Fallece en Miami Jorge A. García, símbolo de la tragedia cubana
García perdió 14 familiares en la masacre del Remolcador “13 de Marzo”, el 13 de julio de 1994, un hecho que provocó la muerte de 37 personas, entre ellos 10 niños.
El educador e historiador cubano Jorge Ángel García Mas, quien perdió 14 familiares en la masacre del Remolcador “13 de Marzo” en 1994, falleció este domingo en Miami, a los 79 años.
Jorge murió en su apartamento en Miami, donde fue hallado en horas de la mañana por una asistenta de salud. El COVID lo dejó con serias afectaciones cardiorrespiratorias y también padecía de un cáncer terminal.
“Hoy se apaga la vida de un ser humano que lleno de dolor, llenó de amor la vida de tantos. Lo que sí no se apaga es la obra incansable de este hombre a favor de la justicia, esa quedará ahí para siempre, como ejemplo de sacrificio personal y al mismo tiempo como perpetuo homenaje a los que dedicó su batallar los últimos 30 años de su existencia, las víctimas del hundimiento del Remolcador 13 de Marzo”, dijo su hijo, Jorge Félix García, en una declaración.
La vida de Jorge estuvo dividida en dos mitades a partir de los sucesos del 13 de julio de 1994, cuando el profesor de segunda enseñanza se transformó en el defensor de la causa de las víctimas de la tragedia marítima, ocurrida frente a las costas de La Habana.
Desde esa fecha, Jorge estuvo comprometido con desentrañar la verdadera historia de lo sucedido cuando el “13 de Marzo” intentó escapar con 72 pasajeros a bordo rumbo a Estados Unidos. La fuga había sido detectada por las autoridades cubanas, que arremetieron contra la embarcación a siete millas de la costa hasta hundirla.
En total fallecieron 37 pasajeros, entre ellos 10 menores de edad. Los cadáveres nunca fueron recuperados del fondo del mar. Jorge perdió a su hijo Joel García, de 20 años, y a nieto Juan Mario Gutiérrez, de 10.
Un asesinato que permanece impune a pesar de las múltiples evidencias y denuncias presentadas en los foros internacionales.
Pero Jorge fue el factor sorpresa que el gobierno cubano no calculó. Investigador acucioso, lleno de valentía y apasionado por llegar a la verdad hasta sus últimas consecuencias, dedicó su tiempo a indagar, visitar testigos y familiares de los involucrados, rastrear a responsables y ejecutores del crimen, y descubrir todo que las autoridades intentaron ocultar en una vergonzosa versión publicada en el diario Granma con la afirmación de que todo fue un “lamentable accidente”.
Su pesquisa fue tan minuciosa como incansable, casa por casa, atando pistas y silencios, trasladándose de un lugar a otro en la bicicleta de su hijo Joel, y sorteando las restricciones del “período especial”.
Su libro El hundimiento del remolcador 13 de Marzo (2001) es un documento capital para conocer lo sucedido en torno a la salida del remolcador y de cómo se fraguó la acción criminal, con el apoyo directo del Ministerio del Interior (MININT). El volumen tiene versiones en español e inglés, y ha estado considerándose para llevar al cine, con intentos infructuosos hasta el momento.
Jorge nació el 5 de agosto de 1944 en La Habana y su vida en familia trascurrió en el poblado de Guanabacoa hasta su partida al exilio como refugiado político en 1999.
Estudió en la Escuela Formadora de Maestros “Alfredo Gómez” y en Instituto Tecnológico “Julián Grimau”, ambos en La Habana, y se desempeñó como profesor de asignaturas de ciencias hasta su salida del sistema escolar en 1994.
Tras permanecer vigilado y hostigado regularmente por pedir justicia para las víctimas del Remolcador y desafiar a las autoridades gubernamentales, partió al exilio junto a su esposa e hija, María Victoria García, sobreviviente del naufragio quien perdió al hijo arrancado de sus brazos entre los chorros de agua y el oleaje provocado por dos embarcaciones agresoras.
En Miami, Jorge se dedicó a completar su investigación sobre el Remolcador y lideró las movilizaciones de recordación de las víctimas cada 13 de julio. Brindó también testimonio ante organismos internacionales para denunciar al régimen cubano como máximo responsable de la tragedia ocurrida.
A su llegada al exilio laboró en La Voz de la Fundación, emisora radial de la Fundación Nacional Cubanooamericana que desapareció en diciembre de 2001. Con posterioridad, realizó el programa “Medicina, Arte y Cultura”, junto al doctor Omar Vento, en La Poderosa (670 AM) por más de tres años.
Fue director, productor y locutor del espacio “Así es mi Cuba” en Radio Paz (830 AM), en 2006, y trabajó como presidente de la firma Jomas Consultants & Associates.
“Jorge cargó con ese gran pesar los últimos años de su vida, pero fue un hombre de una entereza moral y una enorme nobleza que no guardaba odios ni sed de venganzas, sino una pasión por la verdad y la justicia”, dijo Ramón Saúl Sánchez, líder del Movimiento Democracia y cercano amigo del fallecido.
Sánchez iba a visitarlo este domingo cuando recibió la noticia de su muerte.
“Estaba muy entristecido y creo que tras la muerte de su hija le faltaron energías para seguir viviendo”, apuntó el activista.
Su hija María Victoria, de 58 años, había fallecido el pasado enero tras complicaciones derivadas de una cirugía para implantarle un marcapasos. La familia reclamó que hubo negligencia médica.
Jorge había quedado muy afectado luego de superar el COVID-19, que lo mantuvo en estado grave por varias semanas. Tenía muchas dificultades respiratorias y se le había detectado un cáncer con metástasis, lo que determinó que se le pusiera en cuidados paliativos a domicilio.
Su deceso se produce en vísperas de cumplirse el 30 aniversario de los sucesos del Remolcador, una fecha que debe constituir un momento de recordación y homenaje a las víctimas de la catástrofe por más de seis décadas.
Por decisión familiar, sus restos serán cremados. La familia planea realizar un servicio religioso en su memoria.