Locura azul: Dodgers campeones de la Serie Mundial en peleada victoria de 7×6
Fue el octavo título en un Clásico de Otoño para la franquicia de Los Ángeles y el cuarto que obtienen en porfía contra los Yankees. Freddie Freeman resultó elegido el MVP.
Los Dodgers de Los Ángeles se coronaron campeones de la Serie Mundial al filo de la medianoche del miércoles con un triunfo de 7×6 frente a los Yankees de NY, demostrando garra competitiva y destreza para aprovechar las pifias de sus rivales.
Fue el octavo título en un Clásico de Otoño para la franquicia californiana y el cuarto que obtienen en porfía contra los Yankees. Un merecidísimo triunfo al equipo que más juegos ganó en la temporada 2024 y también el que mejor lo hizo en la postemporada.
La jornada final fue rara y desconcertante para los perdedores ante su exigente afición, y enaltecedora para un conjunto visitante que no perdió la confianza en revertir un marcador adverso contra el as derecho Gerrit Cole.
Parecía que la Serie Mundial iba a tener mucha más vida después de la noche de Halloween, pues los Yankees comenzaron el quinto juego con poderosos golpes de autoridad. El abridor Jack Flaherty recibió temprano castigo luego de darle base a Juan Soto y soportar cuadrangulares pegados de Aaron Judge, que pareció haber despertado finalmente, y Jazz Chisholm. Pero el bombardeo siguió con otra raya en el segundo capítulo por doble de Anthony Volpe y metrallazo de Alex Verdugo, y una más en el tercero, por estacazo de Giancarlo Stanton, su séptimo vuelacercas de la postemporada.
Mientras, Cole paseaba la distancia con absoluto dominio y serenidad, con juego sin hits en los cuatro primeros capítulos.
Y ganando 5×0 llegó el quinto y fatídico episodio para los Yankees. No lo dudemos: este inning va a ser recordado por generaciones de fanáticos como el peor trance de los Yankees en largo tiempo.
La mecha la prendió Kike Hernández, que sigue demostrando ser un pelotero de momentos cruciales. Vinieron entonces dos errores seguidos de Judge y Volpe (imperdonable sobre todo el de Judge), que llenaron las almohadillas de Azules, pero Cole metió el brazo y repartió sendos ponches para Gavin Lux y Shohei Ohtani.
Cuando parecía que la entrada estaba en punto de mate, una rolata a primera de Mookie Betts se convirtió en hit impulsor, entre la lentitud de Anthony Rizzo y el despiste de Cole de no ir automáticamente a cubrir la inicial. Y los errores mentales cuestan tan caro como los que se apuntan como tales. Un equipo que está peleando por el título de Serie Mundial no puede cometer tantos errores en un juego de vida o muerte.
Tras el traspiés, pues vino la debacle. Freddie Freeman disparó un cohete al center field para remolcar dos, y Teoscar Hernández lo secundó con un largo doblete a la misma pradera para traer las del empate.
Los Yankees se desmarcaron con otra anotación en el sexto, por boletos a Soto y Judge, out forzado por batazo de Chisholm y sacrificio de fly de Stanton.
Los Dodgers trajeron a Blake Treinen ante el descontrol de Brusdal Graterol y no pudo ser mejor la decisión.
Treinen cerró el inning y tiró a puro coraje e inteligencia el séptimo y el octavo para anotarse el punto ganador. El cierre del noveno lo protagonizó desde la lomita Walker Buehler para sellar la victoria y el campeonato.
Las carreras decisivas otra vez con la bujía de Kike Hernández y Tommy Edman, un boleto y dos sacrificios de fly al campo central.
¿Qué falló para los Yankees? ¿Fueron los Dodgers demasiado superiores sobre el terreno?
Después del batacazo del primer juego en Los Angeles, el equipo no logró recuperar el camino victorioso y su principal pilar, el gigante Judge, estuvo realmente fuera de sí. Los Yankees evidenciaron sus lagunas en la defensa y el pitcheo de relevo, y la superioridad de un equipo más completo como los Dodgers marcó la diferencia.
No había dudas de que el MVP de la Serie Mundial iría a las manos de Freeman, quien emergió como la gran figura de los Dodgers ante el descenso ofensivo de Ohtani.
Todo crédito para el trabajo de dirección de Dave Roberts y su cuerpo asistente. Si muchas veces se han criticado las decisiones de Roberts, culpándole por los descalabros de los Dodgers en los juegos decisivos, creo que la actual temporada lo consagra como un mánager eficaz, que supo manejar el talento a la máxima capacidad. Sin olvidar toda la tenaz encomienda cumplida con visión de largo alcance por el presidente de operaciones de la franquicia, Andrew Friedman.
La franquicia de los Dodgers cumplió su duodécimo viaje consecutivo a postemporada, con dos títulos de Serie Mundial. El triunfo de este miércoles los sitúa en el pelotón de equipos con más cantidad de triunfos en el Clásico de Otoño, una lista que encabezan los Yankees (27) y los Cardenales de St. Louis (11) seguidos por Red Sox y Atlhetics (9) y ahora Gigantes y Dodgers (8).
Termina una temporada espléndida y emerge un gran campeón. Este viernes será el desfile de la victoria en Los Angeles y la locura azul arrastrará a la fanaticada que tanto ha esperado por momentos de gloria.
Como mencionó Roberts en el encuentro con la prensa tras el partido, desde el lugar celeste donde está, Fernando Valenzuela estará también sonriendo y celebrando este momento como parte de una historia que le pertenece y que enorgullece a la familia del béisbol en todas las latitudes.
Nos vemos pronto en la fiesta de la temporada 2025.
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