Rafael Gómez Mena: tres pasiones, un destino
Por Rafael Rofes Pérez
Entre los lanzadores que han dejado una imagen triunfal tras su paso por las series nacionales cubanas, el nombre del derecho Rafael Gómez Mena ocupa un lugar de privilegio.
Le tocó jugar en una época de gran esplendor en la pelota de la isla, pero sus números no dejan dudas de su temple competitivo y estirpe atlética. Un total de 77 victorias y 3.30 de promedio de carreras limpias (PCL) durante 12 temporadas, siete de ellas con el emblemático Industriales y cinco con Metropolitanos, marcaron su destacado bregar por el montículo, a pesar de las frecuentes lesiones sufridas en el brazo de lanzar, las cuales le impidieron alcanzar los 100 triunfos en su carrera.
Natural de Regla, tierra de memorables peloteros, Gómez Mena decidió abandonar la isla en busca de nuevos horizontes para él y su familia. Vive en Guatemala, su segunda patria, que lo acogió como un hijo y a la que debe la prosperidad que disfruta hoy.
Desde su hogar en tierras guatemaltecas, el ex pelotero quiso compartir con los lectores de CaféFuerte interesantes pasajes de su vida deportiva y su irrenunciable mundo de fe cristiana.
El ojo de Manolo Hurtado
¿Cuándo comienzas con esa pasión por el béisbol?
Desde bien pequeño jugaba en los “pitenes” infantiles de mi barrio. A los 10 años me captaron para la Academia de Regla y complací así a mi padre, quien siempre quiso que yo fuera pelotero.
¿Qué pasó después?
Comencé como lanzador al poco tiempo de haber ingresado en esa Academia. Recuerdo que Manolo Hurtado me puso un día a tirar desde los jardines al home y al terminar me dijo que yo iba a ser pitcher.
¿Entonces fue él quien te descubrió como lanzador?
Sí. Y en esa etapa también trabajaron conmigo Gabriel Ventura, Jesús Torres (El Witi) y Lucilo González, quien fue el primero que me dio la oportunidad de lanzar.
¿Recuerdas tus primeras competencias? ¿Cómo fueron?
Asistí a los Juegos Provinciales Escolares, pero no fue hasta en la categoría juvenil que pude hacer un equipo a los nacionales, pero al poco tiempo me llevaron para el Servicio Militar (SMG).
¿Qué edad tenías?
Me llevaron a los 17 y pasé mi primer año en Jatibonico [actual provincia de Sancti Spíritus]. Después me mandaron para Jagüey Grande [Matanzas] y terminé en La Habana.
Un pueblo que quiero mucho
¿Entonces cumpliste los tres años en el Servicio?
Sí. Entré exactamente el 23 de agosto de 1979 y salí otro 23 de agosto, pero de 1982. Recuerdo que mi primer año estuve a punto de debutar en series nacionales con Sancti Spíritus, porque muchas veces me escapaba de la Unidad para ir a jugar, lo que me costó que me castigaran varias veces en los calabozos cada vez que se daban cuenta que me fugaba. Esos fueron tres años perdidos en mi vida.
¿Y cómo hiciste el contacto con los peloteros de Sancti Spíritus?
Hurtado me dijo que fuera a ver a Owen Blandino de su parte para que me vieran y me probaran. Así fue. Y no olvido que Lourdes Gourriel, cuando me vio tirando, me prestó sus spikes para que lanzara, porque yo andaba con botas militares. Cuando terminé le dijo a Cándido Andrade, el director del equipo, que había que dejarme con ellos. Desafortunadamente, ya estaba hecho el conjunto y entonces decidieron dejarme entrenando en la Academia, pero la Unidad Militar no me dio el permiso. Aún así, pude lanzar en algunos juegos en la provincial con Jatibonico. Después cuando ya integré los equipos de la capital, la afición de ese pueblo iba a verme cada vez que yo lanzaba allí. Guardo un gran cariño y respeto a esa gente, porque ellos me ayudaron muchísimo. Que Dios los bendiga siempre.
