Max Marambio, su historia oculta en Miami
Por Wilfredo Cancio Isla
El empresario chileno MaxMarambio -investigado actualmente en Cuba por delitos de corrupción- guarda una historia desconocida como organizador de los vuelos de la comunidad cubana a la isla y fue objeto de un arresto en el aeropuerto de Miami en 1979 por portar un arma de fuego.
Sólo que entonces se hacía llamar Carlos Alfonso, una de las falsas identidades que le proporcionó la inteligencia cubana para sus misiones internacionales.
“Lo recuerdo como si fuera hoy”, asevera un exiliado cubano que participó en las negociaciones con La Habana para la apertura de los viajes familiares desde Estados Unidos. “Fue una pieza clave para echar a andar el negocio de los vuelos fletados, porque era muy hábil para gestionarlo todo, desde el papeleo hasta contratar abogados en Washington”.
Tres personas que estuvieron relacionadas con el nacimiento de la industria de los viajes a Cuba confirmaron la presencia de Marambio en Miami. Todos prefirieron hablar con CaféFuerte sin ser identificados, alegando motivos personales.
Testaferro de La Habana
Marambio vino a Miami como testaferro del gobierno de Fidel Castro para asegurar las operaciones de vuelos fletados, que se iniciaron en enero de 1979. Los testimoniantes sitúan su llegada a la ciudad en la segunda mitad de 1978, luego de que las visitas familiares fueran autorizadas por Washington y La Habana durante el gobierno de Jimmy Carter.
Usando el nombre de Carlos Alfonso González, Marambio figuró como presidente de Havanatur en Miami.
“Visitaba frecuentemente el Hotel del OMNI, en Biscayne Boulevard, donde pasaba tiempo en las maquinitas de juego”, señaló un testimoniante.
Marambio alquiló un apartamento de Brickell Tower, en el distrito financiero de Brickell, y vivió allí por al menos seis meses. Fue a mediados de 1979 que se produjo su detención en el Aeropuerto Internacional de Miami, cuando intentaba tomar un vuelo con destino a Washington portando un arma de fuego.
Según los testimonios, Marambio fue detenido en el aeropuerto miamense por Joe Dawson, agente especial del FBI. Dawson habla perfectamente el español porque nació y vivió parte de su infancia en Cuba.
Dawson, ya retirado, fue contactado por CaféFuerte a través de la oficina del FBI en Miami, pero declinó comentar sobre el incidente.
La portavoz del FBI, Judith Orihuela, explicó que la entidad no conserva datos del arresto de Marambio, alias Carlos Alfonso, debido a que la documentación fue destruida.
“Nuestros archivos no conservan información sobre ese incidente”, afirmó la funcionaria. “Es práctica regular del FBI destruir información que no resulte relevante”.
El abogado de Marambio en Santiago de Chile, Eduardo Contreras, no atendió las llamadas de CaféFuerte.
En esa ocasión Marambio fue arrestado y fotografiado, pero al parecer el caso no tuvo mayores implicaciones y fue desestimado, sin producirse un encausamiento formal.
El oficial itinerante
Sin embargo, el nombre de Carlos Alfonso aparece actualmente en la lista especial de individuos y compañías designadas (SDN) del Departamento del Tesoro. Los enlistados son narcotraficantes y personas con vínculos con países considerados terroristas o sujetos a un embargo comercial, lo que convierte en ilegal cualquier relación comercial que puedan establecer con entidades en Estados Unidos.
En sus controversiales denuncias en Miami en 1980, el reverendo Manuel Espinosa se refirió a Alfonso como un “coronel de la Dirección General de Inteligencia de Cuba, chileno mercenario al servicio de Fidel Castro, y quien aparece bajo el nombre de presidente de Havanatur”.
En marzo de 1982, durante una audiencia ante el Congreso, el investigador policial Sergio Piñón identificó a Alfonso como un agente de la inteligencia cubana. A esas alturas Marambio ya había abandonado el territorio estadounidense y Havanatur se encontraba investigada por un jurado federal por violar las leyes del embargo y realizar labores de inteligencia al servicio del régimen castrista.
