Investigación revela imágenes de niña asesinada en Bayamo
La misteriosa muerte de una jovencita en mayo del pasado año fue considerada inicialmente como un asesinato tras el hallazgo de su cadáver.
Por Ivette Leyva Martínez
La misteriosa muerte de una jovencita en Bayamo en mayo del pasado año fue considerada inicialmente como un asesinato tras el hallazgo de su cadáver en estado de putrefacción, según el expediente policial del caso.
El documento -de 24 páginas- con los resultados preliminares de la investigación revela que la víctima se llamaba Lilian Ramírez Espinosa, de 12 años, y su cadáver fue hallado el 19 de mayo de 2010 en un lugar de difícil acceso, cubierto por vegetación por espinas, en el barrio Molino Rojo, en las afueras de Bayamo.
“Estamos en presencia de un posible delito de asesinato, teniendo en cuenta los elementos que ofrece el lugar, el estado de la víctima, sin blúmer [prenda interior femenina] con la falda remangada, además de la existencia de uno de sus zapatos a 25 metros del cadáver, sin que se justifique la distancia entre ambos”, señala el expediente elaborado por el Departamento Técnico de Investigaciones (DTI) del Ministerio del Interior.
El expediente titulado Caso: El Salado (Denuncia 6000/10) fue divulgado en exclusiva este miércoles en el programa A mano limpia de América TeVe-Canal 41, en Miami, y confirma las versiones extraoficiales que circulan sobre el crimen dentro y fuera de la isla. La referencia a El Salado identifica al puente cercano al sitio donde apareció el cadáver.
Tres ciudadanos italianos y al menos 12 residentes de Bayamo permanecen detenidos desde el pasado junio a raíz de la muerte de la menor. No se han presentado cargos formales a los presuntos implicados y las autoridades guardan hasta hoy silencio sobre el proceso.
El expediente fue obtenido en formato Power Point y resume los primeros resultados de la investigación policial con el levantamiento del cadáver, la necropsia, la inspección del lugar y entrevistas realizadas con familiares y compañeros de la niña. Se incluye una docena de fotografías del cadáver y el sitio del hallazgo.
Con uniforme escolar
De acuerdo con el documento, el 14 de mayo del 2010 la madre y el padrastro reportaron a la policía que Lilian no había regresado de la escuela secundaria básica “Augusto César Sandino”, donde cursaba el séptimo grado.
Cuatro días después, un perro es hallado con una mano en la boca en los alrededores del puente El Salado. Al día siguiente, el 19 de mayo, tras emprender una intensa búsqueda en la zona, fue hallado el cuerpo de la adolescente. Estaba en un marabuzal, a 130 metros del pedraplén del barrio Molino Rojo.
Además de la mano, la cabeza estaba separada del cuerpo por la actividad de los animales de rapiña, según la investigación. El cadáver, que yacía apoyado en un lateral, con la pierna izquierda estirada, tenía el uniforme de secundaria usado en Cuba -blusa blanca y falda mostaza-, medias blancas y una zapatilla del mismo color. No tenía puesto el blúmer, que fue hallado entre la mochila estudiantil y el cuerpo.
El otro zapato fue hallado a 16,5 metros del cuerpo. En las manos se le encontraron microfibras de mezclilla azul y algodón blanco, pero el cuerpo no presentaba lesiones.
La policía tomó como evidencia huellas de olor y muestras de cabello de la víctima.
**Advertimos que se reproduce más abajo una imagen gráfica del cádaver, tomada del informe policial.
Situación económica desfavorable
Lilian vivía en la calle 29 #223 interior, entre 16 y Mártires Rosa la Bayamesa, en una vivienda calificada de “mal estado” . Era asmática crónica y estaba bajo tratamiento.
Fue caracterizada en la investigación como “introvertida, sugestionable, dócil, tranquila y disciplinada” aunque con rendimiento académico inferior al promedio de los estudiantes.
