Navidad para Cuba y los cubanos: Un abrazo con la esperanza a cuestas

Entramos en una etapa de celebraciones de Navidad y fin de año que siempre convocan los sentimientos más genuinos de afecto familiar, amistad y esperanza en un mejor porvenir. Una apuesta de futuro que no suele estar exenta de los latidos de la nostalgia y la recordación entrañable de los que ya no están entre nosotros.

Para los cubanos, en la isla y en la diáspora, se trata de una jornada particularmente significativa, porque es una festividad recuperada con la resistencia de la tradición y la memoria. Una celebración que nos cancelaron desde la arrogancia totalitaria y la imposición gubernamental, pero que no pudieron borrárnosla, y a la larga perdieron las fuerzas de la irracionalidad y la mentira por mucho poder que destilaron.

Cuba atraviesa hoy por una hecatombe económica y una crisis que no excluye ninguna partícula del sentimiento nacional. En esta hora se imponen entre nuestros compatriotas la solidaridad, la comprensión y la sabiduría popular para poder transitar las estridencias de este accidente histórico, sanar las heridas y mirar al futuro con la esperanza a cuestas.

Café Fuerte quiere sumarse a esta celebración con el aliento esperanzador de que Cuba y su gente tienen la capacidad necesaria -el extra de un corredor de fondo- para sacudirse el lastre de 65 años de infortunios y desmanes, de sueños frustrados y de promesas incumplidas, y forjar una nación de concordia y bienestar.

Gracias a todos por ser nuestros lectores fieles y por las muestras de confianza en lo que hacemos desde este modestísimo sitio. Seguiremos comprometidos con ofrecerles una publicación mejor en el año que se nos viene encima con un sinfín de retos.

¡Espléndida Nochebuena, Feliz Navidad y Esperanzador Año Nuevo 2024!

Sobre la ilustración.- Las postales que acompañan esta nota vienen a tono precisamente con los ánimos de esperanza de una comunidad cercana a Cuba, atenazada por la pobreza y la violencia, pero determinada a seguir soñando. Fueron creadas bajo el patrocinio de la organización humanitaria Food For The Poor, que puso en marcha en Haití su programa Banana Bark (Corteza de Plátano) para ayudar a las familias empobrecidas. El programa busca crear medios a los necesitados para obtener algunos ingresos. Con la iniciativa, se recolectan cortezas de plátano para elaborar a mano estas hermosas tarjetas artesanales, que son también una luz de lo que se puede hacer en las condiciones más difíciles de sobrevivencia. Es también una simple lección para el mundo desde las cosas simples de nuestras vidas y nuestro entorno. La recaudación de estas tarjetas beneficia a las familias pobres que las crean y les proporciona la esperanza de un futuro mejor.