La ola Trump: Estados Unidos refuerza exigencias en proceso de visas para cubanos
El resultado ha sido la negativa de visas para varias personas con sus casos aprobados de reunificación familiar, debido a su vinculación con organismos estatales o incluso su previa militancia en el Partido Comunista.

Las solicitudes de visas de cubanos que planean emigrar o viajar como visitantes temporales a Estados Unidos están siendo sometidas a un estricto proceso de escrutinio por parte de las autoridades consulares tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
La restricción en el otorgamiento de visados se puso en marcha tras la proclamación de la orden ejecutiva Proteger a Estados Unidos de terroristas extranjeros y otras amenazas a la seguridad nacional y a la seguridad pública, firmada por Trump el pasado 20 de enero, y comenzó a limitar de inmediato las opciones de solicitantes que tenían sus entrevistas pendientes en la embajada en La Habana.
El resultado ha sido la negativa de visas para varias personas con sus casos aprobados de reunificación familiar, debido a su vinculación con organismos estatales o incluso su previa militancia en el Partido Comunista de Cuba (PCC).
A la vez, la sede diplomática en La Habana ha devuelto decenas de pasaportes de ciudadanos cubanos que habían gestionado sus visados a través de dependencias gubernamentales para viajar a Estados Unidos como participantes en eventos deportivos y culturales, o asistir a reuniones científicas.
El primer afectado fue el equipo nacional de baloncesto, que se vio impedido de viajar a Puerto Rico para un partido clasificatorio con vistas al AmeriCup 2025, el pasado 23 de febrero. La Federación Cubana de Baloncesto denunció la negativa de los visados a sus atletas lo que deja a la selección fuera del torneo.
Similares dificultades enfrentan los invitados por Cuba al XXV Festival de Cine de La Habana en Nueva York, que se celebrará del 3-10 de abril. En años anteriores sus visados eran procesados mediante una petición del Instituto de Cine (ICAIC).
“De conformidad con la Orden Ejecutiva 14161, que ordena a las agencias proteger a Estados Unidos de terroristas extranjeros y otras amenazas a la seguridad nacional y pública, todo solicitante de visa estadounidense se someterá a un exhaustivo control de seguridad para garantizar que las personas que representen una amenaza para Estados Unidos, sus ciudadanos o sus intereses nacionales no obtengan visas”, dijo a Café Fuerte un alto funcionario del Departamento de Estado interrogado sobre el asunto.
El funcionario agregó que “este exhaustivo control continúa durante todo el período de validez de la visa”.
“La seguridad nacional es nuestra máxima prioridad al procesar solicitudes de visa. Todo posible viajero a Estados Unidos será sometido a un riguroso control de seguridad”.
Las primeras señales del cambio en el procesamiento de visas se produjeron desde comienzos de febrero, con la ralentización de las citas para casos de reunificación familiar que venían fluyendo en la Embajada en La Habana desde el pasado año.
El gradual recrudecimiento de los controles fue advertido por varias personas con las que CafeFuerte contactó dentro de Cuba. Durante la entrevista, el funcionario consular indagó detenidamente sobre la información personal ofrecida por los solicitantes en el formulario DS-260, que se exige a las personas interesadas en emigrar a Estados Unidos.
Una de las personas contactadas dijo que no se le concedió el visado por aparecer como empleado de una empresa gubernamental incluida en la Lista Restringida de Cuba (CRL), una relación de entidades cubanas que están impedidas de hacer negocios con compañías estadounidenses.
La CRL, que fue reactivada por Trump el mismo día de su juramentación y relanzada el pasado 6 de febrero, es un listado de más de 350 organismos, empresas, hoteles y tiendas que están asociados al conglomerado GAESA y los militares cubanos.
Las restricciones de visados de inmigrante y visitas a territorio estadounidense estarán vigentes con independencia de la posible aplicación de una prohibición general de viajes de ciudadanos de 43 países considerados problemáticos o recalcitrantes por la administración Trump. Aunque la medida no se ha hecho efectiva, el diario The New York Times filtró la lista de países sancionados, entre los que se encuentran Cuba y Venezuela en la categoría roja o de máxima prohibición.
La lista de países restringidos para viajar a Estados Unidos está también sugerida en la misma orden ejecutiva de Trump del pasado 20 de enero. El presidente pidió al Departamento de Estado que comenzara a identificar países donde la búsqueda de información e investigación sobre las personas es deficiente, y no existe una fluida cooperación de seguridad, lo que justifica suspender de manera parcial o total la admisión de sus nacionales.
La limitación de visados se aplicaría también por la conducta de los llamados “países recalcitrantes”, que no cooperan en admitir a sus ciudadanos con orden final de deportación. Cuba está entre los países con mayor cantidad de deportables en Estados Unidos, con 42,084, y solo admite selectivamente a sus nacionales mediante una evaluación caso por caso.
De hecho, quedaría en pausa el procesamiento de visados en La Habana de siete tipos de visas de no inmigrante (categorías H, J, L, O, P, Q y R), un servicio consular que fue restablecido desde el pasado 19 de agosto. Durante su primer mandato, Trump había suspendido el procesamiento de esas visas especiales, que favorecen los intercambios culturales, educativos y deportivos, y los viajes por motivos religiosos.
Pero el cierre de visados y viajes para cubanos puede obstruir sensiblemente los acuerdos migratorios bilaterales, establecidos en 1994-1995, y que comprometen a Washington a la entrega de unas 20 mil visas anuales a inmigrantes cubanos.
Aunque durante el anterior mandato de Trump (2017-2021) se incumplió la entrega anual de visados a cubanos, la administración de Joe Biden retomó en compromiso y concedió un total de 96,986 visas de inmigrante en el período comprendido de enero de 2021 a enero de 2025.
En una entrevista con el espacio televisivo Mesa Redonda, el vicecanciller cubano Carlos Fernández de Cossío insistió en el carácter “integral” de los acuerdos migratorios establecido.
“Para que tenga efectividad, tienen que cumplirse varios compromisos”, dijo el viceministro cubano. “Que haya una vía legal para que el cubano pueda emigrar, que se devuelvan a los que son interceptados intentado utilizar la vía marítima, y que Estados Unidos regrese en vuelos con cierta regularidad a los que considere que son inadmisibles, pero no 30 años después, sino en el momento que los detecta”.
Fernández de Cossío ha manifestado que el tema de las deportaciones a Cuba no ha sido discutido aún con la administración Trump.
“Cuando Estados Unidos necesita reunirse con el gobierno cubano, lo haremos”, dijo en respuesta el Departamento de Estado, que negó haber tenido contactos con Fernández de Cossío durante su reciente visita a Washington DC, a mediados de febrero. Durante esa breve estancia en la capital estadounidense, el vicecanciller asistió a un evento académico y se reunió con miembros de la comunidad cubana residentes en Estados Unidos.
Cuba y Estados Unidos tienen prevista una ronda regular de conversaciones migratorias en La Habana, el próximo abril, pero las circunstancias no parecen favorecer el encuentro.
El Departamento de Estado seguirá priorizando una política exterior basada en el criterio de “Estados Unidos Primero”, ya que la aplicación estricta de las leyes de inmigración es vital para la seguridad nacional y pública, manifestó un funcionario de esa dependencia federal.
“No nos sorprende que este gobierno haya llegado al poder con la intención de tomar medidas agresivas contra Cuba, y ya han comenzado a aplicar un conjunto de esas medidas agresivas, con la curiosidad de que no las publican, no las declaran como hacían en el pasado, parece que prefieren actuar en la opacidad”, afirmó Fernández de Cossío en su reciente intervención televisiva.