Donald Trump gana batalla electoral y será el presidente 47 de Estados Unidos

“Esta será la era dorada de Estados Unidos. Vamos a corregir lo que se hizo mal y vamos a sanar este país”, dijo Trump durante un discurso ante sus seguidores en West Palm Beach tras conocerse su triunfo en el estado clave de Pensilvania.

Donald Trump gana batalla electoral y será el presidente 47 de Estados Unidos
Donald Trump se dirige a sus seguidores en la madrugada de este miércoles en el Centro de Convenciones de West Palm Beach. Foto: Captura de video/CF.

Donald Trump consiguió una sólida victoria electoral y volverá a la Casa Blanca en el retorno político más imponente de la historia de Estados Unidos.

Poco después de la medianoche del martes, cuando apenas quedaban por cerrar conteos en seis estados, las proyecciones de victoria le concedieron a Trump el estado de Pensilvania como gran premio de la jornada. Los 19 votos electorales le otorgaron al candidato republicano, virtualmente, la presidencia, con 267 de los 270 que necesita para alzarse con el triunfo.

Aunque la certificación oficial no se había concretado, era una cuestión de tiempo. Pendientes aún de terminar los cálculos, pero con más del 50% de los votos contados en Arizona, Nevada, Alaska, Michigan, Wisconsin y Maine, la ventaja de Trump resultaba prácticamente irreversible en la mayoría de ellos, requiriendo solo tres votos electorales para asegurar la presidencia.

Al agenciarse los 11 votos del estado de Wisconsin la mañana de este miércoles, los votos electorales de Trump subieron a 277, lo que lo hace inalcanzable para Harris.

Trump también ganó en los estados cruciales de Georgia y Carolina del Norte, en lo que pudiera considerarse una avalancha roja, no prevista en los sondeos previos que vaticinaron una contienda extremadamente reñida. Su rival, la vicepresidenta Kamala Harris, apenas acumula 224 votos electorales y las proyecciones de Trump lo sitúan entre los 312 y 315.

Mapa electoral de Estados Unidos hasta la mañana del miércoles. Foto: Associated Press.

Además, Trump se proyecta para ganar el voto popular por más de 5 millones de partidarios, algo que no logró siquiera cuando resultó electo presidente en 2016.

Es el primer expresidente que recupera el poder desde que Grover Cleveland regresó a la Casa Blanca tras ganar las elecciones de 1892; y es la primera persona condenada por un delito grave que resulta electa presidente de Estados Unidos.

Y es la persona de más edad elegida para guiar los rumbos del país, con 78 años.

En la jornada electoral de este 5 de noviembre, el Partido Republicano obtuvo también una importantísima mayoría en el Senado con al menos 51 escaños, mientras que parece encaminado a dominar la Cámara de Representantes, que van ganando 194-173. Para el dominio en la Cámara los republicanos requieren de 218 escaños.

A filo de la medianoche, Harris suspendió su discurso en la Universidad Howard, en Washington DC, desde donde tenía previsto un discurso a la nación. A través de un directivo de su campaña, Harris informó que hablará este miércoles, lo que terminó por vaciar la plazoleta universitaria que reunía a miles de sus partidarios. Fue un síntoma inequívoco de que el fastasma de la derrota gravitaba sobre su candidatura.

Con todas estas noticias a su favor, poco después de las 2 am Trump subió al estrado del centro de convenciones de West Palm Beach, donde sus seguidores se congregaron para la celebración de los resultados y pronunció un discurso declarando su victoria.

“Esta será la era dorada de Estados Unidos”, dijo Trump. “Vamos a corregir lo que se hizo mal y vamos a sanar este país”.

El discurso fue una prolongación de sus mítines de campaña, pero más conciso y conciliador que en otras ocasiones, sin mencionar a Harris ni a sus rivales políticos. También dando espacio en el estrado a su compañero de fórmula, el virtual vicepresidente JD Vance, y desviando extensos elogios al magnate Elon Musk y sus cohetes, recordando que Musk proporcionó internet Starlink a Carolina del Norte.

“Esta victoria la vamos a recordar como el día en que el pueblo estadounidense recuperó en control de su país”, afirmó Trump entre aplausos de una delirante audiencia de seguidores. “Vamos a pagar la deuda, reducir los impuestos y reconstruir nuestro maravilloso país”.

El candidato republicano repasó sus promesas de campaña y aseguró que las cumplirá, entre ellas, el reforzamiento de la frontera y la expulsión de los inmigrantes indocumentados. Aseguró que los inmigrantes podrán venir a Estados Unidos, pero de manera legal y ordenada.

“Nada me va a detener para cumplir mis promesas y mantener mi palaba a ustedes, que hicieron esta victoria posible”, aseveró.

Calificó el movimiento político de MAGA como un acontecimiento sin precendentes en la historia del país y consideró que el triunfo fue posible gracias a una “realineación histórica”, con el apoyo de votantes de todos los orígenes y grupos sociales.

“Es hora de echar a un lado las divisiones y estar unidos”, señaló Trump. “El éxito nos va a unir”.

El discurso, de menos de una hora, concluyó con la predicción de que “este país será más próspero, más seguro y más fuerte”.

Trump arrasa en Florida y hace historia en Miami-Dade

Aunque la Florida se vaticinaba como donado por Trump, el triunfo no solo fue fácil sino aplastante, incluyendo na histórica conquista en el tradficionalmente demócrata condado de Miami-Dade.

Trump se impuso en Florida con 56% de respaldo, el mayor margen obtenido por un candidato presidencial en décadas, sacando una ventaja a Harris (43%) de más de 1.4 millones de votos. Ningún candidato presidencial había ganado el estado con una ventaja tan abrumadora desde 1988, cuando el presidente George H.W. Bush venció al demócrata Michael Dukakis por casi un millón de votos y más de 20 puntos.

Hacía también 36 años que ningún republicano triunfaba en el condado Miami-Dade. Aun los candidatos Hillary Clinton, en 2016, y Joe Biden, en 2020, quienes perdieron el estado floridano, habían triunfado en Miami-Dade con 63% y 53% del apoyo de los electores, respectivamente. Trump triunfó con el 55% de apoyo.

Los republicanos se beneficiaron ampliamente de la ola roja que tiñó el estado y el área de Miami.

Los tres congresistas cubanoamericanos María Elvira Salazar, Mario Díaz Balart y Carlos Giménez fueron reelectos sin dificultad, y también lo consiguió el senador Rick Scott, quien obtuvo el 54% de los votos para derrotar a su rival demócrata Debbie Murcasel-Powell (44.3%).

La republicana Rosie Cordero-Stutz fue elegida con el 56% como la primera alguacil del condado Miami-Dade en 60 años, derrotando al demócrata James Reyes (44%). Cordero-Stutz había recibido el endorso de Trump, mientras que Reyes era respaldado por la alcaldesa Daniella Levine-Cava.

Los votantes de Miami-Dade y Florida rechazaron también dos enmiendas a la Constitución estatal para aprobar el uso recreativo de la marihuana y legalizar el derecho al aborto después de las seis semanas de embarazo. Ambas enmiendas recibieron respaldo de más del 50% de los electores, pero debían alcanzar el 60% para ser aprobadas.

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