Debacle a la vista: Cuba pierde también el béisbol panamericano

Por Raúl Arce

Estados Unidos derrotó a Cuba 12 x 10 y eliminó a la escuadra antillana de toda posibilidad de titularse en el torneo beisbolero de los XVI Juegos Panamericanos que se disputan en Guadalajara, México.

Cuando aún se lamía las heridas que le ocasionó Holanda durante la XXXIX Copa Mundial de Béisbol, el elenco cubano cayó ante otra fiera, Estados Unidos, en el partido que otorgaba un boleto para la discusión del cetro del continente.

Supusimos, y así ocurrió, que los estadounidenses crecerían en team work después de acudir a la Copa y al sumar sus presentaciones en los Panamericanos. Cayeron en Guadalajara ante México y quedar como segundos de su grupo provocó que tuvieran que enfrentar al invicto Cuba en el choque del cruce.

Freddy Asiel Álvarez, abridor del encuentro, así como los relevistas Yuliesky González, Jonder Martínez y Dalier Hinojosa –aunque este último después se compuso—fueron castigados por la ofensiva de los yanquis, conjunto que exhibió márgenes a su favor de 7-0 en el inicio del tercer inning y de 12-2 al comenzar el cuarto episodio. Norberto González y Alberto Soto contribuyeron a reducir a los norteños en el tercio final.

Desde la lomita de las barras y las estrellas, Tod Redmond fue dominante al principio, pero saltó del box y Cuba descontó poco a poco ante cuatro sustitutos. Solo el gigantón derecho Scott Patterson silenció a los hombres de Alfonso Urquiola en 1.1 episodios e interrumpió así la larga cadena cubana de cetros continentales.

Clave del resultado, además del cierre de Patterson, fue el ataque homogéneo de Estados Unidos, pues sus nueve regulares batearon de hit. En cambio Cuba vio irse en blanco a Alfredo Despaigne (cuarto en la alineación), Yulieski Gourriel (quinto) y Ariel Pestano (octavo),  este reemplazado por Yosvany Alarcón, quien se apuntó un imparable.

Totales: EE. UU. 12 carreras, 11 hits, 1 error; Cuba 10-15-1.

Cuba deberá contentarse por luchar por el bronce panamericano ante el perdedor del encuentro Canadá-México. Los cubanos archivaban 10 triunfos consecutivos desde 1971, con 12 medallas de oro en 14 asistencias en total, una de plata (1967) y un cuarto lugar en 1959.

El título panamericano era el único de importancia que conservaba el béisbol cubano. Cuba no es ni siquiera ya campeón centroamericano (no asistió a los Juegos de Mayaguez, Puerto Rico, en el 2010) y sólo puede exhibir el título de la XVII Copa Intercontinental, efectuada en Taichung, Taipei de China, el pasado año.

Fue valiente el repunte de los criollos después de una pizarra tan desproporcionada, pero se quedaron cortos. Pero cortos -en cuanto a pedir cuentas y cortar cabezas- no se quedarán en La Habana los cerebros que comandan al béisbol de la isla.

Paradójicamente, la pelota cubana levantará amarras cuando sean esos cerebros los que se renueven. Vivir por ver.