María Dolores Ortiz, el rostro de la cordialidad cubana

Mujer culta y sensible, pedagoga de recia estirpe, la doctora Ortiz representaba también una época de valores cívicos y de conducta social.

María Dolores Ortiz, el rostro de la cordialidad cubana
La doctora María Dolores Ortiz (1936-2023), profesora emérita y popular figura de la televisión cubana. Foto Prensa Latina.

Ha muerto la doctora María Dolores Ortiz, profesora emérita y popular figura de la televisión cubana como ilustre panelista del programa Escriba y Lea, en el aire desde 1969.

Mujer culta y sensible, pedagoga de recia estirpe, Ortiz representaba también una época de valores cívicos y de conducta social. Un pilar de decencia y cordialidad que ya parecen escapados de nuestra contemporaneidad, degradados a niveles deplorables en la vida cotidiana y en ciertas manifestaciones que tratan de enmascararse como música y cultura en los tiempos que corren.

Mis recuerdos de ella no son solo a través de la pantalla televisiva y el programa Escriba y Lea, que fundó junto a Humberto Galis-Menéndez y Gustavo Dubouchet, con la inteligente moderación de José Antonio Cepero Brito. Coincidimos en múltiples ocasiones en el edificio de la Facultad de Artes y Letras, que acogía por entonces a la carrera de Periodismo y de cuyo claustro formé parte desde 1983.

Las vivencias que guardo con la doctora Ortiz son pocas pero imborrables. Yo era entonces un joven profesor que trataba de ganarse un espacio en una facultad llena de catedráticos y figuras intelectuales de primer orden.

Sencillez y amabilidad

En esos breves intercambios admiré siempre su capacidad para facilitar la comunicación con un aire de familiaridad, sin el más mínimo asomo de imponer la autoridad que le otorgaba su jerarquía académica e intelectual. Su conversación era siempre un remanso de sencillez y amabilidad, con especial gracia, y la sonrisa que la identificó entre sus colegas, alumnos y pueblo en general.

Por eso, su muerte marca de alguna manera el fin de una era de sabiduría y modales, de personas decentes y cordiales que hoy van resultando expresiones extinguidas de la idiosincrasia cubana, que es decir parte de nuestra cultura.

Ortiz era Doctora en Ciencias Filológicas y Profesora Titular de la Universidad de La Habana, y Profesora Emérita del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona. Recibió el Premio Nacional de Pedagogía, en 2007, y el Premio Nacional de Televisión, en 2020.

Luz y permanencia en la memoria de María Dolores Ortiz, que se ha ido a los 87 años. Su legado de trabajo, rigor y compostura ciudadana son valores que una Cuba futura necesita rescatar, si es que aspiramos a tener futuro como país.

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