Nadador discapacitado compite en importante torneo de EEUU
Por Wilfredo Cancio Isla
Tres meses después de romper los vínculos con la selección nacional cubana y buscar refugio en Estados Unidos, Rafael Castillo está en el camino de conseguir sus primeros títulos como campeón de natación en el país adonde llegó con miles de sueños y la corazonada de que no le faltarían manos solidarias.
Realmente no podría irle mejor. Castillo, de 25 años, viajó desde Miami a la ciudad de Colorado Springs, en Colorado, para participar en el Jimi Flowers Classic 2012, la principal competencia de natación para discapacitados en Estados Unidos.
El joven nadador, amputado de la pierna y el brazo izquierdos, asiste al torneo con la aspiración de llevarse al menos cuatro medallas e implantar nuevos récords nacionales en algunas de las siete modalidades que lo llevarán a la piscina del Olympic Training Center de Colorado Springs durante este fin de semana.
Por unos cuantos récords
“Voy con muy buen ánimo y confiado en que puedo lograr unos cuantos récords”, comentó Castillo a CaféFuerte. “Podrá haber muchas marcas establecidas en registros y en papeles pero la verdad es lo que cada cual haga ahora en la piscina”.
El nadador y el entrenador Yand Martínez, presidente del Devilrays Swin Club de Miami, viajaron el jueves a Colorado Springs. La competencia se efectuará de viernes a domingo y Castillo planea participar en las especialidades de 50 y 100 metros libres, 50 y 100 estilo mariposa, 50 y 100 estilo espalda, y 200 combinados.
La sede de la competencia es el centro de entrenamiento del equipo nacional olímpico de Estados Unidos. Martínez gusta llamarlo “la NASA de la natación”.
Martínez informó que Castillo quedó este viernes oficialmente registrado en la competencia y su primera prueba está fijada para mañana a partir de las 9 a.m.
La participación de Castillo en este torneo élite de la natación norteamericana es patrocinada por AmericaTeVe-Canal 41 de Miami, que costeó el boleto aéreo, el hotel y los viáticos del atleta.
El primer paso
Para Castillo, este es solo un primer escalón para cumplir su sueño dorado de escalar el podio de los Juegos Paraolímpicos de Río de Janeiro, Brasil, en el 2016.
“No pararé hasta convertirme en campeón olímpico como integrante del equipo de Estados Unidos”, confesó Castillo. “Eso me trajo a este país y haré cuanto sacrificio tenga que hacer para lograrlo”.
Para él, no hay obstáculo que no pueda vencer. Lo sabe bien desde que tiene uso de razón.
“No me siento minusválido, porque nunca tuve noción de que me faltaban un brazo y una pierna y todo lo aprendí a hacer como si no me hicieran falta para desenvolverme en esta vida”, explicó el deportista, que perdió sus extremidades izquierdas con meses de nacido tras aplicársele un suero vencido en un hospital de Las Tunas.
La única forma de salvarlo de la muerte fue la amputación de ambos miembros.
Martínez, un entrenador con 20 años de experiencia, tiene confianza plena en la más reciente adquisición de su academia.
“Rafael puede poner el mundo de la natación a sus pies… es un diamante en bruto que ya empieza a brillar”, comentó el preparador, que acogió a Castillo en el Devilrays Swin Club el pasado diciembre.
Un campeón mundial en potencia
Martínez considera que su discípulo “tiene el potencial para convertirse pronto en campeón del mundo”.
Los pronósticos del entrenador se basan en que desde su incorporación al entrenamiento en Estados Unidos, Castillo ha roto una docena de marcas nacionales. Días atrás logró nadar los 50 metros libres en 29 segundos, un tiempo que está cinco segundos por debajo del establecido este año por el campeón mundial de la especialidad.
“Tanto el público que lo ha visto nadar como los árbitros que han registrado las marcas están asombrados”, relató Martínez. “En muchos años no habían visto una demostración así… Rafael es un fuera de serie”.
Castillo sonríe con las consideraciones de su tutor, aunque dice que han sido semanas de duras pruebas entre la adaptación al entrenamiento y los ajustes a una nueva vida en un país donde no tiene familia.
En el poblado de San Nicolás de Bari, provincia de Mayabeque, quedaron sus padres y hermanos.
“Es duro a veces, pero uno tiene que mirar hacia el futuro”, manifestó. “Cuando me vi en Guadalajara no pensé dos veces que tenía que escapar y dejar atrás el pasado, por muy seguro que pareciera para mí”.
Dos medallas panamericanas
Castillo integró la delegación cubana que participó en los IV Juegos Parapanamericanos de Guadalajara, México, el pasado noviembre.
Tras ganar medallas de oro y plata en las modalidades de 50 mariposa y 100 metros libres, el joven abandonó la villa panamericana que servía de alojamiento a los atletas y luego de un arriesgado viaje llegó a la frontera estadounidense para solicitar asilo político.
En el 2007, Castillo fue en el primer campeón cubano en los III Juegos Parapanamericanos de Río de Janeiro, Brasil.
A esa ciudad piensa retornar para coronarse campeón olímpico, vistiendo la franela de Estados Unidos.
“Ahora veré cuántos son en realidad los delfines que me están haciendo sombra en Estados Unidos y sabremos quién es quién en el agua”, broméo Castillo.
Nota relacionada: