Foreign Policy: ¿Quiénes son los peores dictadores del mundo?

El conocido historiador y activista político George B.N. Ayittey acaba de actualizar en la revista Foreign Policy su lista de los peores dictadores del mundo del 2010, luego del derrocamiento de algunos de ellos por la ola liberalizadora que recorre Africa y el Medio Oriente.

En el selecto listado de los seis peores que Ayittey pronostica en remojo, el único gobernante no africano o islámico incluido -en el cuarto puesto- es Raúl Castro, en el clan del poder en Cuba desde 1959 y electo como presidente del Consejo de Estado en febrero del 2008.

CaféFuerte reproduce una versión en español del singular artículo de Ayittey, aparecido en FP este fin de semana. Las viñetas de los dictadores puede leerlas (en inglés), pinchando en los nombres del listado. La viñeta correspondiente a Raúl Castro se publica íntegramente en español.

LO PEOR DE LO PEOR: UNA NUEVA MIRADA

¿Cuál será el próximo coco en caerse de la mata?

Por GEORGE B.N. AYITTEY*

Cuando hice una lista de “lo peor de lo peor” entre los dictadores -o cabezas de coco, como me gusta llamarlos- para Foreign Policy el pasado año, lamentando sus “innobles cualidades de perfidia, traición cultural y devastación económica”, pocos pensaron que los tiranos caerían a corto plazo. Pero el 14 de enero del 2011 se produjo un fuerte ” ¡Pomm!” en Túnez. ¡Un coco cayó y se estrelló! ¡Luego, otro en Egipto el 11 de febrero! Después, el 24 de agosto, los rebeldes se apoderaron en Libia del búnker del “Líder Hermano”, lo que obligó a huir a la rata por sus túneles subterráneos y desaparecer. Los activistas a favor de la democracia están sacudiendo vigorosamente las palmeras de África y el Medio Oriente, con la esperanza de que las desvencijadas autocracias de sus líderes también se vendrán abajo.

Los llamados expertos de los medios occidentales fueron sorprendidos durmiendo la siesta. Estas personas no están preparadas para la democracia, nos dijeron alguna vez. La cadena Fox News ni siquiera podía encontrar a Egipto en el mapa, y parecía aturdida con la caída del “autócrata senil y paranoico”, como llamé a Hosni Mubarak el año pasado.

Patéticos y despistados

Más patéticos y despistados que nadie, sin embargo, fueron -y siguen siendo- los propios cocos endurecidos. Nunca lo vieron venir y nunca se percataron de que la ola terminaría por golpearlos a ellos. Con telarañas colgando de sus orejas, siguen siendo sordos e insensibles a la razón. Con una fe inquebrantable en sus fuerzas de seguridad para protegerlos y salvarlos, han gastado enormes cantidades de tiempo y dinero  para construir niveles tras niveles sobre la capa de seguridad que los separa de su pueblo -en caso de que se produzca una falla.

Bajo la creciente presión para reformar sus abominables sistemas políticos, los dictadores de África y Medio Oriente están recurriendo a algunas extrañas travesuras. Uno tras otro, están empeñados en el mismo jueguito del “coconut boogie”:

Un movimiento hacia adelante con promesas de reforma, comprometiéndose a no presentarse a la reelección o a invertir en programas de empleo;

Tres vueltas de tuerca, desatando la furia de las fuerzas de seguridad para reprimir brutalmente a los manifestantes callejeros, arrestando a cientos de activistas y desplegando efectivos apetrechados, tanques y aviones de combate;

Una sacudida a la izquierda, con los puños golpeando sobre una mesa y un golpe  tirado al aire con el puño cerrado, prometiendo capturar a “las ratas y los traidores”;

Entonces, finalmente, una caída con aterrizaje forzoso sobre una cuenta bancaria congelada en Suiza.

Zine el-Abidine Ben Ali, Hosni Mubarak y Muammar al-Gaddafi han hecho ya el “coconut boogie”. Ahora es el turno de Bashar al-Assad en Siria, a pesar de que todavía se aferra al poder. Más de 2,200 civiles han muerto hasta el momento durante las protestas de seis meses en Siria, de acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU). Pero el árbol se está sacudiendo.

