Lista roja de viajeros: Trump planea prohibir entrada de cubanos a Estados Unidos
La restricción sobre viajeros forma parte del prontuario de acciones que Trump ordenó el mismo día de su juramentación, y presupone la designación de un listado de países problemáticos y recalcitrantes.

La administración de Donald Trump planea implementar una prohibición de viajes para ciudadanos de ciertos países que sean considerados problemáticos o recalcitrantes por no tener una fluida cooperación de seguridad y registros informativos con Estados Unidos.
En la lista, por supuesto, está Cuba, cuyos ciudadanos podrían verse afectados con restricción y hasta suspensión de visados en los próximos meses.
La existencia de un borrador en fase final fue inicialmente revelada por el diario The New York Times, de acuerdo con el testimonio de dos funcionarios familiarizados con el asunto. Esta semana CaféFuerte indagó sobre el documento con fuentes vinculadas a la administración en Washington.
La directiva sobre viajeros forma parte del prontuario de acciones que Trump ordenó el mismo día de su juramentación, el pasado 20 de enero. A través de la orden ejecutiva Protección del pueblo estadounidense contra la invasión, el presidente dio 60 días al Departamento de Estado para concluir un informe sobre las posibles restricciones de viajes y visados para ciertos países no cooperativos.
Trump pidió al Departamento de Estado que comenzara a identificar países donde la búsqueda de información e investigación sobre personas es tan deficiente que justifica una suspensión parcial o total de la admisión de sus nacionales en Estados Unidos.
Pero la prohibición o limitación de visados se aplicaría también por la conducta de los llamados “países recalcitrantes”, que no cooperan en admitir a sus ciudadanos con orden final de deportación. Cuba está entre los países con mayor cantidad de deportables en Estados Unidos, con 42,084, y solo admite selectivamente a sus nacionales mediante una evaluación caso por caso.
La indicación presidencial incluyó la colaboración de los departamentos de Justicia (DOJ) y Seguridad Nacional (DHS), y la Oficina del director de Inteligencia Nacional.
La Oficina de Asuntos Consulares del Departamento de Estado es la encargada de la elaboración de la propuesta, cuya primera versión debe estar lista en dos semanas.
El proyecto definirá una lista de países cuyos ciudadanos quedarían impedidos de entrar a Estados Unidos sin una revisión exhaustiva de los motivos de su solicitud de viaje, lo cual marcaría una prohibición factual para ciertas nacionalidades.
Las personas tendrían que hacer una argumentación adicional de las razones de su viaje, con las consiguientes demoras de un proceso que implicaría una “revisión administrativa”, un trámite que puede demorar tiempo indefinido.
El borrador, que circula ya en varias dependencias federales, marca una lista roja para ciudadanos de países con un máximo nivel de prohibición. La relación de países prohibidos estaría basada en el listado de restricciones previas que decretó Trump en su anterior mandato, en 2017.
En la lista roja estarían Cuba, Irán, Libia, Corea del Norte, Somalia, Sudán, Siria, Venezuela y Yemen, pero esta vez se añadiría Afganistán.
“Las deliberaciones en el Departamento de Estado han sido intensas y el punto de mayor discusión no es Cuba, sino Afganistán, por todo lo que significa para sus refugiados después de la guerra”, dijo a CaféFuerte una de las fuentes consultadas.
En el borrador se establece un segundo nivel de países, en categoría naranja, cuyo acceso a visados no se restringirá categóricamente. En este grupo de países sus ciudadanos podrán acceder a ciertos tipos de visas de negocios, pero estarían limitados los visados de inmigrantes y turistas.
Para los países en la “lista naranja”, la duración de las visas se acortaría y los solicitantes deberán comparecer en persona a cumplir entrevistas consulares.
“Por el momento, Cuba va a estar en el listado rojo”, dijo la fuente a CaféFuerte. “Es poco probable que sea bajada al segundo grupo de menores restricciones”.
Un tercer grupo de países estarían en la categoría amarilla, los cuales tendrían 60 días para corregir algunas deficiencias en cuanto a los requerimientos de información y control, o terminarían incluidos en una de las dos listas.
Los puntos en consideración para determinar la clasificación de cada país abarcan la falta de intercambio de información sobre los viajeros, prácticas inadecuadas de seguridad en la emisión de pasaportes, descontrol en el otorgamiento de ciudadanía a personas de países prohibidos, y escasa colaboración con Estados Unidos en la batalla contra el terrorismo.
Se espera que estas restricciones pudieran entrar en efecto en mayo después de un período de consultas internas, dijo uno de los informantes.
No está claro si las personas con visas vigentes estarían exentas de la prohibición, o si esas visas serían canceladas, entre ellas las extendidas por cinco años que venían concediéndose a peticionarios cubanos desde agosto de 2023.
Tampoco se conoce con precisión si los visados por reunificación familiar se verían afectados o demorados.
Un portavoz del Departamento de Estado dijo que el organismo estaba trabajando en el cumplimiento de las órdenes ejecutivas para asegurar la seguridad nacional, pero declinó hacer referencia a discusiones internas sobre el borrador.
“Estamos comprometidos con la protección de nuestra nación y sus ciudadanos, manteniendo los más altos estándares de seguridad nacional y seguridad pública a través de nuestro proceso de visas”, dijo el funcionario.
Cuestionado sobre las peticiones de visados en la Embajada de Estados Unidos en La Habana, el funcionario dijo que la sede diplomática continúa procesando siete tipos de visas de no inmigrante (categorías H, J, L, O, P, Q y R), un servicio consular que fue restablecido desde el pasado 19 de agosto. Trump había suspendido el procesamiento de esas visas especiales durante su primer mandato.
Esas visas amparan peticiones de participantes en programas de intercambio cultural, deportistas, artistas, figuras del mundo del espectáculo, personas con talentos o logros extraordinarios, y miembros de una denominación religiosa.
Las peticiones de visas B-1 y B-2, que permiten viajes de negocio y turismo, siguen sin procesarse en La Habana, y los interesados deben hacer la petición en un tercer país. Sin embargo, algunos casos de solicitudes para viajes de delegaciones gubernamentales y visados de interés humanitario son procesados con carácter excepcional en la sede habanera.
Pero varias personas se han quejado de la ralentización de las citas para casos de reunificación familiar que venían fluyendo en la Embajada en La Habana desde el pasado año.
Si finalmente se aplica una restricción selectiva de viaje para ciertos países, sería una reinstalación de la política que Trump implantó en 2017 con foco en un conjunto de países de mayoría musulmana, pero que luego abarcó a otros países de bajos ingresos, incluidos varios de África.
En esa ocasión, los tribunales impidieron que el gobierno aplicara las dos primeras versiones, pero la Corte Suprema finalmente permitió que entrara en vigor una prohibición reescrita.
Al asumir la presidencia Joe Biden, en enero de 2021, una de sus primeras acciones ejecutivas fue anular las prohibiciones de viaje de Trump, y reimplantar un sistema de investigación individualizada para las personas de esos países.