Falleció la madre de Alan Gross, sin poder ver a su hijo por última vez
Por Redacción CaféFuerte
La madre del contratista estadounidense Alan Gross, encarcelado en Cuba con una condena de 15 años, falleció este miércoles a los 92 años, sin poder cumplir su último deseo antes de morir: ver a su hijo.
Un comunicado enviado por la familia Gross informó del fallecimiento de Evelyn Gross en la ciudad de Plano, Texas, tras una larga batalla contra el cáncer de pulmón que le fue diagnosticado hace cuatro años.
“Este es un golpe devastador para Alan y nuestra familia”, dijo Judy Gross, esposa de Alan. “Me preocupa que ahora Alan vaya a renunciar a toda esperanza de volver a casa y hacer algo drástico. Seguramente, debe haber algo que el presidente Obama pueda hacer para asegurar la liberación inmediata de Alan “.
Judy Gross recordó la estrecha relación de Alan con su madre, a quien llamaba dos veces al día antes de ser encarcelado en la isla.
Las autoridades cubanas se negaron a concederle un permiso humanitario al contratista para visitar a su madre, a pesar de que lo solicitó en reiteradas peticiones. Evelyn Gross fue diagnosticada con cáncer poco después de que su hijo fue encarcelado en la isla.
Petición a Raúl Castro
En marzo del 2012, Alan Gross envió una carta al gobernante Raúl Castro solicitándole le dejara visitar a su madre, ya en estado terminal, en ocasión de su 90 cumpleaños. El contratista realizó su petición como un gesto de reciprocidad, luego de que Estados Unidos autorizara el viaje a del espía convicto René González a La Habana para visitar a su hermano enfermo de cáncer.
La única propuesta del régimen cubano fue poner un avión para que Evelyn Gross pudiera visitarlo en La Habana, pero esa opción era irrealizable dado el estado de salud en que se encontraba la anciana.
Alan Gross, de 65 años, inició una huelga de hambre el pasado abril para protestar por el fracaso de ambos gobiernos en resolver su situación, pero la depuso al cabo de nueve días por pedido expreso de su madre.
Gross fue arrestado en La Habana en diciembre del 2009 y condenado por introducir equipos de comunicaciones considerados ilegales por el gobierno cubano. Se encuentra recluido en una celda en el Hospital Militar “Carlos J. Finlay” de La Habana, aquejado de varias dolencias.
A Evelyn Gross le sobreviven sus hijos Alan y Bonnie Rubinstein, quien ha desplegado un intenso activismo por la liberación de su hermano. Además, cuatro nietos y tres bisnietos.