Festival de Cine de La Habana: Al desnudo censura contra dos realizadores cubanos
Escandalosa eliminación de los documentales Llamadas desde Moscú, de Luis Alejandro Yero, y La Habana de Fito, de Juan Pin Vilar, de la muestra del certamen cinematográfico.
La aguda crisis entre los creadores cinematógraficos cubanos y las autoridades culturales del país escaló otro peldaño este jueves tras confirmarse la exclusión de dos documentales de realizadores nacionales de la muestra del 44 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, que comienza el próximo 8 de diciembre.
Los documentales de largometraje Llamadas desde Moscú, de Luis Alejandro Yero, y La Habana de Fito, de Juan Pin Vilar, quedaron eliminados de la programación del festival, en una acción de censura que agrava las tensiones existentes en el gremio cinematográfico cubano.
Aunque desde comienzos de semana comenzaron a circular versiones sobre el portazo oficial a la participación de ambas obras en la muestra fílmica, no fue hasta la conferencia de prensa del festival, el miércoles, y la posterior publicación de las obras seleccionadas en la página web del evento, que la noticia desencadenó una ola de reacciones contra el dictamen oficial y su institución patrocinadora, el ICAIC.
La decisión está inevitablemente ligada a la máxima dirección del ICAIC, que pasó a ser presidido por el periodista y promotor cultural Alexis Triana desde comienzos de noviembre, al calor de los preparativos del festival. Testimonios de creadores vinculados a la institución confirman que Triana no autorizó la publicación del calendario del evento hasta no revisar personalmente los filmes escogidos por el comité de selección.
“Es vergonzoso todo lo que está sucediendo dentro de la cultura cubana, sobre todo en en ámbito institucional”, dijo Juan Pin en declaraciones a CaféFuerte. “Que te censuren es doloroso, pero lo único que hace es desnudarlos a ellos”.
Juan Pin criticó la complicidad de algunos cineastas y otros artistas e intelectuales con la censura y con las criminalización de las acciones creadores que no tienen formas de defenderse frente a la impunidad institucional.
“Es un acto de violencia contra artistas cuya obra se ha desarrollado dentro del país”, apuntó el cineasta.
La película de Juan Pin fue inscrita para participar en el certamen cinematográfico luego del incidente provocado por su exhibición en la televisión estatal, el pasado junio, sin la presencia ni la autorización del realizador, lo que generó una agria polémica en el gremio y el resurgimiento de Asamblea de Cineastas Cubanos.
También el realizador Luis Alejandro Yero lanzó este jueves duras críticas a la censura aplicada a su documental.
“¿Qué pretextos van a crear ahora ante la ausencia de Llamadas desde Moscú en la programación del Festival de Cine de La Habana? Desde hace un mes estábamos al tanto de que nuestro filme, y varios más, se encontraban a la espera de la última palabra, el último y definitivo dictamen de esos misterioros y siempre presentes censores. ¿Quiénes son? ¿El Ministerio de Cultura? ¿El Departamento Ideológico del Partido Comunista? ¿La Seguridad del Estado? Nunca se sabe dónde comienza y dónde termina esa terrible serpiente”, escribió el realizador en redes sociales.
El documental de Yero explora la historia de cuatro inmigrantes cubanos en Moscú durante la víspera y posterior invasión de Rusia contra Ucrania. Tuvo su estreno mundial en el Festival de Cine de Berlín, el pasado febrero.
“Sabemos que Llamadas desde Moscú fue censurada por algunas frases incómodas que apuntan hacia el colapso y la falta de moralidad de un gobierno que apoya solapadamente la invasión de Putin a Ucrania, que ha llevado a la ruina a un país entero y provocado el mayor éxodo en la historia de Cuba —más de 500.000 personas en año y medio, el equivalente al 5% de su población—, que tiene a sus jóvenes dispersos por medio mundo y, como algunos de los participantes de la película dicen, prefieren estar a menos 20 grados, ilegales y en el país más homofóbico de Europa, antes de regresar a Cuba”, agregó el realizador, que es , egresado de la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV) de San Antonio de los Baños.
Yero reveló que algunos de los trabajadores del Festival han sido amenazados y les han exigido “al estilo de una vil mafia” que hicieran silencio absoluto sobre toda la violencia asociada al proceso de selección y censura.
“Se hace inmoral participar en un festival que oculta estos atropellos y recibe a cineastas de todo el continente como si La Habana —una ciudad hundida en la tristeza— fuera un resort caribeño donde tomar mojitos y darse palmaditas en el hombro los unos a los otros”, afirmó Yero, cuyo filme Los viejos heraldos fue ganador del Premio Coral al Mejor Corto Documental en el festival de 2018.
Las reticencias oficiales respecto a Llamadas desde Moscú se han suscitado también por la inclusión del documental en el IV Festival de Cine INSTAR, que se realizará a partir de la próxima semana en siete ciudades de Estados Unidos (Miami incluida), Europa y América Latina con el patrocinio del Instituto Internacional de Artivismo Hannah Arendt.
El ministro de Cultura Alpidio Alonso llanó al foro de INSTAR “una nueva operación pagada por la CIA” y una declaración de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) lo consideró “una maniobra orquestada por quienes aspiran a socavar los pilares de la nación”.
Sin embargo, el documental La Habana de Fito no figura en la programación del festival INSTAR.
“Todo esto lo que está enseñando es quiénes son los que detentan el poder de las instituciones del país”, dijo Juan Pin. “Sus decisiones son cada vez más ridículas”.
La selección oficial del Festival la integran 199 filmes de 19 países y Cuba estará representada por 30 obras.
El certamen abrirá con la presentación del filme chileno Los colonos, de Felipe Gálvez, candidata a la nominación del Premio Oscar por su país, y se extenderá hasta el próximo 17 de diciembre en seis salas de la capital cubana.