Cuba a la intemperie: La administración Biden cayó en la trampa

La negociación ha deshumanizado, otra vez, a los presos políticos, desconociendo y pisoteando, en primer lugar, la causa de la lucha que los llevó a prisión.

Cuba a la intemperie: La administración Biden cayó en la trampa
Msnifestantes del 11 de Julio de 2021 frente al Capitolio Nacional en La Habana. Foto: X/@carolinabferrer. .

Por Carolina Barrero*

La administración Biden ha caído en la trampa. Ha otorgado todo lo que deseaba el implementador de Vladimir Putin en Latinoamérica. Ha concedido los deseos de la tiranía detrás de la tiranía en Venezuela. Para hacerlo ha deshumanizado, otra vez, a los presos políticos, desconociendo y pisoteando, en primer lugar, la causa de la lucha que los llevó a prisión, aceptando verlos como piezas, monedas de cambio para beneplácito de un régimen siniestro.

La negociación entre el gobierno de Estados Unidos y el régimen de La Habana a través de la mediación del Vaticano, se hizo de espaldas a las fuerzas democráticas y a la sociedad civil cubana, y concedió a Raúl Castro la tan ansiada exclusión del régimen de la lista de países patrocinadores del terrorismo, la suspensión del Capítulo III de la Ley Helms-Burton que garantizará a los oligarcas cubanos y sus empresas la ininterrumpida explotación de las propiedades confiscadas sin indemnización, así como la retirarda de las restricciones a las empresas que tengan vínculos y relaciones comerciales con compañías militares como GAESA, entre otras, asociadas directa e indirectamente a las actividades del Ministerio del Interior y a las masivas violaciones de derechos humanos. Todo lo que les permitirá subsistir en un momento de extrema debilidad.

Nadie sabe aún cuántos de los 553 que ha prometido excarcelar Miguel Díaz-Canel, son presos políticos. Como nadie sabe cuántos presos hay en total en Cuba, pero que se cuentan en decenas de miles, probablemente el país con mayor número de presos per cápita del mundo, sin independencia judicial, ni garantías al debido proceso.

Hace cuatro días murió en la prisión de Kilo 8 Ulises Rodríguez Machado, un hombre mayor, de 73 años, a causa de una golpiza que le propinó un oficial de prisiones. No es un hecho aislado, sucede a diario en las mazmorras del castrismo. Bien lo sé pues yo misma fui golpeada en el calabozo de San Miguel del Padrón. Este no será el primero ni el último de los muertos que la dictatura ejecuta en las cárceles o en las calles.

Recibiremos a los presos políticos excarcelados con los brazos abiertos pues no debieron estar presos ni un solo día, y seguiremos peleando hasta que sea la libertad; más allá de las artimañas del régimen, más allá de quien ocupe la silla de la Casa Blanca y sus designios, será la libertad.

*Historiadora del arte y activista de derechos humanos. Directora del proyecto Ciudadanía y Libertad.

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