Exlíder cubanoamericano de Proud Boys condenado a 22 años de cárcel

La sentencia de Tarrío es la más larga de las dictadas en relación con el asalto al Capitolio de Estados Unidos y establece un antecedente de peso para el caso pendiente contra el expresidente Donald Trump.

Exlíder cubanoamericano de Proud Boys condenado a 22 años de cárcel
Enrique Tarrío durante una manifestación de los Proud Boys en Portland, Oregon, en 2020. Foto: Allison Dinner/AP

El cubanoamericano Enrique Tarrío, exlíder del grupo extremista Proud Boys, fue condenado este martes a 22 años de cárcel por un tribunal federal de Washington DC, en lo que constituye la mayor sentencia en relación con el asalto al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021.

La sentencia dictada por el juez federal Timothy Kelly se produjo en una prolongada audiencia que comenzó poco después de las 2 pm. Los abogados de la defensa pidieron una condena menos severa que la solicitada por los fiscales del Departamento de Justicia, ascendente a 33 años.

Durante la sesión, que se extendió hasta poco antes de las 6 pm, Tarrío imploró clemencia al juez en nombre de su familia, pidió disculpas a los policías del Capitolio por las ofensas del día del asalto que describió como “una vergüenza nacional”, y reconoció que su retórica en redes sociales fue contraria incluso a su propia certeza de que Trump había perdido las elecciones.

“No soy un fanático político y hacer daño o cambiar los resultados de las elecciones no era mi objetivo… Por favor, tengan piedad”, dijo Tarrío. “Les pido que no me quiten mis 40 años”.

No puede volver a suceder

El juez Kelly, designado para el cargo por Trump, dijo que Tarrío no había mostrado previamente ningún arrepentimiento público por sus acciones y aseveró que era necesario un castigo severo para disuadir actos de violencia política en el futuro.

Kelly valoró que las acciones promovidas por Tarrío y sus seguidores podían ser catalogadas de terrorismo.

“No puede volver a suceder, no puede volver a suceder”, repitió el juez.

Su madre, sin poder contener las lágrimas, pidió al juez que fuera magnánimo con Tarrío, a quien defendió como un miembro útil de la sociedad.

Apelación a la vista

El abogado cubanoamericano Sabino Jáuregui, integrante del equipo de la defensa, dijo a la salida del tribunal que está en desacuerdo con la sentencia y adelantó que habrá una apelación en el caso.

Tarrío, de 39 años y residente en Miami, fue declarado culpable de conspiración sediciosa el pasado 4 de mayo por encabezar un complot que involucró a  partidarios de Donald Trump para impedir la transición pacífica de poder tras las elecciones presidenciales de 2020.

La sentencia de Tarrío y los restantes miembros de los Proud Boys es un hito significativo para el Departamento de Justicia y establece un antecedente de peso para el caso pendiente contra del expresidente Trump por su presunta instigación de la revuelta.

El proceso judicial que se extendió por más de tres meses e incluyó a otros cuatro miembros de su organización, quienes ya han recibido altas condenas por sus acciones violentas.

Caso de alto perfil

La condena a Tarrió cierra el caso de más alto perfil entre las acusaciones de conspiración en  la revuelta del Capitolio, que ha registrado más de mil implicados con cargos delictivos.

Con anterioridad fueron sentenciados por el juez Kelly los dos principales lugartenientes de los Proud Boys, Ethan Nordean y Joseph Biggs, a penas de prisión de 18 y 17 años, respectivamente; Zachary Rehl, a 15 años; y Dominic Pezzola, único acusado absuelto del cargo de conspiración sediciosa, a 10 años de prisión.

Los cinco condenados en el caso fueron convictos de delitos graves que incluyen obstrucción a un procedimiento oficial, obstrucción de las funciones del Congreso, conspiración para impedir que un funcionario cumpla con sus obligaciones, obstrucción a la aplicación de la ley durante desórdenes civiles y complicidad y destrucción de bienes del Estado.

Tarrío logró ser exonerado por el cargo de agresión a funcionarios, debido a que no estaba en el Capitolio el día de la revuelta. Fue detenido el 4 de enero de 2021 en Washington DC por llevar cargadores de rifle de gran capacidad y se le ordenó abandonar la ciudad.

Pero mensajes y vídeos presentados como evidencia durante el juicio lo vinculan con llamados a la violencia contra la presidencia entrante, por considerarla una amenaza contra el país.

Mensajes de violencia

Entre los mensajes de los Proud Boys están los manifiestos de “necesidad de la “guerra” y de una “revolución americana”, así como las referencias a llevar a los “traidores” ante pelotones de fusilamiento.

Tarrío formó parte de los llamados a una “guerra civil” usando el eslogan “No Trump… No hay paz. Sin cuartel”.

“No nos equivoquemos, lo hemos hecho nosotros”, escribió Tarrío en las redes sociales durante los disturbios del Capitolio.

Tarrío nació en Miami en 1984, en el seno de una familia de Matanzas que emigró a Estados Unidos. Antes de cobrar liderazgo en los Proud Boys contaba en su historial con dos causas delictivas: en 2014 fue hallado culpable y condenado por un tribunal federal a 30 meses por su implicación en un plan para reventa de dispositivos médicos robados; en 2003, fue sentenciado a una condena de libertad condicional por el robo de una motocicleta.

Tras una detención en 2012, Tarrío tuvo una prolífica colaboración como informante de organismos policiales locales y del FBI, laborando en repetidas ocasiones de forma encubierta, según muestran documentos judiciales.

En 2020 fue aspirante a representante federal por Miami-Dade, pero desistió en el intento. Con posterioridad, lideró protestas agresivas contra miembros del Partido Demócrata en el sur de Florida.

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