Cámara de Representantes de EE.UU aprueba ley para deportar a inmigrantes con delitos menores
Es la primera legislación política del nuevo Congreso y será una herramienta clave para pavimentar la política migratoria de deportaciones masivas que planea implementar el presidente Donald Trump.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un proyecto legislativo que exigiría a las autoridades del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) a deportar a los inmigrantes indocumentados que hayan sido acusados por robo y otros delitos menores.
En una votación de 264 a 159, la Cámara aprobó la medida, con el apoyo de todos los republicanos presentes y 48 demócratas que respaldaron su aprobación. La propuesta pasará ahora al Senado, con mayoría republicana, y no debe tener dificultades para recibir respaldo.
Es la primera legislación política del nuevo Congreso y será una herramienta clave para pavimentar la política migratoria de deportaciones masivas que planea implementar el presidente electo Donald Trump desde su llegada a la Casa Blanca.
Una primera salva advirtiendo lo que se producirá a partir de la juramentación de Trump como el presidente 47 de la nación americana el próximo 20 de enero.
Y también es una clara señal de que el bando republicano priorizará entre sus tareas legislativas los asuntos de inmigración ilegal y seguridad fronteriza.
“Como prometimos, hoy comenzamos con la seguridad fronteriza”, dijo el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, antes de la votación de este martes. “Tenemos mucho que hacer allí para solucionarlo y esta legislación es una gran parte de eso”.
La llamada Ley Laken Riley se nombra así en honor a la estudiante de enfermería de 22 años que fue asesinada en la Universidad de Georgia por un inmigrante venezolano indocumentado, el año pasado. el asesino, José Ibarra, fue condenado en noviembre a cadena perpetua por un tribunal del condado de Athens-Clarke.
La legislación exigiría al DHS que detuviera a los inmigrantes indocumentados que hayan sido acusados de robo y otros delitos, y además incluiría una disposición para facultar a los fiscales estatales para demandar al organismo federal cuando se alegue que su estado o sus residentes han sido perjudicados por las políticas de inmigración.
En el caso de los inmigrantes cubanos, la legislación podría afectar a aquellos que se encuentran en limbo migratorio o con procesos pendientes y cometan delitos no violentos mientras aguardan por la regularización de su estatus. Las estadísticas oficiales registran que hay más de 500 mil inmigrantes cubanos no detenidos en espera de decidir sus casos, entre ellos 42,084 con orden final de deportación por delitos graves o tras cumplir sentencias, pero el gobierno cubano se niega a recibirlos.
“Esta legislación lo que hace es codificar la expulsión de los inmigrantes por cometer delitos en Estados Unidos, pero en realidad no es una total novedad”, comentó a Café Fuerte Willy Allen, abogado de inmigración en Miami. “Bajo la Ley de Inmigración, cualquier inmigrante que cometa delitos durante sus primeros siete años de permanencia en Estados Unidos, incluso siendo residente legal, puede ser deportable”.
Allen recordó que todo inmigrante debe comprender que “vivir en Estados Unidos no es un derecho, sino un privilegio que hay que honran con una conducta limpia”.
La Cámara de Representantes había aprobado la legislación en marzo, con 37 demócratas de la Cámara uniéndose a los republicanos en apoyo a su aprobación, pero la propuesta se estancó en el Senado, entonces controlado por los demócratas.
Johnson alentó esta vez a más demócratas a unirse a los republicanos, diciéndoles que la votación sería “reveladora”.
“Vamos a detener y deportar a los inmigrantes ilegales que cometan robos, hurtos, hurtos en tiendas, delitos ciertamente atroces y violentos, y no puedo creer que alguien se oponga a eso”, dijo Johnson.
La historia de Riley se convirtió en un grito de guerra para el Partido Republicano durante el período previo a las elecciones de 2024, mientras que los demócratas acusaron a los republicanos de utilizar su muerte con fines políticos.
El representante Jamie Raskin, demócrata de Maryland, dijo antes de la votación del martes que “el asesinato de Laken Riley fue un crimen indescriptible y atroz”, pero calificó el proyecto de ley como “una medida vacía y oportunista”.
Raskin dijo que la legislación “no aborda ninguno de los problemas reales en juego”, al tiempo que criticó a los republicanos por alejarse de un acuerdo bipartidista de seguridad fronteriza el año pasado cuando el presidente electo z “rechazó agresivamente” la legislación.
El legislador demócrata agregó que el proyecto de ley cambiaría drásticamente décadas de política al exigir que un inmigrante indocumentado sea detenido “incluso si nunca es condenado o acusado de un delito”, y lo calificó de “desviación radical” de la ley actual.
Sin embargo, esta vez a la luz de un cambio radical de política migratoria, el proyecto recibió más apoyo bipartidista.
El senador John Fetterman, de Pensilvania, se convirtió en el primer demócrata del Senado en firmar como copatrocinador de la propuesta legislativa, que espera una votación este viernes.
“La historia de Laken Riley es un trágico recordatorio de lo que está en juego cuando nuestros sistemas no protegen a las personas”, dijo Fetterman en una declaración.
El senador señaló que si bien la inmigración “hace que nuestro país sea grandioso”, está a favor de dar a las autoridades herramientas para “prevenir tragedias como la de la joven Riley, mientras “trabajamos en soluciones integrales para nuestro sistema quebrado”.
Los republicanos adelantan que habrá más propuestas sobre seguridad fronteriza como prioridad de la nueva administración, en vísperas de la celebración por el retorno de Trump a la Oficina Oval.
PROYECTO LEGISLATIVO LAKEN RILEY