Azari Plisetsky de visita en Cuba
A los 87 años, con envidiable vitalidad, el legendario bailarín, coreógrafo y maitre ruso asiste como invitado al 28 Festival Internacional de Ballet de La Habana.
El legendario bailarín, coreógrafo y maestro ruso Azari Plisetsky, una leyenda viva en el mundo del ballet está de visita en Cuba y sus recuerdos más sentidos siguen en los escenarios que compartió con Alicia Alonso.
Plisetsky asiste como invitado del 28 Festival Internacional de Ballet de La Habana y ofreció este jueves una conferencia de prensa sobre sus vínculos con Alicia y su experiencia de inserción en el ballet cubano tras su llegada al país en 1963.
“Cuando empezamos a trabajar con Alicia, me di cuenta que no habría problemas. Nos entendíamos a tal punto que muchos años después hasta me reconocía solamente con el tacto”, confesó.
Plisetsky fue principal partenaire de Alicia por nueve años y pudo también impartir clases en la academia de ballet de La Habana, alternando sus compromisos como bailarín y coreógrafo. En Cuba aprendió español y creó coreografías como La Avanzada (1964), Primer Concierto (1971) y Canto Vital (1973), que aún forma parte del repertorio del Ballet Nacional de Cuba (BNC).
A los 87 años, su vitalidad es envidiable y su memoria permanece intacta.
“Tuve la suerte de ver crecer una nueva generación, esos pequeños a los que le daba clase que se convirtieron en figuras tan importantes como Jorge Esquivel y Orlando Salgado”, recordó Plisetsky, que llegó a Cuba siendo solista del Teatro Bolshoi.
Rememoró que el elenco de bailarines hombres era entonces muy escaso en el BNC, por lo que su tarea fundamental fue formar nuevos profesionales y poner la danza masculina al nivel de las bailarinas.
Tuvo palabras elogiosas para Alicia como una gran ciudadana de la cultura que defendió la danza clásica en un momento en que estaba en peligro.
Plisetsky reconoció que el ballet Carmen fue un trabajo que le aportó mucho profesionalmente y le sirvió incluso para aplicar el aprendizaje a su retorno al Teatro Bolshoi en 1973.
“Al regresar a Moscú ayudé a incluir algunas características del Carmen que se realizaba en Cuba”, comentó.
Plisetsky dejó la Unión Soviética en 1978 para trabajar con el Ballet del Siglo XX, de Maurice Béjart. En 1981, fue nombrado maestro de ballet del Teatro Kírov, y entre 1983 y 1984 estuvo en el Ballet de Marseille, de Roland Petit.
En 1987, viajó a Madrid como coreógrafo invitado del Ballet Lírico Nacional, compañía en la que sirvió como maestro de ballet y director adjunto hasta 1989.
En Rusia fue maestro de ballet y coreógrafo del Teatro Estatal de Ballet de Moscú.
Plisetsky es hermano de la célebre bailarina Maya Plisetskaya. Su familia fue víctima de la persecución de Stalin.
Su padre fue un oficial soviético que Stalin ordenó fusilar en 1938. Ese mismo año, su madre, la actriz de cine mudo Rachel Messerer, fue arrestada y enviada a un campo de trabajo del Gulag junto al pequeño Azari de meses.
Madre e hijo fueron enviados al destierro a Shymkent, en Kazajistán, en 1939. Retornaron a Moscú dos años después, y Plisetsky pudo ingresar en la Escuela Central de Música del Conservatorio de Música y luego en la Escuela de Ballet del Bolshoi, de donde se graduó en 1956.
El 28 Festival Internacional de La Habana comenzó el pasado lunes y se extenderá hasta el próximo 10 de noviembre.