¿Cuál es la misión de José Ramón Balaguer en China?
El veterano dirigente partidista José Ramón Balaguer, uno de los hombres de máxima confiabilidad en las altas esferas del poder en Cuba, está de vuelta a sus misiones internacionales por encargo del gobernante Raúl Castro.
Balaguer, de 79 años, se entrevistó el martes con el vicepresidente chino Xi Jinping como parte de la agenda oficial de una visita de cuatro días que concluye hoy en Beijing.
El lunes se había reunido con su homólogo Liu Yunshan, quien es miembro del Buró Politico y jefe del Departamento Ideológico y Publicidad del Partido Comunista de China (PCCh).
Según han informado los cables de la agencia oficial Xinhua, Balaguer fue a China para notificar a sus colegas del PCCh los resultados del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), celebrado el pasado abril, y los preparativos para la Conferencia Nacional del PCC, fijada para enero del 2012.
“El PCC mantendrá su objetivo de desarrollar la amistad entre China y Cuba, y está dispuesto a trabajar con el PCCh para crear un nuevo capítulo en las relaciones de estado a estado”, declaró dijo Liu.
Todavía más hermética fue la nota respecto al encuentro del visitante con el vicepresidente chino.
¿Fue solamente Balaguer como enviado especial de Raúl Castro a ratificar amistad con los chinos y recordar los lazos fraternales y diplomáticos establecidos entre ambas naciones?
Alineando el discurso
La declaración del miembro del Secretariado y jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del PCC sobre el agradecimiento cubano por el continuo apoyo de China pudiera servir para rastrear parte de la verdad de este viaje, pero no lo es todo.
El enviado especial de Raúl Castro necesitaba establecer contactos de máximo nivel para alinear las acciones de La Habana respecto al caso de Libia. Los chinos apoyaron decisivamente a Muammar el Gaddafi a lo largo de su régimen y tienen cuantiosas inversiones petroleras en la nación árabe.
China, la segunda economía mundial, tiene en marcha unos 50 proyectos de envergadura en Libia por un valor de $18,800 millones de dólares, particularmente en el sector energético.
El interés chino por el petróleo y el gas que puedan ayudarle a mantener su ritmo de crecimiento no anda jugando con ideologías ni fundamentalismos. Libia le vende el 3 por ciento de su petróleo a Beijing, de manera que el Ministerio de Relaciones chino exhortó a Naciones Unidas a un rápido restablecimiento de la normalidad en la nación norafricana.
A pesar de sus compromisos con Gaddafi, los chinos no perdieron tiempo cuando avizoraron el fin del régimen. Y al mismo tiempo que se oponían en Naciones Unidas a los ataques de la OTAN, estaban estableciendo -desde junio- los primeros contactos con los rebeldes libios.
De ahí que a la hora del desbarajuste final en Trípoli, estuvieran abiertos a reconocer al Consejo Nacional de Transición como “interlocutor importante” y no tardaran luego en manifestar su “respeto por la elección del pueblo libio”.
Un zorro adiestrado
Pero el dinero y los créditos de China tienen ahora más que nunca un rol estratégico para Cuba, considerando que Venezuela no ofrece garantías absolutas de estabilidad a mediano y largo plazos. La enfermedad de Hugo Chávez no es un cuento chino y puede crear inseguridades profundas de cara a la elecciones del año entrante.
A Raúl Castro y su gabinete de burócratas militares y ex militares les conviene atar los nexos con China y asegurar los proyectos bilaterales para desarrollo de infraestructuras, ventas de equipos y alimentos, y afianzamiento de una alianza que puede resultar determinante en la arena internacional en caso de una crisis interna en la isla.
Nada menor para dejárselo saber que Balaguer, un hombre toda confianza de la vieja guardia castrista. Balaguer, otro de los casi octogenarios, demostró ser intocable cuando saltó a los primeros planos partidistas tras su sustitución forzosa como ministro de Salud Pública en julio del 2010. Ni siquiera se le magulló por la muerte de los 26 pacientes del Hospital Psiquiátrico de La Habana que fallecieron allí por hambre, frío y graves negligencias en enero del pasado año.
Balaguer es un zorro adiestrado que sobrevivió incluso como embajador en Moscú entre 1989 y 1992, en los convulsos días de la perestroika y el desmonoramiento de la Unión Soviética. No hay que olvidar que figuró entre los seis integrantes del “gobierno de emergencia” designado por Fidel Castro para remplazarlo y asumir temporalmente las tareas de conducción del país, en julio del 2006.
Su misión en Beijing es hablar claro a nombre de sus coetáneos en el gobierno cubano y convencer a los camaradas asiáticos de que Cuba está en camino de convertirse en la China que transformó Deng Xiaoping, a fuerza de inversión extranjera y apertura al comercio global, en los años 80. Con la única diferencia que para entonces Mao Tsetung, el Gran Líder, ya había dejado de existir -y de joder.
Nota relacionada: