Cámara de Representantes de EE.UU aprueba iniciar juicio político contra cubanoamericano Alejandro Mayorkas
Sería el primer secretario de gabinete acusado en un juicio político en 150 años y el primer alto funcionario de origen cubano implicado en una acción semejante en la historia del Congreso.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos votó la noche de este martes en favor de destituir mediante juicio político (impeachment) al secretario de Seguridad Nacional, el abogado cubanoamericano Alejandro Mayorkas, por su manejo de la frontera sur del país.
La votación extremadamente cerrada de 214-213 dio un aire a la fragmentada mayoría republicana en sus intentos por destituir a Mayorkas, y culparlo por la crisis migratoria y el descontrol de los cruces fronterizos que golpea a la nación americana.
Mayorkas sería el primer secretario de gabinete acusado en un juicio político en 150 años y el primer alto funcionario de origen cubano implicado en una acción semejante en la historia del Congreso.
Los republicanos habían fallado en un primer intento el pasado 6 de febrero, pero fracasaron durante una sesión caótica en la que tres miembros de la bancada mayoritaria se opusieron a la medida y la votación fue de 216-214.
Después de la jornada aciaga, el líder de la Cámara, Mike Johnson, reclamó una segunda votación con el regreso del legislador Steve Scalise, quien no había podido participar antes por encontrarse en un tratamiento médico contra el cáncer, y la vuelta de otros que se vieron afectados por las tormentas de nueve en el noreste del país.
Y así se consiguió finalmente el voto, que en el caso de la Cámara solo requiere de una mayoría simple.
Sin embargo, la posibilidad de que Mayorkas sea destituido es extremadamente reducida.
Los cargos contra Mayorkas pasarán próximamente al Senado para el posible juicio, pero ni los senadores demócratas ni todos los republicanos están interesados en mover el asunto y no se descarta que la propuesta sea archivada en un comité.
Pero declararlo culpable requiere de parámetros mucho más exigentes que los esgrimidos para abrir el juicio. Los demócratas controlan el Senado en proporción de 51-49 y para un veredicto de destitución se requeriría el voto de dos terceras partes de sus miembros, lo que vislumbra un escenario poco probable para una condena.
Se espera que el Senado reciba los artículos de acusación de la Cámara después de regresar a sesión el 26 de febrero.
Mayorkas enfrenta dos artículos de juicio político presentados por el Comité de Seguridad Nacional, que argumenta que se negó “deliberada y sistemáticamente” a hacer cumplir las leyes de inmigración existentes y que violó la confianza pública al mentirle al Congreso y decir que la frontera estaba segura.
Pero quienes se oponen al juicio político consideran que los cargos contra Mayorkas equivalen a una disputa política sobre la estrategia fronteriza del presidente Joe Biden, y piensan que difícilmente alcance el nivel constitucional de delitos y faltas graves.
En principio, la Cámara había iniciado una investigación de juicio político contra Biden por los negocios de su hijo Hunter Biden, pero en cambio centró su atención en Mayorkas después de que la representante por Georgia y aliada del presidente Donald Trump, Marjorie Taylor Greene, impulsó el debate tras una investigación de meses. Greene actuará como gestora del juicio político.
“Será mejor que los senadores presten atención al pueblo estadounidense y a cómo se siente, y luego tendrán que leer nuestros artículos de juicio político”, dijo Greene, que tras la votación abrazó a Scalise.
El presidente Biden calificó el juicio a Mayorkas como un “acto flagrante de partidismo inconstitucional que ha apuntado a un servidor público honorable para realizar pequeños juegos políticos”.
Mientras, el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, demócrata por Nueva York, valoró el caso contra Mayorkas como un “juicio político falso” y un “nuevo mínimo para los republicanos de la Cámara”.
Los republicanos han culpado al secretario de Seguridad Nacional y a la actual administración por deshacer medidas implementadas en la presidencia de Trump para disuadir el flujo de inmigrantes, y en su lugar han flexibilizado las normas para atraerlos hacia la frontera.
Mayorkas ha sido el rostro público de una política que busca crear vías para que los inmigrantes vengan a Estados Unidos, como una aplicación como CBP One, que les permite programar una cita en la frontera para buscar su ingreso al país.
El funcionario ha dicho que está dispuesto a defenderse si el caso escala hasta un juicio político, pero que mientras tanto seguirá enfocado en realizar su trabajo.
Mayorkas, de 64 años, nació en La Habana en el seno de una familia judía y emigró a los Estados Unidos con apenas un año, en 1960. Pasó su infancia y juventud en Miami y luego en Los Angeles, y obtuvo su Licenciatura en Artes con honores por la Universidad de California, en Berkeley, en 1981, para luego recibirse como abogado en la Escuela de Leyes de la Universidad de Loyola.
En 2009, recibió por primera vez una nominación al gabinete presidencial cuando fue nombrado por el presidente Barack Obama como director de los Servicios de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos (USCIS). El Senado, incluídos los republicanos, aprobaron su nombramiento sin votación, a viva voz.
En 2013, fue confirmado como subsecretario de Seguridad Nacional (DHS) y trabajó mayormente en asuntos de ciberseguridad. El presidente Biden lo escogió en 2020 para formar parte de su administración como secretario del DHS.