Ron DeSantis se baja del carro: La carrera republicana se concentra en Trump y Nikki Haley

Por Wilfredo Cancio Isla

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, suspendió este domingo la carrera por la nominación republicana a la presidencia de Estados Unidos, y anunció su respaldo a la candidatura de su ahora aliado Donald Trump.

Se veía venir tras el descalabro en los resultados del Caucus de Iowa y las encuestas previas a las primarias de New Hampshire. Y también por la caída en las recaudaciones de dinero y por el descafeinado respaldo de sus seguidores de peso en el Partido Republicano.

“Me queda claro que una mayoría de los votantes de las primarias republicanas quieren darle otra oportunidad a Donald Trump”, señaló DeSantis. “Firmé un compromiso para respaldar al nominado republicano y lo cumpliré”.

DeSantis dijo que no podía arrastrar a los voluntarios y seguidores de su campaña a continuar un empeño que no tenía claro el camino de la victoria.

Así de simple: sin dinero y sin músculo político no hay campaña política que sobreviva en Estados Unidos.

La decisión deja cifrado el mapa de la nominación republicana entre dos nombres: Donald Trump y Nikki Haley, con obvia ventaja en la contienda para Trump, quien se ha visto arropado por tres de los contrincantes salientes.

A partir de ahora veremos recrudecerse los ataques Trump vs Haley en esta carrera singular por la boleta republicana. No hay que sorprenderse por nada de lo que pueda pasar en las agrias diatribas y descalificaciones de los próximos días. Esta es la política de arranca pescuezos: No os asombréis de nada.

Tras conocer la decisión de DeSantis, Trump cambió radicalmente sus burlas y críticas por los elogios exaltados a la campaña de su rival. Cosas de estilo político: de ser nombrado como “DeSantimonius” o “DeSanctus”, ahora el expresidente cree que “Ron es una persona magnífica”.

“Solo quiero agradecerle a Ron y felicitarlo por hacer un muy buen trabajo”, dijo Trump durante un acto de campaña en New Hampshire. “Fue muy amable, y me dio su respaldo. Lo agradezco, y también estoy ansioso de trabajar con Ron”.

DeSantis adelantó ya sus ataques contra Haley, calificándola como una sustituta de “la vieja guardia republicana de antaño, una forma reempaquetada de corporativismo recalentado”.

Haley estaba también en un mítin de campaña cuando anunció la retirada de DeSantis. “Ya solo quedamos un hombre y una mujer”, dijo a exgobernadora de Carolina de Sur.

Lo interesante de esta salida de DeSantis de la contienda presidencial será ver cómo va a encaminarse el rumbo de Florida en materia política, funciones legislativas, litigios legales y atenciones sociales ahora que su liderazgo radical ya no será más una imagen configurada para fines presidencialistas.

No hay dudas de que Florida será un estado rojo en las elecciones de noviembre, con el desfavorable desempeño del Partido Demócrata incluido. Pero algunas movidas sorpresivas y descarrilamiento republicano en algunos territorios estatales no pueden descartarse en medio de una política estatal que ha terminado por dañar zonas sensibles de la población, como el tema de los seguros de vivienda, las restricciones de expresión, los efectos de la retórica antiinmigrante, la corruptela de figurones del GOP estatal y el pleito lamentable con el emporio de Disney World.

Queda mucho tiempo aún y mucho por ver antes de que lleguen las definiciones finales de 2024. Pero este año no vamos a olvidarlo por sobradas razones que ojalá sean más esperanzadoras que frustrantes.