De hecho, es difícil ser un cabeza de coco en estos días. El mundo los está cercando. Sus ciudadanos se están levantando. En la comunidad internacional, los dictadores están encontrando que su círculo de amigos es cada vez más reducido, incluso en los lugares donde solían sentirse más cómodos. La ONU, generalmente petrificada a la hora de tomar acciones con los cabezas de coco, adoptó una resolución para establecer una zona de exclusión aérea contra las fuerzas de Gaddafi. Suiza ha congelado las cuentas bancarias de un déspota tras otro. Los cabezas de coco ya no son bienvenidos, ahora son rechazados como la peste bubónica.

Y en este clima, la paranoia, la sospecha y el miedo convierte en presas a muchos dictadores, llevándolos a sobreactuar histéricamente a la menor provocación o manifestació de disidencia pública. Aquí están algunos ejemplos de las últimas travesuras de algunos cocos nerviosos de nuestros peores de las peores lista:

1- Omar Al-Bashir, Sudán. En el poder por 21 años. Sus opciones para mantenerse gobernando parecen haber disminuido tras la división de Sudán en dos naciones y la orden de captura emitida por la Corte Internacional de Justicia en marzo del 2009.

2- Mahmoud Ahmadinejad, Irán. En la presidencia por seis años. Electo para un segundo mandato presidencial en el 2009.

3- Yoweri Museveni, Uganda. En el poder por 25 años. En febrero fue reelecto con el 68 por ciento de los votos en unas elecciones fraudulentas. En el 2005 abolió los términos de la Constitución que limitaban la permanencia de un presidente para poder ser reelecto mientras viva.  Su hijo, el teniente coronel Muhoozi Kainerugaba, de 36 años, se menciona como su sucesor.

4- Raúl Castro, Cuba. En el clan de poder por 52 años. Tras la enfermedad de su hermano Fidel, asumió provisionalmente el mando en julio del 2006 y fue electo al frente del Consejo de Estado en marzo del 2008.

5- Paul Biya, Camerún. En el poder por 28 años. Cambió la Constitución en el 2008 para poder postularse nuevamente a elecciones presidenciales el próximo noviembre. Su fortuna se calcula en $200 millones de dólares.

6- Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, Guinea Ecuatorial. En el poder por 31 años. Ganó las elecciones presidenciales del 2009 con el 95 por ciento de los votos. Su hijo Teodorin se vislumbra como sucesor.

RAUL CASTRO, Cuba

Tras 52 años bajo el gobierno de los hermanos Castro, los cubanos están despertando. El 23 de agosto, un grupo de cuatro mujeres salieron a la escalinata del Capitolio de La Habana gritando “libertad”. Los matones de la Seguridad de Castro se abalanzaron, tirando piedras y con barras de hierro hacia las mujeres desarmadas. La multitud que se había reunido allí abucheó, silbó e insultó a los agentes.

Las cosas ya estaban poniéndose calientes para Raúl Castro antes de la primavera árabe. La economía socialista de Cuba permanece en el estancamiento. El 13 de septiembre del 2010, Cuba anunció que despediría  “al menos” medio millón de trabajadores estatales durante los próximos seis meses y, al mismo tiempo, permitiría la creación de más puestos de trabajo en el sector privado como parte de los esfuerzos de reanimación de la economía socialista. El plan era parte de una promesa de eliminar un millón de empleos del Estado, la quinta parte de la fuerza de trabajo del país. Cada vez más el plan de Raúl se asemeja a las reformas de la ” perestroika” de Mijail Gorbachov -sin “glasnost”.

“Nuestro estado no puede ni debe seguir manteniendo las empresas, entidades productivas y de servicios con plantillas infladas que causan pérdidas a nuestra economía y traen resultados contraproducentes, crean malos hábitos y distorsionan la conducta de los trabajadores”, anunció la CTC, sindicato oficial de Cuba. El régimen de Castro, que durante décadas ha dependido de su relativamente generoso estado de bienestar para mantener el control autocrático, ahora tendrá que depender por completo de la represión estatal. Es un acuerdo muy frágil.

* George Ayittey, natural de Ghana, es presidente de la Free Africa Foundation en Washington DC. Su libro Defeating Dictators, será publicado en octubre.

Traducción: CaféFuerte