La Guayaba de Cartón: Cuba tiene ya 11 mil coladores de leche
Aunque desde su llegada al poder el gobernante Raúl Castro estaba enfocado en aumentar la producción lechera en todo el país, las cosas en Cuba suelen tomar a veces caminos inextricables y ahora, en lugar de la leche, lo que se ha disparado es la fabricación de coladores.
La noticia estalló hace apenas cuatro días en las páginas del diario Granma, que dio cuenta de “la producción en Cuba de los primeros 11 mil coladores de aluminio para la ganadería [que] contribuirá a elevar la calidad y pureza de la leche que llega a la población y la industria”.
Se trata de un programa de la industria sideromecánica que acometen laboriosamente técnicos y obreros de la empresa “Elio Llerena”, del municipio capitalino de Regla, encargados del diseño y montaje de la línea productiva.
Según explicó Lázaro Camaraza Rodríguez, director de ingeniería y desarrollo de esa empresa, “el colador cuenta con dos mallas protectoras y un papel especial, que se coloca entre ambas tapas, para impedir la entrada de objetos extraños a la leche depositada en la cántara”.
La revelación resulta aún más prometedora, pues Yuri Perdomo, director general de Novalum -ese es el nombre comercial de la misma empresa-, anunció que ya fueron cumplidas los planes anuales de cántaras de leche y cubos de ordeño solicitados, y esperan arribar en noviembre próximo a los 30 mil coladores pedidos.
Será todo un notición: Cuba arriba a los 30 mil coladores antes de terminarse el 2011.
Así que tal vez haya alguna oferta futura para los suizos o los holandeses, que con todos sus quesos y su fama podrían interesarse en la tecnología criolla y posibiliten una línea de exportación de los coladores de Novalum con destino a Europa.
La información destaca la participación activa de los integrantes de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR), sin la cual no hubiera sido posible “fabricar las piezas y componentes, todos necesarios en la confección de los más de 300 artículos que entregan a la economía nacional”. La referencia a la ANIR tiene para muchos lectores cubanos una connotación nostálgica, recordando noticias del pasado reciente que nos contaban de la cantidad de problemas para los cuales la organización había hallado soluciones con varios ceros a la derecha.
Lo que no está muy claro en la nota de Granma es el destino de los coladores si no hay leche que colar. Porque si bien la humanidad juega todavía con el misterio de qué fue primero, si el huevo o la gallina, no hay manera de encontrar una ecuación en la que los coladores vayan primero que la leche.