Luis Tiant, Pete Rose y el esquivo rostro de la fama
Quienes amamos el béisbol y no pudimos desde Cuba ver lanzar a Luis Tiant durante su larga presencia en Grandes Ligas, guardamos una especie de dolor por esas vivencias no experimentadas.
Por José Antonio Michelena
El 19 de julio de 1964, un jugador cubano protagonizó una hazaña en las Grandes Ligas de la que no me enteré hasta muchos años más tarde. Ese día, Luis Clemente Tiant Vega, conocido en el béisbol como Luis Tiant Jr, lanzando para los Indios de Cleveland, le propinó nueve ceros a los Yankees de New York, con once ponches y solo cuatro hits permitidos en su propia casa del Bronx. Fue su apertura inicial en las Mayores, la primera de sus muchas proezas en una impresionante carrera desde el montículo.
Para 1964, ya el gobierno de La Habana había abolido el béisbol profesional y yo había pasado, abruptamente, de ser un fanático del club Almendares a convertirme en un aficionado de Occidentales, primero, y de Industriales, después, en la instaurada Serie Nacional de Béisbol. Sin embargo, como había seguido con atención la última de las campañas (1960-1961) de la Liga profesional cubana tenía bien presente a Luis Tiant, quien fuera el número uno en el pitcheo de los Leones del Habana y los bateadores contrarios sufrían cada vez que lo enfrentaban. Su recta era muy veloz.
La abolición del béisbol profesional en Cuba fue acompañada de su demonización, de su cancelación en la prensa, y por más de tres décadas no supe qué pasaba en el circuito de mayor nivel en ese deporte. Mas, cuando tuve acceso a la bibliografía y las estadísticas de Grandes Ligas, quedé deslumbrado con los números de Luis Tiant Jr: En 19 temporadas, tuvo un récord de 229-172, con 3.30 de ERA, 2,416 ponches y un WHIP de 1.20. De esas 229 victorias, 49 fueron por nueve ceros.
Aún así, la Asociación de Escritores de Béisbol de América le negó el acceso al Salón de la Fama del Béisbol entre 1988 y 2002, como también el comité de la era dorada en 2011 y 2014, y el comité de la era moderna en 2017.
Luis Tiant acaba de morir este 8 de octubre, cuando le faltaban apenas unas semanas para cumplir los 84 años. Lo primero que me vino a la mente al conocer la noticia fue que murió sin entrar en el Salón de la Fama, y a continuación lo conecté con Pete Rose (1941-2024), a quien siguió al otro mundo con escasos días de diferencia.
Entonces recordé lo expresado por un testimoniante en la serie documental de HBO Charlie Hustle y el caso de Pete Rose, acerca de la gran injusticia que sería si Pete Rose muriera sin entrar en el HOF. Con Pete Rose, al menos las cosas parecen claras: fueron las apuestas que realizó, incluso a su propio equipo, lo que se interpuso en su camino a Cooperstown (hasta ahora); pero, ¿qué pasó con Luis Tiant Jr? ¿Por qué sus números, su trayectoria, no han convencido a los electores? ¿Acaso no hay lanzadores con menos aval en el HOF?
La muerte de Luis Tiant ocurre en medio de una postemporada de Grandes Ligas que está resultando muy reñida en sus inicios y no pocos recordarán la Serie Mundial (WS) de 1975, entre los Medias Rojas de Boston y los Rojos de Cincinnati, una de las más disputadas y célebres de todas en la historia. En esa WS, Tiant ganó dos juegos y lanzó ocho entradas en un tercero, pero no fue suficiente para Boston y la Gran Maquinaria Roja, encabezada por Pete Rose, terminó imponiéndose.
Fue justamente en el verano de 1975 cuando Luis Tiant se reencontró con sus padres, a quienes no veía desde hacía catorce años. Como cubano emigrado, “El Tiante” conoció bien lo que eso ha implicado: la separación familiar forzosa y el silencio de la prensa oficial sobre tu persona en el lugar de nacimiento, donde quizás debería proclamarse el orgullo con mayor intensidad. (Por cierto, El Tiante es también el nombre que lleva el exitoso puesto de sandwiches cubanos en el Fenway Park, en Boston).
Ese silencio injusto comenzó a disiparse cuando Tiant lanzó la primera bola en el juego celebrado en La Habana el 23 de marzo de 2016 entre los Rays de Tampa Bay y una selección cubana, al que asistió el presidente Barack Obama. Nueve años antes, Tiant había visitado Cuba después de una ausencia de 46 años. Tuvo mayor “suerte” que su comadre Celia Cruz, quien murió en 2003 sin regresar a su patria.
Quienes amamos el béisbol y no pudimos ver lanzar a Luis Tiant durante su larga presencia en Grandes Ligas (como tampoco pudimos desde Cuba ver jugar a Camilo Pascual, Mike Cuéllar, Tony Taylor, Zoilo Versalles, Bert Campaneris, o Leonardo Cárdenas, entre muchos otros), guardamos una especie de dolor por esas vivencias no experimentadas.
Algún día, tanto el lanzador cubano con los mejores números en la MLB como el líder en hits de todos los tiempos, entrarán al Salón de la Fama en Cooperstown. Pete Rose será perdonado y Luis Tiant recibirá el reconocimiento que le faltó en vida. Que la gloria los acompañe siempre y mucha luz para ellos.