Venezuela y Cuba: La hora más crítica
Los acontecimientos desatados en Venezuela tras la juramentación de Juan Guaidó como “presidente encargado” para superar la usurpación del mandato, las movilizaciones populares en las calles contra Nicolás Maduro y la encrucijada de poder en el país, han llevado la crisis nacional a su punto más álgido y decisivo.
El discurso sereno de Guaidó, un desconocido ingeniero de 35 años, ha calado en una población cansada y decepcionada por la penuria, la represión y la hecatombe en la que el chavismo ha sumido a un país pleno de recursos y riquezas.
La desestabilizada Venezuela es, por supuesto, preocupación fundamental para el régimen cubano, que ha subsistido a fuerza de beneficios y prebendas petroleras desde el 2000. Cuba no ha hecho más que lanzar la noche del miércoles una vergonzosa condena contra la ola de Guaidó, y rechazar lo que consideran -en el irreformable lenguaje de la propaganda castrista- ” un golpe de Estado por un gobierno títere al servicio de Estados Unidos”.
Carta de cambio
Si Venezuela se juega en este episodio histórico su última carta de cambio sociopolítico, Cuba también tiene en vilo su supervivencia económica en medio de los estertores de sus reservas financieras y la ineficiencia productiva que no logra dejar atrás los lastres del centralismo y el control totalitario en todas las esferas del país.
Para el gobierno ¿de Miguel Díaz-Canel? la situación no puede ser más engorrosa. El nutrido aparado de fuerzas de seguridad y asesores de inteligencia militar que durante años el régimen cubano ha desplegado en Venezuela tiene ante sí una tarea difícil para mantener la normalidad y el orden en el debilitado aparato gubernamental del oficialismo. La cordura sería la receta más recomendable, pero los cubanos tratarán de no perder el terreno penetrado, minado durante años de interesada cooperación.
La postura que puedan asumir los altos mandos de la La Fuerza Armada Nacional Bolivariana ante los rumbos inesperados de la movilización ciudadana y del liderazgo de la legítima Asamblea Nacional, va a tener un peso sustancial en el futuro de esta Venezuela convulsa y esperanzada. Ya la cúpula militar ha manifestado su irrestricto espaldarazo a Maduro, pero esa respuesta monolítica dependerá del curso de los acontecimientos día tras día.
Ya las manifestaciones han dejado una docena de muertos y una situación de enfrentamiento civil sería aún más catastrófica para el sostenimiento del régimen chavista, sin la confabulación de otros aliados hemisféricos que ahora se han convertido en sus antagonistas.
Días cruciales
A su vez, el respaldo a Guaidó de al menos 12 países de la región, incluyendo Estados Unidos, pone también a Cuba en un incómodo laberinto diplomático en momentos en que Colombia le exige la extradición de 10 líderes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) tras el atentado que dejó 20 muertos en Bogotá, la pasada semana. Para complicar las cosas, la Interpol ya emitió una circular roja contra Israel Ramírez, alias “Pablo Beltrán”, líder de la delegación del ELN para las conversaciones de paz en La Habana.
El escenario se complica doblemente, con una vigorosa -y hasta desafiante- declaración del Departamento de Estado de no acatar la orden de Maduro para que los diplomáticos estadounidenses abandonen el país en 72 horas, y la advertencia de ” Estados Unidos tomará las medidas apropiadas para responsabilizar a cualquiera que ponga en peligro la seguridad de nuestra misión y su personal”.
Los próximos días van a ser cruciales para la suerte de Venezuela y el papel que Cuba finalmente decida asumir para defender la permanencia de su aliado incondicional en Miraflores. El desenlace pudiera ser vertiginoso, también la agonía y la incertidumbre puede tornarse prolongada.
Está por ver, entre otras cosas si la Serie del Caribe de Béisbol que debe realizarse en la ciudad de Barquisimeto, estado de Lara, entre el 2 y el 8 de febrero, va a poder desarrollarse con normalidad si los acontecimientos sociales se precipitan. Un equipo cubano, los Leñadores de Las Tunas, se alistan ya para participar en el torneo.
