Los Rangers de Texas, campeones de la Serie Mundial
El equipo texano derrotó 5x0 a Arizona para coronarse por primera vez en un Clásico de Otoño desde el establecimiento de la franquicia hace 62 años.
Los Rangers de Texas se coronaron este miércoles campeones de la Serie Mundial, rompiendo una sequía histórica que se prolongó por 62 años.
El equipo comandado por el futuro miembro del Salón de la Fama, Bruce Bochy, lo cumplió en su tercer viaje al Clásico de Otoño y tras dos experiencias frustrantes, en 2010 y 2011, cuando estuvieron a un strike de conseguirlo.
Esta vez sí ganaron los Rangers, la franquicia con más antigüedad que faltaba por alzar un trofeo de Serie Mundial. Lo han hecho en una porfía de gran intensidad, entrega total sobre el terreno y estelaridad a toda prueba, derrotando a un equipo como los Diamondbacks de Arizona, que no fue menos como rival y derrochó coraje y resiliencia para acariciar la cumbre.
Texas además ha triunfado con una racha de 11 victorias al hilo en la carretera, sin perder un solo juego fuera de casa, lo que hace su coronación tan sensacional como inaudita. Va a ser difícil que un equipo pueda repetir un desempeño en postemporada con este factor victorioso jugando en el terreno de sus rivales.
Lo que sucedió anoche en el juego 5 entre ambos equipos fue también de leyenda, un partido digno de Serie Mundial, dicho a la usanza de los maestros narradores del béisbol. Los Rangers se impusieron a los D-backs por 5×0, un marcador que no refleja ciertamente la tensión y el titánico duelo que protagonizaron ambos equipos en los predios del Chase Field de Phoenix.
Un juegazo de pelota con todas las de la ley fue lo que vimos la noche del miércoles, duelo a ceros hasta las postrimerías del partido, con un inmenso Zac Gallen que estuvo tirando un no hit/no run hasta el séptimo capítulo, en lo que sin dudas clasificaba como el juego más importante de su carrera.
Pero Gallen no tenía la suerte a su favor, aunque estuvo más dominante que su rival, Nathan Eovaldi. En la parte alta del séptimo, Corey Seager abrió la entrada con el primer hit de los Rangers, una rolata inofensiva que aprovechó la brecha abierta por el antesalista Evan Longoria, cubriendo cargado a segunda.
Y entonces sucedió lo que los Rangers supieron hacer durante toda la temporada: lograr los batazos oportunos, ligar conexiones productivas. El novato de lujo Evan Carter disparó un doblete para llevar a Seager a tercera, y Mitch Garver disparó un sencillo al center field para romper el celofán y descarrilar la hazaña de Gallen, quien se fue a las duchas con solo 83 lanzamientos.
Hasta ese momento las opciones de anotar habían estado más al alcance de Arizona, que puso corredores en tercera y segunda con un out en el tercer episodio, y llenó las bases en el quinto, pero faltó el batazo oportuno. Los D-backs se fueron de 9-0 con corredores en posición anotadora y Eovaldi pudo salir de las situaciones embarazosas haciendo los lanzamientos más enconados.
A Eovaldi lo sustituyó el supersónico cubano Aroldis Chapman en el séptimo. Chapman sacó dos out a rectazo limpio y cedió una base, para ser relevado por Josh Sborz, que tiró 2.1 innings impecables, con un hit permitido y cuatro ponches.
El juego llegó al noveno con la ventaja mínima de los Rangers y los D-backs le dieron la pelota al cerrador Paul Sewald, que fue una pieza clave en la postemporada con seis salvamentos, pero que resultó desastroso en la Serie Mundial.
Y la batería letal de Texas no le dio tregua, inclinando definitivamente el juego de un solo lado.
Josh Jung y Nathaniel Lowe le abrieron la entrada con sencillos consecutivos y despuén vino la jugada de la debacle. Jonah Heim siguió la rima con un metrallazo al center field que se le escapó a Alek Thomas entre las piernas para abrirle el plato a dos anotaciones y poner a Heim en tercera.
El puntillazo con dos outs estuvo a cargo del capitán Marcus Semien, con jonrón de línea por el left field que alargó las caras de los fanáticos de Arizona y puso el marcador final en la pizarra.
El noveno se fue de 1-2-3 para los locales, con ponche de cierre para Katel Marte, que vio detenido en 20 su récord de más partidos consecutivos de postemporada bateando de hit.
La celebración se desató en el Chase Field.
El mánager de Arizona, Torey Lovullo, no pudo contener las lágrimas ante la derrota, pero definió con dignidad deportiva el mérito de los campeones: “Fueron el mejor equipo. Nos ganaron de manera justa”.
Corey Seager recibió el trofeo Willie Mays de Jugador Más Valioso (MVP) en la Serie Mundial, convirtiéndose en el cuarto pelotero de la historia de Grandes Ligas que consigue el premio en múltiples ocasiones. Seager lo obtuvo antes con los Dodgers en 2020. En el selecto grupo lo acompañan nada menos que tres miembros del Salón de la Fama: Sandy Koufax, Bob Gibson y Reggie Jackson.
El festejo de la victoria con champagne fue el colofón de la jornada y la entrada de los Rangers de Texas en una nueva era para la franquicia. Ganar una Serie Mundial es tocar la gloria. Y Adolis García empezó desde temprano a divertirse en el dogout, como presagiando el final para el que tanto contributó con sus batazos.
Termina una temporada extraordinaria, con más sorpresas y revelaciones que de costumbre. Fue un gran año para los peloteros cubanos, que sumaron una treintena en las franquicias de Grandes Ligas y cobraron un protagonismo singular en 2023. La figura descollante, sin dudas, el avileño Adolis García, en un momento de consagración con su premio de MVP en la Liga Americana.
No hay que ponerse tristes. El béisbol estará de vuelta en 148 días.