Donald Trump acusado de interferir elecciones presidenciales de 2020
Un gran jurado presentó oficialmente la acusación de cuatro cargos y tres actos de conspiración en un documento inusualmente pormenorizado de 45 páginas.
El cerco legal contra el expresidente Donald Trump se acortó seriamente este martes a través de cuatro cargos federales por sus intentos para interferir las elecciones de 2020 y propiciar el asalto al Capitolio de Estados Unidos.
Un gran jurado presentó oficialmente la acusación de cuatro cargos y tres actos de conspiración: para defraudar a Estados Unidos, obstruir un procedimiento oficial y para impedir el ejercicio contra los derechos de las personas.
“A pesar de haber perdido, el acusado estaba decidido a permanecer en el poder”, indica la acusación de 45 páginas, inusualmente extensa y detallada, casi listo para convertirse en material de serie televisiva o filme de Hollywood.
Trump deberá comparecer ante un tribunal en Washington DC el próximo jueves 3 de agosto a las 4 p.m. El caso ha sido designado de manera aleatoria a la jueza Tanya Chutkan, quien fue nominada por Barack Obama en 2014.
Tormenta de mentiras
El documento señala es que Trump desató una tormenta de mentiras sobre el supuesto fraude electoral masivo, y luego trató de conseguir que funcionarios estatales, locales y federales actuaran para cambiar los resultados de la votación.
“Estas afirmaciones eran falsas, y el acusado sabía que eran falsas. De hecho, el Acusado fue notificado en repetidas ocasiones de que sus afirmaciones eran falsas -a menudo por las personas en las que confiaba para un asesoramiento sincero sobre asuntos importantes, y que estaban mejor posicionadas para conocer los hechos- y deliberadamente hizo caso omiso de la verdad”, agrega la acusación.
Es el segundo encausamiento federal contra Trump en menos de dos meses. El expresidente fue acusado de 37 cargos por manipulación de documentos y obstrucción de la justicia el pasado 13 de junio, en proceso que irá a juicio en mayo del próximo año.
La acusación incluye una promenorizada narrativa de los hechos que rodearon el ataque de turbas al Capitolio, sede del Congreso y símbolo de la democracia estadounidense.
“El ataque al Capitolio de nuestra nación el 6 de enero de 2021 fue un acto sin precedentes a la sede de la democracia estadounidense”, dijo el fiscal especial Jack Smith al anunciar la acusación. “Fue alimentado por mentiras, mentiras del acusado”.
Trump y sus seis conspiradores
Trump es el único acusado en el documento que describe a seis co-conspiradores no identificados y hasta ahora sin cargos, pero potencialmente en un riesgo legal significativo.
No está claro si los conspiradores pudieran ser acusados por Smith próximamenteo si fungirán como posibles testigos de la fiscalía.
En el tope de esa lista está Rudolph W. Giuliani, exalcalde de la ciudad de Nueva York y exabogado de Trump. Giuliani se identifica en la acusación solo como “Co-Conspirador 1”, pero su identidad queda clara a partir de las descripciones del documento de las acciones de esa persona.
Otros detalles de la acusación hacen plenamente identificables al coconspirador 2 a John Eastman, descrito como “un abogado que ideó e intentó implementar una estrategia para aprovechar el papel ceremonial del vicepresidente que supervisa el procedimiento de certificación”.
El coconspirador 3 está también más que claro: es la señora Sidney Powell, quien es aludida como “un abogado cuyas afirmaciones infundadas de fraude electoral sonaban ‘locas”.
Llamadas comprometidas
Otros dos coconspiradores mencionados no pueden tampoco desdibujarse ante el público.
El coconspirador 4 se menciona como un exfuncionario del Departamento de Justicia que “intentó usar el DOJ para abrir investigaciones falsas de delitos electorales”. ¿Quién puede ser si no Jeffrey Clark? La “fidelidad” de Clark llevó a Trump a considerar su nombramiento como secretario de Justicia en los últimos días. de su administración.
Y el coconspirador 5 es un abogado que trató de implementar un plan “para presentar listas fraudulentas de electores presidenciales para obstruir el proceso de certificación”. La gota de agua cae sobre Kenneth Chesebro, un abogado que trabajó en el esquema para promulgar falsos electores presidenciales.
La acusación relata además que Trump usó llamadas telefónicas privadas, memorandos y otras reuniones para presionar a su vicepresidente Mike Pence para que lo ayudara a anular las elecciones.
Hubo al menos cuatro llamadas antes del 6 de enero -continúa la acusación- incluida una llamada en Navidad y Año Nuevo. En Navidad, Pence le dijo a Trump que no tenía la “autoridad” para anular las elecciones. El 1 de enero, volvió a decirle eso a Trump, según la acusación. “Eres demasiado honesto”, respondió Trump.
La acusación también alega que en la noche del 6 de enero, después de que los partidarios de Trump causaran estragos en el Capitolio, el abogado de la Casa Blanca llamó al acusado para pedirle que retirara cualquier objeción y permitiera la certificación electoral de Joe Biden, pero Trump se negó.
Favorecido entre los votantes
La acusación culmina una fase importante de la investigación de Smith sobre el expresidente, sus ayudantes y aliados, y constituye sin dudas los cargos de mayor seriedad en la lista de imputaciones federales que rodean a Trump.
Curiosamente, el momento es de plácemes para Trump respecto a las preferencias de sus seguidores y de los votantes republicanos. Las más recientes encuestas le dan abrumadora ventaja para ganar la nominación del Partido Republicano y lo igualan a Biden en una elección general en el país, cada uno con 43% de la intención de voto.
La excepcionalidad histórica es que la Constitución de EE.UU. no le quita el derecho a Trump para incluso poder gobernar si gana la elección presidencial y resulta culpable de felonías en alguno de los casos en marcha. En caso de llegar nuevamente a la Casa Blanca podría ejercer el recurso de autoperdonarse de sus delitos comprobados.
Pero con la acusación de este martes no terminan los acechos legales al magnate de Mar-a-Lago. Un jurado estatal del condado de Fulton, en Georgia, estaría a punto de presentar cargos penales contra Trump, sus abogados y asistentes por tratar de descarrilar los resultados de las elecciones de 2020.
Se espera una decisión en Georgia pueda producirse esta misma semana o a comienzos de la próxima, pues las barreras de protección están ya desplegadas en las afueras de un tribunal estatal.
También los estados de Michigan y Arizona están investigando maniobras de Trump y sus seguidores para revertir la victoria de Biden en ambos estados.