Los investigadores apuntaron además que estaba “desatendida y tenía poco control por la madre, manifestaba cierto sentimiento de inferioridad por su apariencia y estado económico”, y varias veces le pidió al padre que se la llevara a vivir con él.
En los últimos días de su vida “mostraba señales de cansancio, tanto en la escuela como en su casa”, sin definirse la causa.
A pesar de su corta edad, Lilian había tenido varios novios, cinco de ellos identificados en la investigación por sus primeros nombres. Vivía con su madre, Margarita Espinosa, auxiliar de limpieza de Salud Pública, quien fue caracterizada por la policía cubana como “inestable en sus relaciones matrimoniales, inafectiva, deshonesta, despreocupada por sí misma y por sus hijas, no manifiesta afectación emocional acorde con lo que sucedió, extrovertida, con bajo nivel cultural”. Algunos reportes desde Bayamo indican que la mujer estuvo detenida inicialmente.
Los investigadores apuntaron además que el padrastro, José Manuel Mestre, tiene antecedentes penales, mientras que el padre, Rodolfo Ramírez, quien no convivía con ella, es descrito como “amoroso, persona humilde, sincera, buena conducta y relación conyugal estable”.
Los últimos que la vieron con vida, compañeros de la secundaria, dijeron que un hombre le ofreció 20 pesos cubanos a Lilian por dar un recado en el reparto Jabaquito. El hombre fue descrito como delgado, de pelo lacio pintado de amarillo, de unos 175 cm de estatura y alrededor de 32 años, que andaba en bicicleta.
La policía realizó un retrato hablado del individuo a partir de los elementos que aportó el estudiante Wilber T. Miniet Pelegrino, al parecer el último de sus compañeros de aula que vio con vida a Lilian.
La investigación preliminar no menciona a los ciudadanos italianos que fueron detenidos apenas dos semanas después, ni vínculos de Lillian con extranjeros.
Tras el hallazgo del cadáver, las autoridades policiales desataron un fuerte operativo en Bayamo que incluyó la ocupación de viviendas y decomiso de propiedades a los detenidos. Las redadas se concentraron en residentes de la ciudad que alquilaban sus viviendas a extranjeros.
Las versiones populares de los hechos apuntan a que Lilian visitó una casa de renta donde se realizaba una fiesta con extranjeros, y allí consumió altas cantidades de alchohol y drogas.
Posibles culpables
En el informe, la policía afirma que no murió en el lugar donde fue hallada y maneja las siguientes versiones sobre el presunto culpable:
– Un hombre de piel negra que andaba en bicicleta y que fue visto conversando con la víctima.
– El hombre que le pidió a la joven que diera un recado a cambio de 20 pesos.
– Un pedófilo.
– El padrastro, quien ocultó su condición de ex recluso y “es uno de los más interesados hasta el momento por los resultados de la investigación”. La joven se había referido a él en un escrito como “súper que vivo” (sic).
La causa de la muerte pudo ser por sofocación al negarse a tener relaciones sexuales, añade la investigación.
“Asediadores de menores”
El plan de medidas de la policía involucra incluso a la contrainteligencia y recoge, entre otras propuestas, la vigilancia a familiares, ex novios, y vecinos de la víctima.
El documento expresa el tácito reconocimiento a la existencia de adultos que asedian a estudiantes de secundaria básica, al informar de instrucciones a dos agentes encubiertos de “búsqueda de información sobre asediadores de menores” que frecuentan la escuela “Augusto César Sandino”.
Se crearon dos grupos de trabajo dentro de la contrainteligencia y se pincharon los teléfonos del área donde se halló el cadáver, la casa de la menor y la escuela. En la prisión El Molino, a pocos kilómetros de donde fue hallada Lilian, se puso en alerta a 10 agentes de la policía mezclados con la población penal.
Además, se designó al jefe del DTI en Bayamo para que indagara los posibles vínculos de la víctima con “dos ciudadanas que se encuentran en la provincia de Matanzas”, sin ofrecer más detalles.
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