U-Haul por indicaciones de Sedeño Rodríguez, quien parece haber sido la pieza clave en la organización del operativo.

Los tres cubanos serán encausados en un tribunal federal de Miami y de ser hallados culpables podrían recibir condenas de entre cinco y 20 años de cárcel, en dependencia de la magnitud y el alcance de su implicación en el delito.

Con independencia de su estatus migratorio, al ser nacionales cubanos enfrentarían inevitablemente un proceso de deportación.