Rubén Blades: Sobre el discurso inaugural de Donald Trump

Lo primero que sugiero al gobierno de Panamá es no permanecer callado. Los desatinos de Trump deben ser respondidos con energía y sin vacilaciones.

Rubén Blades: Sobre el discurso inaugural de Donald Trump
Canal de Panamá en una vista aérea. Foto: Gobierno de Panamá.

Por Rubén Blades*

Ayer, durante su alocución inaugurando el inicio de su segundo mandato presidencial, Donald Trump repitió su amenaza de “recobrar” el Canal de Panamá para Estados Unidos y al hacerlo confirió un tono oficial a su alucinada demanda.

En su intervención, Trump presentó las mismas afirmaciones sin sustento real que expresó anteriormente:  “Panamá trata a las naves norteamericanas injustamente, les cobra de más, y que China controla el Canal”, agregando además, que “Panamá ha violado las normas del Tratado”.

Aunque ninguna de sus aseveraciones ha sido respaldada con pruebas, corresponde al gobierno panameño asumir el asunto seriamente y prepararse para presentar razonadas respuestas ante organismos internacionales, en el caso de que el gobierno norteamericano ordene acciones concretas que atenten contra el interés y la soberanía del área canalera, o de cualquier otra parte del territorio nacional.

Lo primero que sugiero al gobierno de Panamá es no permanecer callado. Los desatinos de Trump deben ser respondidos con energía y sin vacilaciones.

Lo segundo es crear un bloque de aliados a nivel internacional que apoyen a Panamá en su justo rechazo a las falsas acusaciones ya descritas.

El narcisismo de Trump, unido a un deseo de imitar a los líderes autoritarios que admira (el autócrata, invasor de Ucrania, Vladimir Putin, es uno de ellos), su ausencia de escrúpulos y colosal ignorancia, presentan una peligrosa combinación de factores.

Asumir que Trump no habla en serio, o considerar que sus acusaciones son tan absurdas que no podrán prosperar ante un análisis racional, no deben crear en el gobierno panameño un falso sentido de seguridad. Al egomaníaco que acaba de asumir el poder que confiere la presidencia de los Estados Unidos aparentemente no le preocupan realidades como por ejemplo, el que China sea propietaria de 384,000 acres de tierra cultivable dentro de Estados Unidos y además dueña del 2.6% de la deuda externa de Estados Unidos (casi $900 billones de dólares). La relación comercial entre China y Estados Unidos representa hoy cerca de un trillon de dólares (hasta Elon Musk, uno de los hombres más ricos del mundo y aliado político de Trump, tiene a su compañía de autos eléctricos Tesla radicada en China, quien es además la dueña del negocio).  Con tanto dinero intercambiando manos entre estos dos países, la hostilidad de Trump hacia China comunista me resulta contradictoria y geopolíticamente antojadiza.

El Canal es el verdadero objetivo de Trump, un narcisista que con posturas y amenazas de invasiones anhela alcanzar la  inmortalidad del cuarteto presidencial esculpido en Mount Rushmore. Panamá tiene que prepararse para la eventualidad de otra intervención armada estadounidense que, aunque tan ilegal como la de 1989, esta vez no podrá ser defendida por parte de la ciudadanía panameña alegando la necesidad de restaurar la democracia. 

Rubén Blades
21 de enero, 2025

*Cantante, compositor y político panameño, figura emblemática de la música latinoamericana. Este artículo apareció en la página digital La Esquina de Rubén Blades, y se publica en CaféFuerte con el consentimiento expreso de su autor.

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