Economía minimalista: Se enaniza el pan de la canasta familiar en Cuba
Desde este viernes, el pan de la canasta familiar normada en Cuba será más pequeño y pesará solo 60 gramos por la falta de harina en el país, agravando la crisis alimentaria que golpea a la población.
Desde este viernes, el pan de la canasta familiar normada en Cuba será más pequeño por la falta de harina en el país, anunciaron las autoridades gubernamentales.
La noticia la dio a conocer Anayra Cabrera Martínez, directora general de Política Industrial del Ministerio de la Industria Alimentaria (MINAL), con la precisión de que el pan pesará ahora solo 60 gramos y reducirá su precio a 75 centavos de pesos cubanos en lugar de un peso (CUP).
La funcionaria explicó que no se trata de “una modificación definitiva”, sino que se toma esta decisión para no afectar la producción y que el pan llegue a todos por igual, tanto para la población como para los consumos sociales en hospitales y escuelas.
“Disminuye el gramaje del pan de la canasta familiar para no afectar su producción”, tituló el diario oficial Granma.
La información circuló en los medios estatales y los grupos de redes sociales de carácter oficial.
“Es nuestro deber comunicar que existe muy baja cobertura de harina para la producción de pan en el país. Por esta razón se está decidiendo producir a partir de mañana el pan de 60 gramos para la venta a la población hasta que se estabilice la materia prima”, indicó un mensaje transmitido a usuarios en territorios locales.
Durante el proceso podrán existir afectaciones por atrasos, pues según informó Cabrera la harina se está transportando diariamente hacia todos los destinos, con un gran esfuerzo de “movimiento logístico”, de acuerdo con la funcionaria del MINAL.
“Disminución del gramaje”, “Baja cobertura de harina”, “movimiento logístico”, conforman frases eufemísticas del lenguaje oficial para la definición del pan minimalista que recibe desde este viernes la población cubana.
Cabrera sugirió que la reducción del peso del pan no tiene por qué significar pérdida en la calidad del producto, por lo que se desplegará, de conjunto con la Oficina de Inspección del organismo, “un ejercicio de control para velar por el cumplimiento de lo establecido”.
Pero muchos cubanos han observado que al bajar el precio 0.25 centavos, está por ver si en todos los casos las bodegas y entidades distribuidoras tendrán la fracción monetaria para devolver a las usuarios que paguen con un CUP. Los 25 centavos cubanos son equivalentes a $0.06 dólares.
La nueva crisis del pan es la segunda del año en curso por dificultades con la disponibilidad de harina en el país.
El pasado febrero, el gobierno anunció que la falta de harina impedía garantizar la producción diaria de pan con destino a la canasta familiar, una comprometida situación que las autoridades dijeron se resolvería en marzo.
Debido a ese déficit se decidió con las empresas en los territorios afectados, que se incorporaran extensores hasta un 15% en las producciones de pan. Los extensores son productos añadidos en sustitución de la harina de trigo, como harina de maíz y boniato.
La situación fue justificada por las autoridades del MINAL como resultado de la “grave situación económica y financiera que vive el país”, y las “afectaciones” que provoca el embargo estadounidense.
En realidad, Cuba puede comprar todo el trigo y la harina que necesiten en el mercado estadounidense, solo que deben pagarlo al contado, sin opción de crédito, debido a las restricciones del embargo.
Sin embargo, de los $342 millones de dólares en compras en el mercado estadounidense el pasado año, solo unos $504 mil dólares se invirtieron en la adquisición de harina de trigo.
Cuba consume 20,000 toneladas de harina mensuales en la elaboración del pan de la canasta familiar normada y algunos consumos sociales.