¿Debutaste en series nacionales el mismo año que saliste del Servicio?
Efectivamente, con Industriales en 1982. En la inauguración de esa serie nos tocó jugar en Matanzas ante Citricultores. Por mi equipo abrió como lanzador Andrés Sanabria y explotó en el mismo primer inning y le siguió Roberto Chinea, quien tampoco pudo aguantar. Entonces me llamaron a mí y lo hice muy bien para ser mi debut. Finalmente ganamos y yo daba saltos de alegría, pues realmente no podía creer lo que había hecho. Ese día hasta dominé a Wilfredo Sánchez, imagínate, estaba muy feliz.
¿Cuál fue tu balance en esa primera temporada?
Gané nueve juegos, solo perdí dos y trabajé para 1.19 PCL, resultado que me valió para ser escogido el Novato del Año.
¿Cuándo y por qué te retiraste?
Mi última serie fue la 1993-94 con Metropolitanos. Tenía 32 años. En el 93, en la primera super Selectiva, me lastimé el brazo en los entrenamientos. Aún así, lanzando con dolores en el brazo pude integrar el Cuba B, pero la lesión se hizo crónica y no pude seguir. Estuve bajo tratamiento durante seis meses y no me recuperé.
¿Y por qué crees que sucedieron esas lesiones?
Mira, cuando empecé a tirar el tenedor me lastimé el codo. Después otro día me puse a lanzar sin calentar con una pelota de softbol por debajo del brazo y me dañé el hombro. Nada, que las lesiones fueron una constante en mi vida como pelotero.
¿Cuántos envíos llegaste a dominar?
“El cambio, sinker, curva, tenedor, recta y slider. Y usaba más los tres últimos.
¿Y tu preferido de esos tres?
El tenedor.
¿Cuál de los entrenadores te ayudó más en tu formación como pitcher?
La verdad que me ayudaron varios. Hurtado, Waldo Velo, Leocadio Díaz, José Manuel Cortina, Juanito Izaguirre… También asimilé muy bien los consejos de Ihosvany Gallegos y Conrado Marrero.
¿Qué representó para ti haber vestido las franelas de Industriales?
Lo máximo. Mi gran sueño desde niño fue poder jugar con ese equipo y al hacerlo me sentí muy privilegiado. Quería ser como esos magníficos jugadores azules que me antecedieron, y no me puedo quejar porque Dios me concedió lo que quería.
Jugar en el Latino
¿Y qué fue lo positivo de haber jugado con Metropolitanos?
También fue un honor jugar con los Metros. Por allí pasaron muchos otros buenos peloteros y tuve igualmente magníficos resultados con ellos.
Se dice que probablemente Metropolitanos desaparezca como equipo la venidera serie. ¿Cuál es tu criterio?
Para nada estaría de acuerdo con que sea eliminado. Es un equipo muy competitivo, que desarrolla a jugadores jóvenes y que ha formado a muchas estrellas y brindado muchísimas satisfacciones a la capital.
¿En qué estadio te sentías mejor y por qué?
Definitivamente en el Latino: la emoción que sentía allí era indescriptible.
¿Y de los del interior del país?
Me gustaba trabajar en el “Victoria de Girón” de Matanzas, en el “Guillermón Moncada” de Santigo de Cuba y por supuesto en el bellísimo pueblo de Jatibonico.
¿Qué equipos te resultaban más fáciles?
Ninguno. Y el que más se me complicaba era Santiago de Cuba.
¿Y los bateadores más dificiles de dominar?
Varios, pero hubo un tiempo que me dieron mucho dolor de cabeza Remberto Rosell, Luis Ulacia y Roberto Colina.
Una etapa dorada
¿Cuántas veces integraste el equipo Cuba?
Nunca hice el primer equipo Cuba o el A, como le llamaban, pero en el B estuve par de veces.
¿Qué crees de la pelota cubana actual, específicamente del área de pitcheo?
