Ana de Armas: Algunos prefieren quemarse
Si bien la noticia no me sorprende, sí me repugna profundamente. Se trata de la misma mujer que interpretó mi personaje en una película que fue filmada parcialmente en La Habana, con el beneplácito del régimen de Castro.
Por Ana Margarita Martínez*
La actriz cubana Ana de Armas, quien me interpretó en la película de Netflix Wasp Network (Red Avispa, 2019), ahora tiene una relación sentimental con Manuel Anido, hijastro del dictador cubano Miguel Díaz-Canel. La pareja fue fotografiada en Madrid por reporteros de la revista ¡HOLA!
Si bien la noticia no me sorprende, sí me repugna profundamente. Se trata de la misma mujer que interpretó mi personaje en una película que fue filmada parcialmente en La Habana, con el beneplácito del régimen de Castro, y que distorsionó un episodio horrible de mi vida.
La noticia de su romance con el hijastro de Díaz-Canel confirma lo que ya sabía: Ana de Armas es una de ellos. Su relación expone su complicidad con el mismo régimen que ha oprimido y silenciado a tantos cubanos durante décadas.
Permítanme ser clara: los productores de Red Avispa nunca me consultaron. Mi nombre completo se usó sin mi permiso, y mi foto se mostró descaradamente al final. Me vincularon a una narrativa que tergiversó groseramente quien soy y que manipuló la traición humillante que sufrí hace casi 30 años.
Como miembro orgullosa de la comunidad de exiliados cubanos, conozco de primera mano los sacrificios y el sufrimiento que hemos soportado. La película Red Avispa alteró nuestra realidad: retrató a los exiliados -personas que huyeron de la opresión, el encarcelamiento y la persecución- como “mafiosos”, mientras enaltecía a los espías cubanos -herramientas del régimen- como “patriotas”. Es un insulto para cada hombre, mujer y niño que arriesgó todo por la libertad.
Ver esa parte de mi vida explotada en la película, reabrió heridas que con mucho esfuerzo había intentado sanar. Me trajo de vuelta el dolor de una experiencia desgarradora que viví; experiencia que ninguna película puede capturar realmente y que, en cambio, fue manipulada con fines propagandísticos.
La verdad de lo que pasó merece ser contada con dignidad, respeto y precisión. La realidad no puede ser distorsionada para glorificar una dictadura brutal de 65 años.
A Ana de Armas nunca le preocupó la verdad. El sufrimiento de sus compatriotas cubanos, muchos de ellos todavía confinados en prisiones de la isla, le ha importado poco.
Ahora sabemos por qué.
*Publicista cubanoamericana, residente en Miami. Fue víctima de una historia de traición en un matrimonio fraudulento con el espía cubano Juan Pablo Roque, quien escapó a Cuba en 1996. El pasado año llegó a un acuerdo judicial con la plataforma Netflix tras una demanda por difamación.