Lo que sí queda en evidencia desde cualquier mirada y ante cualquier salida es que para los compromisos establecidos entre Caracas y La Habana es también su hora más crítica.
DECLARACIÓN DEL GOBIERNO DE CUBA
Debe cesar la agresión contra Venezuela
El Gobierno Revolucionario de la República de Cuba condena y rechaza enérgicamente el intento de imponer, a través de un golpe de estado, un gobierno títere al servicio de los Estados Unidos en la República Bolivariana de Venezuela, y expresa su invariable solidaridad con el Gobierno del presidente constitucional Nicolás Maduro Moros.
Los verdaderos objetivos de las acciones contra Venezuela son controlar los vastos recursos de esa hermana nación y destruir el valor de su ejemplo, como proceso emancipador y de defensa de la dignidad e independencia de Nuestra América.
Como expresara el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez: «La soberanía de nuestros pueblos se dirime hoy en la actitud ante Venezuela. Respaldar el legítimo derecho de la hermana nación a definir su destino es defender la dignidad de todos».
No deben olvidarse otros intentos como el golpe militar del 2002 y el golpe petrolero del 2003, la agresiva Orden Ejecutiva de los Estados Unidos que califica a Venezuela como «una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y a la política exterior» de la superpotencia, las medidas coercitivas unilaterales, el llamado a un golpe militar contra el Gobierno constitucional de Venezuela, la advertencia del Presidente de los Estados Unidos de utilizar «una posible opción militar» y el intento de magnicidio el pasado 4 de agosto contra el Presidente Maduro.
Los actos de un grupo de países y el vergonzoso papel de la OEA constituyen un nuevo y desesperado intento por aplicar una fracasada política de cambio de régimen, que no se ha podido imponer debido a la inquebrantable resistencia del pueblo venezolano y su voluntad de defender la soberanía nacional.
La Habana, 23 de enero de 2019
DECLARACIÓN DEL GOBIERNO DE ESTADOS UNIDOS
Estados Unidos se encuentra junto al presidente interino Juan Guaido, elegido democráticamente por la Asamblea Nacional, y al pueblo de Venezuela mientras se restaura pacíficamente el orden constitucional en su país. Estamos dispuestos a apoyar al Presidente interino Guaido mientras establece un gobierno de transición y cumple sus obligaciones constitucionales como Presidente interino, incluyendo la protección del estatus de los representantes diplomáticos de Estados Unidos y otros países.
Acogemos con beneplácito la directiva interina del Presidente Guaido para todas las misiones diplomáticas en Venezuela de que Venezuela tiene la intención de mantener relaciones diplomáticas con todos los países. Estados Unidos mantiene relaciones diplomáticas con Venezuela y llevará a cabo nuestras relaciones a través del gobierno del Presidente interino Guaido, quien ha invitado a nuestra misión a permanecer en Venezuela. Estados Unidos no reconoce al régimen de Maduro como el gobierno de Venezuela. En consecuencia, Estados Unidos no consideraque el ex presidente Nicolás Maduro tenga la autoridad legal para romper relaciones diplomáticas con Estados Unidos o para declarar a nuestros diplomáticos persona non grata.
Hacemos un llamado a las fuerzas militares y de seguridad venezolanas para que continúen protegiendo la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos venezolanos, así como de los estadounidenses y otros ciudadanos extranjeros en Venezuela. Hacemos un llamado a todas las partes para que se abstengan de tomar medidas que sean inconsistentes con los privilegios e inmunidades que disfrutan los miembros de la comunidad diplomática. Los Estados Unidos tomarán las medidas apropiadas para responsabilizar a cualquiera que ponga en peligro la seguridad de nuestra misión y su personal.
Michael R. Pompeo
Secretario de Estado
Washington, DC
Enero 23, 2019