Cuba: menos impuestos para impulsar el trabajo privado
Siguiendo las recomendaciones de expertos internacionales y aprendiendo de las realidades que enfrenta el plan de apertura para el cambio del modelo económico, el gobierno cubano acaba de implementar varias medidas que flexibilizan y estimulan el trabajo privado. Un paso realmente positivo en aras de mejorar la decaída economía nacional.
Entre las medidas se destacan la reducción de los impuestos para estimular la contratación de mano de obra y la autorización de una mayor capacidad (sillas) para a los emblemáticos “paladares” (restaurantes), entre otras medidas encaminadas a facilitar la iniciativa privada. Las medidas fueron aprobadas por el Consejo de Ministros en una reunión encabezada por Raúl Castro, a fin de “allanar el ascenso del trabajo por cuenta propia como una alternativa de empleo”, señaló un artículo publicado en el diario Granma.
El diario precisó que los cambios aprobados se aplicarían desde finales de mayo y hasta julio, y dijo que ya suman 314.538 los cubanos que ingresaron al sector privado desde el pasado octubre.
Pero todo indica que hay una presión creciente por parte de la población para acelerar las legalizaciones requeridas, lo cual se traduce en impaciencia e inconformidad por los cuentapropistas emergentes.
Este sábado el propio diario Granma se vio obligado a sacar una inusual Nota Aclaratoria sobre el artículo de la pasada semana, con la evidente intención de calmar los ánimos: “Reiteramos a la población que poner en práctica estas disposiciones exige de un tiempo para cumplir determinados pasos, sobre todo de carácter jurídico, para lo cual los responsabilizados con esta tarea han fijado plazos mínimos indispensables”.
Más sillas para los paladares
Entre las medidas renovadoras se destaca la ampliación de 20 a 50 sillas en la capacidad de los famosos paladares, que antes estaban autorizados a funcionar con 12 sillas y empleando solo a familiares.
La decisión hará crecer a la calidad de los servicios y la libre competencia entre el sector privado y la extensa red de restaurantes que controla el gobierno en la economía dolarizada. Según cifras oficiales, hay casi 2,500 restaurantes que dan servicio tanto a los turistas internacionales como a los usuarios nacionales.
Desde que se autorizó la ampliación del sector privado, irrumpieron en La Habana y en otras ciudades del país una gran cantidad de paladares y pequeños negocios relacionados con la elaboración y venta de alimentos. Ahora también tienen permiso de ofrecer alimentos anteriormente prohibidos como la carne de res y los mariscos.
El Consejo de Ministros dio luz verde a la contratación de fuerza de trabajo en los 178 oficios autorizados y acordó que quienes empleen entre una y cinco personas serán exonerados durante este año del pago de impuestos que rige por el uso de esa mano de obra.
Las medidas también incluyen rebajas de impuestos -uno de los mayores reclamos de los nuevos empresarios- y otorga una reducción de hasta un 25 por ciento del gravamen mensual que pagarán durante el 2011 los cubanos que alquilan sus casas.
Asimismo, contempla la suspensión temporal del pago de tributos -de tres a seis meses- para los transportistas y arrendadores de viviendas que realicen reparaciones.
El tema de los impuestos es clave en este proceso, pues muchos cuentapropistas han retornado licencias al no poder enfrentar la carga tributaria que reclaman las autoridades. Hay versiones extraoficiales que apuntan a que el gobierno podría decretar una mayor reducción en los impuestos para estimular la iniciativa privada.
El Consejo de Ministros también “acordó identificar los locales con bajo nivel de actividad, fundamentalmente en el sector gastronómico, que mejor rendirían si fueran arrendados a trabajadores por cuenta propia”, una modalidad que el gobierno comenzó a aplicar con las barberías en el 2010. “A medida que aumenta el número [de cuentapropistas] se hace necesario continuar adoptando y poniendo en práctica medidas que faciliten su ejercicio”, señaló el artículo, que agregó que “rectificar en el camino” es la premisa del proceso de ampliación del sector privado.
El turno de los profesionales
Estos cambios, sumados a los aprobados también para el sector del transporte, podrían ser un preámbulo de mayores flexibilizaciones en el futuro inmediato, y al mismo tiempo podrían desencadenar una ampliación mayor del traspaso de otras actividades estatales a manos privadas en sectores que aún no han sido tocados por las reformas.
En este contexto muchos profesionales podrían verse beneficiados. Parte de las reformas establecen que los negocios privados deben llevar una contabilidad rigurosa, de manera que éstos puedan ser auditables. En este caso, los profesionales de la contabilidad podrían ganar un espacio decisivo a la hora de ofrecer los servicios de asesoría y controlaría para estas pequeñas empresas.
A la vez, los profesionales de la informática tendrían un espacio interesante en el desarrollo de herramientas no solo para el apoyo de los sistemas de contabilidad, sino para la proliferación de sitios web que sirvan para la promoción de los negocios.
Del mismo modo, los profesionales del marketing y la publicidad jugarían un rol importante en la implementación de técnicas de mercadeo y publicidad, el diseño de marcas, los estudios de mercado, etc. Son recursos indispensables que ayudarían a miles de personas involucradas en el sector privado y que carecen de la experiencia adecuada para afrontar con éxito los retos de la competencia.
¿Regresa la publicidad?
En este escenario de lenta apertura, el regreso de la publicidad a los medios de comunicación parece un elemento inevitable. Además de convertirse en potenciales catalizadores de las reformas, los anuncios publicitarios jugarían un rol trascendental para agilizar la competitividad del nuevo modelo económico.
La publicidad podría también contribuir a elevar la calidad de los servicios a lo largo del país, un aspecto de vital importancia para lograr atraer turismo de mayor poder adquisitivo.
La estrategia publicitaria está en sintonía con las inversiones que hace el gobierno junto a empresas privadas extranjeras para incrementar las capacidades turísticas de la isla. Sobre todo apuntando al turismo norteamericano, ausente de la isla por más de 50 años.
Por otra parte, la publicidad podría jugar un rol transformador en los hábitos de consumo de la sociedad. La población encontraría una forma de informarse sobre las opciones de nuevos servicios que no existe otra manera de conocerlos que no sean los medios de comunicación. El mismo efecto tendría en los segmentos turísticos que visitan al país.
La dinámica que puede imprimir la publicidad tendría efectos muy positivos en el naciente sector privado y sería un elemento de reafirmación de que los pasos gubernamentales para el cambio de modelo económico son irreversibles.
* Economista cubano. Ex jefe de mercadotectnia en la corporación CIMEX y autor de Cuba: ¿tránsito silencioso al capitalismo? Es presidente de Havana Consulting Group, en Miami.