El pitcheo ha mermado cantidad. No se cuál es la razón, pero son muy pocos los pitchers de puntería actualmente, y eso lo digo con respeto pero también con tristeza. Se hace raro encontrar uno que pase las 85 millas y es bien difícil engañar a los bateadores si no tienes una buena recta, independientemente de que en Cuba los árbitros tienen la zona de strike más amplia que jamás yo haya visto.
¿Tenían entonces los peloteros de tu época más condiciones que los de ahora para imponerse en las Grandes Ligas?
Creo que sí, y hablando de pitchers hoy no veo a otros como Rogelio García, Julio Romero, Omar Ajete, Jesús Guerra, Reynaldo Costa, René Arocha, El Duke Hernández, Pablo Miguel Abreu, Lázaro Valle, José Modesto Darcourt, Lázaro de la Torre, Leonardo Tamayo, Osvaldo Fernández, Jorge Luis Valdés, Carlos Mesa, Rolando Arrojo y muchos más. Me cansaría de decirte nombres. Estos tenían una gran distancia respecto a su calidad comparada con los de hoy. Realmente aquella fue una etapa dorada que tal vez no se repita.
¿Qué lanzadores admiraste siempre y por qué?
De los que he podido ver, a Darcourt, El Duke, Hurtado, Changa Mederos, pero de todos el que más me ha impresionado es Rogelio García, por lo dominante que era y porque no conozco a un bateador que haya dicho que le fue bien con él.
Estábamos muy desinformados
¿Te sentiste realizado como pelotero?
Sí, me sentí realizado porque Dios, que es lo más grande en mi vida, me dio lo que le pedí. Tal vez algo que me faltó fue haber llegado a los 100 triunfos. Pero te repito que estoy agradecido por todo lo que el Señor me permitió vivir dentro del béisbol.
¿Nunca te picó el bichito de jugar en las Grandes Ligas?
Te digo que en mi tiempo estábamos tan desinformados acerca de aquella pelota, que yo no pensaba en eso. Pero claro, hubiera sido un privilegio haber estado allí.
¿Sigues esa pelota ahora?
Claro. Hay que seguirla como sea, es lo mejor de lo mejor.
¿Y tienes algún equipo de tu preferencia?
Los Yankees.
¿Motivos?
Tal vez por su parecido a los Industriales. Es también el más querido y el más odiado en esa pelota.
Rumbo a Guatemala
¿En qué año te enviaron en misión de entrenador a Guatemala?
En 1996, cuando me encontraba como entrenador de Metropolitanos. En 1998 regresé a Cuba y a los dos meses de estar allá me enviaron una carta de invitación, volví a Guatemala y decidí quedarme.
¿Por qué?
Porque -como todos conocemos- la situación de Cuba es bien difícil, entonces pensé que así podría ayudar mejor a mi familia, incluido a mi hijo, a quien felizmente pude traer y vive hoy conmigo.
¿Nunca has jugado pelota en Guatemala?
Jugué algún tiempo. Actualmente participo en la liga de softbol de veteranos y lo disfruto mucho.
¿Y no has probado como entrenador?
Por supuesto que sí. Trabajo con niños de distintas categorías en lo referente al pitcheo e igualmente en un colegio. Me ha ido muy bien.
Sin renunciar a Dios
¿Tienes mucha fe en Dios?
“Muchísima. Sin él no podría vivir, él es todo en mi vida.
¿Cuándo descubriste tu vocación religiosa? ¿Hubo algún factor o situación en particular?
Mi madre siempre fue muy cristiana, me llevaba de chiquito a la Iglesia, pero fue cuando ingresé al Servicio Militar que tuve una relación más cercana con el Señor al darme cuenta de su misericordia.
¿Nunca tuviste problemas por adorar a Dios?
Te cuento que al concluir mi segunda serie nacional me citaron a una reunión en Miramar con varios dirigentes deportivos de aquel entonces, y un personaje del gobierno que atendía esa área me dijo que yo no podía integrar un equipo Cuba porque era religioso, figúrate.
¿Y qué le respondiste?
