Grandes Ligas: Los Phillies destrozan a los Bravos con dos jonrones de Nick Castellanos
Los Phillies de Filadelfia destrozaron el sueño de los superfavoritos Bravos de Atlanta en otra jornada de jonrones, con noche de gloria para el cubanoamericano Nick Castellanos.
Castellanos conectó un vuelacercas solitario para empatar el juego en la cuarta entrada y luego, frente a una recta de 100 mph, despachó un segundo estacazo en la sexta que clavó la puntilla del partido, decretó la explosión del estelar Spencer Strider y desató la locura entre la multitud que abarrotó el Citizens Field.
La euforia colmó a Liam, el hijo de 10 años de Castellanos, que desde el graderío fue captado y viralizado en redes sociales con su reacción ante la hazaña de papá. Familia orgullosa.
Con su par de jonrones decisivos, Castellanos se convirtió en el primer jugador en la historia de las Grandes Ligas en tener juegos consecutivos con múltiples jonrones. La noche del miércoles había conectado también dos en la victoria de 10×2 que le dio a Filadelia la delantera en la serie.
El triunfo en este cuarto juego de la Serie Divisional envió a los Phillies a la discusión del campeonato de la Liga Nacional frente a los Diamondbacks de Arizona, sorprendentes ganadores de los Dodgers de Los Angeles.
Curiosamente, los cuatro equipos que más victorias acumularon en la temporada regular y se perfilaban como contendientes para aspirar a cosas mayores, han quedado eliminados de la porfía. Entre Bravos (104 victorias), Orioles (101), Dodgers (100) y Rayos de Tampa Bay (99) parecían perfilarse un ganador de título de Liga o de Serie Mundial. Pero ya sabemos que la postemporada suele ser una caja de sorpresas.
El descalabro más estruendoso corresponde a los Bravos, que parecía un coloso sin rivales para deslizarse hasta la Serie Mundial, con todos los frentes cubiertos con bateadores imponentes y ases del montículo. Pero esta franquicia parece marcada por el síndrome de la postemporada y una y otra vez se desmerenga en los momentos cruciales, donde pesan tanto el corazón como la temeridad.
Hay una fibra de postemporada que define el destino de cada jugador, la fuerza de un equipo. Es algo misterioso pero está ahí, como un hechizo beisbolero.
Los Bravos conectaron 307 jonrones en la temporada regular, pero solo tres en postemporada. Contaron con el líder de jonrones (54) e impulsadas (139), Matt Olson, quien se fue ahora con dos ceros en ambos rubros. Roland Acuña debe ser el MVP de la Nacional con su histórico 40-70 y promedio de 337, pero en esta serie compiló para 143. Su turno al bate en la séptima entrada, acaso hubiera podido cambiar la decoración del partido y vestirlo de héroe, pero su largo batazo fue víctima de un sensacional fildeo de Johan Rojas. Strider ganó 20 juegos del calendario regular, pero aun está por anotarse una victoria en juegos de octubre.
La carrera de los Bravos se produjo en el cuarto capítulo por jonrón solitario del antesalista Austin Riley frente al zurdo venezolano Ranger Suárez, a la postre ganador del encuentro. Trea Turner lo imitó en la parte baja del quinto para poner delante a los Phillies.
Atlanta tuvo su gran desperar en el inning de la suerte, cuando llenó las bases y vino el batazo de Acuña.
Pero la historia fue otra.
Los Phillies esperarán en casa por los D-Backs para el primer juego por el banderín de la Nacional, el próximo lunes.
El domingo comenzará el duelo texano entre los Rangers y los Astros.
El pronóstico es difícil, pero no debe sorprendernos si se repiten los mismos rivales de la Serie Mundial del pasado año: Astros vs. Phillies. Aunque todavía queda mucha pelota por jugar.