Transfieren al sector privado varios servicios controlados por el Estado
En un nuevo paso de ajuste al modelo económico socialista, el gobierno cubano permitirá la incorporación al sector privado de miles de trabajadores de empresas estatales que hasta ahora realizaban labores de servicio personal y hogareño.
A partir de enero del 2012 y con aplicación gradual a lo largo del país, los trabajadores estatales de Servicios Personales, Técnicos y del Hogar en cada provincia podrán integrarse a la modalidad de arrendamiento de locales como antes sucedió con las barberías y peluquerías.
La decisión gubernamental fue anunciada este lunes en los medios oficiales y aparece detallada en las resoluciones 516 (Ministerio del Comercio Interior), 46 (Ministerio del Trabajo y Seguridad Social) y 409 (Ministerio de Finanzas y Precios), que se publican en la Gaceta Oficial Extraordinaria con fecha del 23 de diciembre.
La medida beneficará a los siguientes empleados que aún realizan su oficio bajo un salario en empresas provinciales y locales: carpintero, fotógrafo, tapicero, amolador, cerrajero, relojero, zapatero remendón, reparador de colchones, reparador de equipos eléctricos y electrónicos, reparador de artículos de joyería y reparador de enseres menores, entre otras de las 181 labores autorizadas para el trabajo por cuenta propia.
Las información añade que la medida comenzará a aplicarse inicialmente en las provincias de Pinar del Río, La Habana, Villa Clara, Ciego de Ávila, Las Tunas y Matanzas (restringida en esta etapa a la zona de la Península de Hicacos, donde se ubica el balneario de Varadero).
Durante el año la iniciativa irá abarcando el resto del país de manera progresiva.
El punto de referencia de esta ampliación del sector privado es el arrendamiento de barberías y peluquerías que pertenecían al sector estatal y cuya gestión pasó definitivamente a manos de los cuentapropiestas desde el pasado 1ro. de diciembre.
Oferta y demanda
Como mismo sucedió con los barberos y peluqueros, los carpinteros y tapiceros que decidan probar suerte en la actividad privada deberán alquilar al Estado -mediante contrato- los inmuebles y los medios de trabajo.
Con la nueva modalidad, los trabajadores devenidos cuentapropiestas establecerán los horarios de atención al público, el tipo de servicio que ofrecerán y los precios de su labor a partir de la oferta y la demanda, sin ninguna intervención estatal.
Asimismo, pagarán mensualmente una tarifa, establecida de acuerdo con las dimensiones, ubicación y características del local. El lugar no podrá ser subarrendado a otras personas o empresas nacionales o foraneas.
También serán responsables por la adquisición de materiales y productos para ejercer su labor, deberán pagar los gastos de electricidad, agua, gas, anuncios, propaganda y teléfono establecidas para el sector residencial, y tendrán que hacer su contribución correspondiente a la Seguridad Social.
Más de 357 mil cubanos ejercen actualmente el trabajo por cuenta propia, según se conoció en el recién concluido período de sesiones de la Asamblea Nacional.