Le dije que yo no era religioso, solo cristiano, y que si por Cristo yo no podía integrar un equipo Cuba, entonces que le cedieran mi lugar a otro, no porque no me interesara estar en la selección nacional, sino porque Jesús no tenía comparación con nada. También le recordé que para mí no existía nada más importante en este mundo que Cristo, que todo era pasajero, pero él siempre sería eterno.
Nunca dejaron de vigilarme
Y te dejaron fuera no solo del equipo Cuba, sino también de la selección La Habana para la Selectiva, ¿no?
Antes de que terminara esa reunión, ya yo sabía que me iban a dejar fuera de la Selectiva después de lo que dije, como realmente ocurrió. De mí siempre creyeron que yo me quedaría en el primer viaje que me dieran, sin embargo nunca lo hice. Me tenían marcado, aunque finalmente me dejaron viajar, pero sin dejar de vigilarme.
¿De qué manera creías que te vigilaban?
El primer viaje que me dieron fue a Nicaragua y el segundo a la antigua Unión Soviética como estímulo por haber ganado la nacional de 1986, aquella serie en la cual Marquetti le dio el famoso jonrón a Rogelio García. Recuerdo que hicimos escala en Canadá y los de la Seguridad me miraban constantemente, no me quitaban los ojos de encima para ver si yo intentaba escaparme, y aquello hasta me daba risa. Mis padres siempre quisieron que me quedara, pero yo les decía que sin ellos yo no lo haría porque no sabía si los volvería a ver, tú sabes como son esas cosas…
¿Y pudiste reunirte después con tus padres en Guatemala?
Mi papá falleció lamentablemente al poco tiempo de venir para acá, pero Dios me dio la dicha de compartir con mi viejita aquí los últimos seis años de su vida.
¿Qué le dirías a la afición, a esa gente que aún te recuerda y admira en toda Cuba y en cualquier parte del mundo donde haya un cubano amante de la pelota?
Mil gracias por todo el apoyo que me dieron siempre. Disfruté mucho del béisbol, pero también al ver gritar de alegría a toda esa gente que nos seguía de manera incondicional. Que traté de dar lo mejor en el terreno, que todos tienen mi mayor respeto. Sin ellos la pelota no tendría razón de ser.
¿Se puede decir entonces que tus tres grandes pasiones en la vida han sido la pelota, tu familia y el Señor?
Sí, pero cambiándoles el orden: el Señor, la familia y la pelota, así lo prefiere mi corazón. Cristo es lo más grande que puede haber en nuestras vidas y para él debe ser toda la gloria, la honra y el poder.
LABOR EN SERIES NACIONALES
Series jugadas: 12
Juegos lanzados: 175
Juegos iniciados: 147
Juegos completos: 48
Juegos relevados: 28
Ganados: 77
Perdidos: 45
Lechadas: 12
Entradas lanzadas: 1,102.0
Bateadores enfrentados: 3,807
Hits permitidos: 979
Dobles permitidos: 148
Triples permitidos: 25
Jonrones permitidos: 59
Ponches propinados: 508
Boletos otorgados: 366
Carreras permitidas: 436 carreras
Carreras limpias permitidas: 371
PCL: 3.30
EQUIPOS INDUSTRIALES DONDE JUGO GOMEZ MENA
1982-1983: Pedro Medina, Arnaldo Fonseca, Juan Bravo, Agustín Marquetti, Lázaro Vargas, Rolando Verde, Luís Gustavo Pestana, Carlos Kindelán, Antonio González, Marcelino Cuesta, Alejandro Gómez, Ramiro Calderón, Alfonso Martínez, Jorge Milián, Luís Rivero, Andrés García, Alberto Charles, César Díaz, Ángel Leocadio Díaz, Ramón Tablado, Rafael Gómez Mena, Osvaldo Fernández, Javier Gálvez, Jorge Valdés, Víctor Domínguez, Roberto Chinea, Luís Quintana, Vladimir Echazábal, Euclides Rojas, Andrés Sanabria.
