Respuesta a la crisis cubana: Díaz-Canel convoca a marcha combatiente el 20 de diciembre
La marcha se realizará frente a la Embajada de Estados Unidos en La Habana para condenar el recrudecimiento del embargo y la permanencia de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel convocó a una marcha masiva frente a la embajada de Estados Unidos en La Habana, el próximo 20 de diciembre para condenar la política de Washington hacia Cuba.
El anuncio de Díaz-Canel se produjo al clausurar este viernes el IX Pleno del Comité Central del Partido Comunista en el Palacio de la Revolución, horas antes de salir rumbo a Caracas para participar en la XXIV Cumbre del ALBA. A la reunión asistieron los nonagenarios dirigentes históricos Ramiro Valdés y José Ramón Machado Ventura, pero Raúl Castro no participó.
“En respuesta a ese diseño de política hostil incrementada, convocamos desde este Pleno al heroico pueblo cubano a una marcha combatiente el próximo 20 de diciembre, al concluir la Sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular”, manifestó el mandatario.
El Parlamento cubano celebrará su cuarto periodo ordinario de sesiones entre el 18 y el 20 de diciembre. La “marcha combatiente” será la primera manifestación política masiva contra la política de Washington que enfrentará el recién designado jefe de la misión estadounidense en Cuba, Mike Hammer.
En su discurso ante los comunistas cubanos, Díaz-Canel dijo que la marcha servirá para expresar ante la sede diplomática estadounidense “la más firme y contundente condena” contra el embargo y la permanencia de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
“Sí hay bloqueo, sí se ha recrudecido el bloqueo, sí existe guerra económica, sí nos desprecian, sí nos intoxican vulgarmente, obscenamente y cargados de odio en las redes sociales”, enfatizó.
Pero considerando la difícil circunstancia económica por la que transita el país en materia de transporte y el combustible, el gobernante indicó que la movilización será en las calles “con el mínimo empleo de esos recursos”.
El foro partidista de dos días se centró en analizar la crítica situación nacional, “corregir distorsiones y reimpulsar la economía”, con máxima prioridad puesta la alimentación.
El gobernante aseguró que sus compatriotas están construyendo “una madeja de soluciones a los problemas cotidianos” con arduo trabajo, “demostrando que ¡de los cercos se sale peleando!”.
“De estas situaciones saldremos y de otras que vendrán, también, porque: ¡Aquí no se rinde nadie!”, exclamó en tono triunfalista.
La idea de resistencia beligerante reforzó con el planteamiento en una intervención suya el día anterior, cuando manifestó que en sus recorridos por el país la actitud de la gente de pueblo le confirma que de este momento complejo se podrá salir «pero peleando, porque los combates se ganan tirando tiros».
Díaz-Canel destacó las “lecciones aprendidas” en estos días para ratificar la “decisión de lucha revolucionaria”, y aseguró que la máxima dirección del país está dispuesta a entregar la vida si fuera necesario por defender “la independencia y soberanía conquistada en la manigua mambisa y en la serranía rebelde”, es decir, mantenerse en el poder.
Parte del discurso estuvo dedicado a analizar el escenario internacional, que calificó de “peligrosamente convulso”, marcado por guerras en curso y amenazas de guerra, con efectos económicos que golpean a Cuba.
Dijo que Cuba no se sorprendió con el reciente resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, lo que abre la posibilidad de un incremento de la agresividad hacia el país de los sectores “desesperados por cantar el fin de la revolución”.
Por eso, expresó, se establecieron planes antes de las elecciones en Estados Unidos.
“Nos disponemos a enfrentar este nuevo escenario con ecuanimidad y sin miedo, pero alertas y preparados”, señaló.
Para enfrentar las nuevas contingencias por el ascenso de Donald Trump, adelantó que se mantendrá la mano abierta al pueblo de Estados Unidos, “sobre todo a los cubanos que allí viven”, y la disposición de diálogo respetuoso con el gobierno.
Trump ha prometido recrudecer la política de sanciones a Cuba y la nominación del cubanoamericano Marco Rubio como secretario de Estado vislumbra un panorama tenso en las relaciones con La Habana.
“Se rechazará con firmeza todo intento de injerencia. La respuesta no es ni será hacer concesiones a quien se propone destruirnos y dominarnos, ni será desviarnos del rumbo socialista”, dijo Díaz-Canel.
Pero las evidencias de la crisis económica que asomaron en el pleno partidista resultan un enorme impedimento para mantener la sobrevivencia del país.
En el informe sobre la situación económica interna presentado en el foro se reconoció la incapacidad de la producción nacional para sustituir entregas de la canasta básica, el retraso en la importación de mercancías por falta de recursos financieros, la falta de combustibles y los bajos rendimientos productivos, y la debacle de la industria azucarera, que no logra siquiera completar el consumo de la población.
Díaz-Canel, sin embargo, aseguró en tono triunfalista que Cuba puede salir de la crisis.
“Saldremos de las dificultades actuales con creatividad, potenciando los programas de desarrollo sobre la base del talento, la innovación, el trabajo, la resistencia creativa. El momento es muy complejo, pero no insuperable”, aseguró el mandatario.