Grandes Ligas: El debut electrizante de Yariel Rodríguez
El cubano hizo historia al convertirse en el primer lanzador nacido en Cuba que inicia un juego desde la lomita en los Azulejos de Toronto, y tuvo un desempeño por todo lo alto.
Yariel Rodríguez se ganó la distinción de Cubano de la Semana en Grandes Ligas. Al menos esa es mi selección, sin pensarlo dos veces. El estelar derecho camagüeyano hizo historia el sábado al convertirse en el primer lanzador nacido en Cuba que inicia un juego desde la lomita en los Azulejos de Toronto. Y lo hizo por todo lo alto.
Fue un debut virtuoso de veras. Rodríguez derrochó energía, estaba inspirado, exultante. A veces estos estados emocionales de euforia ante la trascendencia del hecho suelen dar al traste con el desempeño del atleta, cuando todos los ojos están puestos en su desempeño. Pero el debutante Rodríguez entró a las Grandes Ligas por la puerta ancha, con 3.2 innings lanzados, seis ponches y dominio absoluto en sus lanzamientos, especialmente con una slider que manejó con maestría, y velocidad sostenida por encima de las 90 millas.
Pudo haber ganado el juego, pero la dirección de los Azulejos decidió sacarlo y no meterle más presión en la jornada. Le hicieron una carrera limpia por jonrón de Brenton Doyle en el tercer capítulo, pero en realidad no tuvo complicaciones frente a la tanda de los Rockies de Colorado, que es muy productiva.
“Realmente no podíamos haber pedido mucho más”, dijo John Schneider, el mánager de los Azulejos “Él estaba eléctrico (…) Fue un buen debut para las Grandes Ligas”.
A Schneider le gustó lo que aportó Rodríguez esa noche, y le impresionó su determinación.
“No tiene miedo… Cada vez que llegas a este lugar de la forma en que él llegó aquí, con las cosas por las que ha pasado, no queda mucho por temer. Eso es bueno. Tiene todas las cosas que buscas en un lanzador. Tiene una buena presencia. Me gusta”, comentó el directivo de Toronto.
No solo la actuación de Rodríguez tuvo un buen resultado, sino que su intensidad y entusiasmo dejó una magnífica impresión en el clubhouse y entre la afición.
“He estado esperando este momento toda mi vida”, dijo Rodríguez al terminar su faena. “Muchos sacrificios, mucho trabajo duro… Fue muy, muy emotivo”.
La victoria de los Azulejos fue finalmente de 5×3. El ganador resultó Bowden Francis, que cubrió 2.1 innings, con dos carreras permitidas.
Los Azulejos confiaron en Rodríguez desde el momento que le otorgaron un contrato por $32 millones de dólares. No lo quisieron apurar y lo mandaron unas semanas a atemperarse en Ligas Menores, pero poco antes de que se cumpliera el primer mes de la temporada reclamaron sus servicios en el equipo grande.
Las expectativas con Rodríguez son altas ahora tras la demostración del pasado sábado y habrá que ver cómo logra controlar sus impulsos (eso que llaman cordura) para no perder la oportunidad de consolidarse en una rotación encabezada por José Berríos y Kevin Gausman. Los Azulejos están jugando para 500 (8-8) en la División Este de la Liga Americana, que concentra cinco contendientes con aspiraciones a play-off y los Yankees parecen dispuestos a no perderse esta vez la Fiesta de Octubre.
Los Azulejos pretenden regresar a la postemporada y avanzar un poco más de lo que pudieron el pasado año, cuando quedaron congelados por los Mellizos de Minnesota en primera ronda. Rodríguez puede afianzarse como abridor y contribuir mucho a la causa de la franquicia.
El cubano, que viene de la experiencia de la Liga Profesional en Japón, mostró estar listo para este salto.
“Desde la primera entrada, salí a dar lo mejor de mí. La adrenalina estaba altísima, pero todo. Todo. Fue muy emotivo”, declaró Rodríguez, que acaba de cumplir los 27 años.
Las Grandes Ligas son una maquinaria extenuante, que exige concentración, ajustes y mucha preparación física y mental. No todos los días son de fiesta y ante los tropiezos inevitables hay que tener una disposición entrenada parar superarlos.
La segunda salida de Rodríguez debe producirse esta semana y será otra prueba de fuego. Esto apenas ha comenzado.