1983-1984: Pedro Medina, Arnaldo Fonseca, Armando Ferreiro, Agustín Marquetti, Lázaro Vargas, Rolando Verde, Luís Gustavo Pestana, Carlos Kindelán, Leonel Ricardo, Leandro Ricardo, Pedro Gutiérrez, Tony González, Jorge Milian, Luís Rivero, Andrés García, Euclides Rojas, Andrés Sanabria, Ángel Leocadio Díaz, Lázaro de la Torre, Ramón Tablado, Rafael Gómez Mena, Osvaldo Fernández, Javier Gálvez, Víctor Domínguez, Jorge Luís Rivero.
1984-1985: Pedro Medina, Humberto Casamayor, Armando Ferreiro, Agustín Marquetti, Lázaro Vargas, Rolando Verde, Luís Gustavo Pestana, Jorge García, Leonel Ricardo, Leandro Ricardo, Mario Miranda, Tony González, Jorge Milian, Luís Rivero, Juan Francisco Cuellar, Luís Daniel Pérez, Andrés García, Ángel Leocadio Díaz, Ramón Tablado, Lázaro de la Torre, Rafael Gómez Mena, Osvaldo Fernández, Leonardo Tamayo, Euclides Rojas, Jesús Laza, Jorge Luís Rivero, Reinaldo Abreu, Víctor Domínguez.
1985-1986: Pedro Medina, Armando Ferreiro, Humberto Casamayor, Lázaro Vargas, Agustín Marquetti, Rolando Verde, Luís Fuentes, Luis Gustavo Pestana, Blas Mayeta, Juan Padilla, Javier Méndez, Tony González, Jorge Salfrán, William Rodríguez, Luis Rivero, Luis Daniel Pérez, Leandro Ricardo, Ángel Leocadio Díaz, Euclides Rojas, Lázaro de la Torre, Francisco Despaigne, Osvaldo Fernández, Leonardo Tamayo, Rafael Gómez Mena, Juan Carlos Barrutia, Pablo Miguel Abreu.
1986-1987: Pedro Medina, Armando Ferreiro, Juan Bravo, Agustín Marquetti, Juan Padilla, Lázaro Vargas, Rolando Verde, Eduardo Cárdenas, Pedro Damián Blen, Luis Gustavo Pestana, Javier Méndez, Luís Rivero, Jorge Luís Rivero, Alexis Cabrejas, Luis García, Juan Francisco Cuéllar, Tony González, Pablo Miguel Abreu, Euclides Rojas, Orlando Hernández, Francisco Despaigne, Osvaldo Fernández, Rafael Gómez Mena, René Arocha, Lázaro de la Torre, Ángel Leocadio Díaz, Andrés Sanabria, Juan Daniel Serra.
1987-1988: Pedro Medina, Armando Ferreiro, Juan Bravo, Roberto Colina, Juan Padilla, Eduardo Cárdenas, Lázaro Vargas, Luis Puente, Luís Gustavo Pestana, Leonel Ricardo, Rolando Verde, Alberto Fresneda, Jorge Díaz Torres, Antonio Sarduy, Tony González, Javier Méndez, Luis Daniel Pérez, Juan Francisco Cuéllar, Luis García, Alexis Cabrejas, Orlando Hernández, Euclides Rojas, René Arocha, Pablo Miguel Abreu, Lázaro de la Torre, José Modesto Darcourt, Ángel Leocadio Díaz, Leonardo Tamayo, Rafael Gómez Mena, Juan Carlos Barrutia.
1989-1990: Armando Ferreiro, Humberto Casamayor, Juan Bravo, Ulises Campos, Rolando Verde, Luis Álvarez, Juan Padilla, Lázaro Vargas, Germán Mesa, Jesús Timoteo Madruga, Alberto Fresneda, Leonel Ricardo, Jorge Salfrán, Javier Méndez, Luis García, Jaime Llapur, Tony González, Antonio Sarduy, Luis Borrayo, Orlando Hernández, Lázaro Valle, Euclides Rojas, Leonardo Tamayo, Lázaro de la Torre, René Arocha, Rafael Gómez Mena, René Arocha, Francisco Despaigne, René Espín, Iván Álvarez, José Modesto Darcourt, Pablo Miguel Abreu, Daniel Gradaille.