Marino Murillo nombrado zar de las reformas económicas en Cuba
El gobierno cubano promovió al vicepresidente y ministro de Economía y Planificación Marino Murillo como supervisor de las reformas económicas que serán implementadas en el país.
Una nota oficial leída la noche del viernes en el Noticiero Nacional de la Televisión, indicó que Murillo “en su condición de coordinador de la Comisión de Política Económica del VI Congreso del Partido, ha sido encargado de supervisar la implementación de las medidas asociadas a la actualización del modelo económico cubano”.
La decisión libera a Murillo como titular de Economía y Planificación para que pueda asumir una responsabilidad superior desde las esferas gubernamentales, convertido en una suerte de zar de las transformaciones económicas que tendrán lugar en Cuba en los próximos cinco años.
El ingeniero Adel Yzquierdo, de 65 años, quien se desempeñaba como viceministro primero de Economia y Planificación, remplazará a Murillo al frente del sector. Yzquierdo proviene de las filas del Ministerio de las Fuerzas Armadas (MINFAR), donde fue director de empresas y jefe de la Dirección de Planificación y Economía.
Murillo, de 49 años, asumirá las nuevas responsabilidades una vez terminado el VI Congreso del Partido Comunista “tras la aprobación de los Lineamientos de Política Económica y Social del Partido y la Revolución”.
El cónclave partidista tendrá lugar del 16 al 19 de abril.
Igualmente como vicepresidente del gobierno, Murillo seguirá supervisando al Ministerio de Economía y Planificación, así como a otros sectores productivos, indicó la nota.
El anuncio constituye un espaldarazo al desempeño de Murillo, una figura en ascenso en las altas esferas gubernamentales desde el 2009.
Un ascenso meteórico
Proveniente del MINFAR, Murillo se desempeñó como Ministro del Comercio Interior entre 2006 y 2009, cuando se produjo su designación como titular de la economía cubana con el notable respaldo de Raúl Castro.
Su ascenso desde entonces ha sido meteórico. En pocos meses fue nombrado vicepresidente del Consejo de Ministros y miembro del Consejo de Estado, y comenzó a jugar un papel decisivo en las decisiones económicas del país.
El pasado diciembre Murillo ocupó el micrófono la mayor parte de los cuatro días de sesiones en la Asamblea Nacional para hacer un balance de la situación económica del país y trazar la estrategia de las reformas que necesitaba emprender el país.
Durante esas sesiones, Raúl Castro apoyó abiertamente los planteamientos de Murillo, quien ayudó a redactar los lineamientos económicos para el próximo congreso partidista.
La designación de Murillo para supervisar la actividad económica nacional desde posiciones jerárquicas es un movimiento similar al ocurrido a principios de año con el comandante histórico Ramiro Valdés, quien fue liberado como ministro de Informática y Comunicaciones para controlar frentes estratégicos como la industria petrolera, la minera, la construcción y el propio sector de comunicaciones.
Otras figuras cercanas a Raúl Castro han sido también designadas en funciones similares desde la vicepresidencia del Consejo de Ministros: Ricardo Cabrisas, a cargo de las relaciones económicas multilaterales; el general Ulises Rosales del Toro, designado como supervisor de la agricultura, la industria azucarera y la industria alimentaria; y el general Antonio Enrique Luzón, encargado del transporte y el desarrollo de insfraestructuras.