Grandes Ligas: Aroldis Chapman regresa por la goma

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Chapman, regreso glorioso como cerrador.

Por Eric Reynoso

Nadie imaginó que Aroldis Chapman, el zurdo de oro de los Rojos de Cincinnati, estuviera de regreso en la temporada de Grandes Ligas para cerrar un juego en mayo, luego de sufrir una fractura de cráneo en el entrenamiento de primavera.

Pero el supersónico demostró este domingo que es un guerrero dispuesto a luchar y no amedrentarse ante los retos.  Chapman se montó en el box y repartió tres ponches a los encendidos bateadores de los Rockies de Colorado para sellar la victoria de su equipo y alzarse con el primer juego salvado de año.

“Estoy bastante contento y bastante emocionado… Hoy fue un día de muchas emociones para mí”, dijo al terminar su faena.

Chapman entró en el noveno para enfrentar la tanda de terror de los Rockies, el equipo más bateador entre todos los de Grandes Ligas, con promedio colectivo de 302. Vino además con la tanda alta, encabezada por el líder de los bateadores,  el sensacional Troy Tulowitzki, que conecta para 395, seguido por un desfile de terror: Carlos González, Nolan Arenado y Justin Morneau.

Ponches a granel

Entonces el zurdo holguinero se vistió de gloria. Después de una trabajada base a Tulowitzki, repartió strikes a diestra y siniestra para dejar con el bate al hombro al trío en fila.

Buen debut para Chapman y mejor noticia para los Rojos, que necesitan sacudirse del fantasma de las lesiones con que comenzaron la temporada. Homer Bailey tiró 7.1 innings para llevarse su tercer triunfo de la joven campaña. Una joya de pitcheo, para dejar a los toleteros de Colorado en solo cuatro hits.

La victoria de 4×1 puso al Cincinnati con  balance de 17-19,  terceros en la División Central de la Liga Nacional, a seis juegos de los increíbles Cerveceros de Milwaukee (24-14).

Chapman dio este domingo una prueba de su tenacidad  y su coraje. Nada fácil es regresar apenas a siete semanas de una operación de esa magnitud, ajustarse en ligas menores y salir adelante, porque no se trata solo de un problema de capacidad física sino de temperamento para asumir el riesgo con la determinación que mostró el holguinero.

Sin tiempo para lamentaciones

El accidente tuvo lugar la noche del 19 de marzo en un juego de entrenamiento en Arizona, cuando un lineazo del  cátcher venezolano Salvador Pérez le pegó en pleno rostros, dejándolo tendido de dolor sobre el montículo.

Chapman fue operado horas después y se le insertó una placa de metal en el cráneo, la cual llevará de manera permanente, El impacto de la pelota le produjo una fractura craneal y una conmoción cerebral moderada, pero sus lesiones no dejaron secuelas mayores.

El lanzador no perdió tiempo en la recuperación y mantuvo su cuerpo en forma. La semana pasada se presentó en un partido de ligas menores para completar su preparación.

En la temporada del  2013, Chapman  tuvo marca de 4-5 con 38 salvamentos en 42 oportunidades, promedio de efectividad de 2.54 y 112 ponches acumulados en  63.2  innings de actuación.

Su promisorio retorno al montículo es una excelente noticia. El cohete rojo está en pie.

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