Por esos años, Marambio también utilizó identificación y pasaporte cubanos bajo el nombre de Luis Rodríguez. Con esta identidad votó en 1975 en la embajada de Cuba en el Líbano durante el referendo para aprobar la Constitución socialista, instaurada finalmente en 1976.
Ex guardaespaldas del presidente chileno Salvador Allende y amigo personal de Fidel Castro, Marambio había retornado a Cuba en 1974 tras el golpe militar de La Moneda. Sus amigos cubanos en Chile, los hermanos Tony y Patricio de la Guardia, lo acogieron en Tropas Especiales, un cuerpo élite del Ministerio del Interior (MININT), y le asignaron misiones encubiertas alrededor del mundo. Llegó a ostentar grados de teniente coronel.
En 1978 fue uno de los fundadores de la corporación CIMEX, convertida en el mayor holding comercial de la isla, y estuvo vinculado al departamento MC del MININT, que resultó desmantelado durante la Causa No. 1 de 1989.
Pero El Guatón -como se le conoce entre sus allegados- se desmarcó del CIMEX para crear, en 1985, la megacorporación ING, que abarcó empresas en los sectores turístico, inmobiliario y agroindustrial. Bajo la sombrilla de ING surgió su gran negocio en Cuba: Alimentos Río Zaza, oficialmente establecida en noviembre del 2001 como una empresa de capital mixto, y que llegó a facturar 100 millones de dólares anuales.
El fin de la ilusión
Pero los días de protección y gloria de Marambio en Cuba parecen haber quedado definitivamente en el pasado. Al empresario, de 63 años, se le inculpa por actos en perjuicio de la actividad económica o de la contratación, malversación, falsificación de documentos bancarios y de comercio y estafa.
El gobierno cubano informó que ya no es necesario que Marambio declare en Chile como parte de la investigación sobre Alimentos Río Zaza, según trascendió este viernes en medios chilenos. El lunes se venció el plazo dado por las autoridades cubanas para que compareciera ante la justicia, según la requisitoria del MININT, aparecida en la Gaceta Oficial.
Aunque ya no será declarado en rebeldía, las autoridades cubanas consideran que tienen “antecedentes suficientemente fundados para fundamentar las imputaciones’ contra el empresario.
Con anterioridad, la justicia cubana le envió un exhorto con 21 preguntas sobre las actividades comerciales de Alimentos Río Zaza. La fiscalía chilena había puesto como condición que las autoridades cubanas presenciaran por videoconferencia el interrogatorio de Marambio.
El gobierno cubano podría ordenar su captura ante la justicia chilena, un proceso extremadamente complejo y prolongado. Cuba y Chile no tienen tratado de extradición.
Extrañando a Marambio
Alimentos Río Zaza comercializaba leche, jugos, galletas y ron en moneda convertible, productos con amplia aceptación entre los consumidores cubanos.
Sin embargo, desde que Marambio ordenó congelar las operaciones de la empresa, el pasado febrero, los populares jugos Tropical Island y los llamados “planchaditos” (ron barato envasado con tecnología Tetrapak) desaparecieron paulatinamente del mercado. Los “planchaditos”se vendían a 1 CUC (1.24 dólares).
“Aunque aquí se desconocen los pormernores del caso Marambio, lo que sí la gente extraña es el abastecimiento de productos de Río Zaza que había en las tiendas en divisas”, comentó desde La Habana el economista disidente Oscar Espinosa Chepe.
Para remplazar los surtidos de jugos en las tiendas e divisas, Cuba ha optado por importar jugos de las marcas Sonrisa (México) y Watts (Chile).
La investigación sobre Alimentos Río Zaza se abrió el 14 de diciembre del 2009 y hasta el momento han sido detenidas e interrogadas más de 100 personas vinculadas a los negocios de la empresa.
La pesquisa policial no sólo salpica a firmas como Sol y Son y la estatal Cubana de Aviación, sino incluso a algunos gobiernos provinciales y municipales que obtuvieron beneficios financieros de cuentas proporcionadas por Alimentos Río Zaza.
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