Programa de siembra busca aumentar la papaya en Cuba
Por Redacción CaféFuerte
Los agricultores de la flamante provincia de Mayabeque, al sur de La Habana, están enfrascados en multiplicar la producción de papaya o fruta bomba, como la llaman los cubanos.
Los campesinos de Mayabeque tienen actualmente organizadas 51 fincas de frutales que cosechan desde los tradicionales mango y guayaba, hasta los exóticos fresa y melocotón, y están promoviendo un rescate productivo con cultivos de ciclos cortos, indicó un reportaje divulgado por la prensa oficial.
Como parte de ese renacimiento de la llamada “economía de los finqueros” figura un programa especial de siembra de 150 mil hectáreas de fruta bomba tipo maradol, el cual debe dar sus primeros frutos para diciembre.
Según explicó Ernesto Rodríguez Hernández, especialista del Grupo Empresarial Agropecuario y Forestal de Mayabeque, el plan de siembra de la frutabomba maradol es una creación del Instituto Nacional de Investigación de Viandas Tropicales (INIVIT) y cuenta con “probadas bondades” y características tan especiales que “todas las fincas muestran interés en promoverla”.
¿Papaya o moringa?
En fin, la papaya maradol se vislumbra como una nueva moringa.
En diciembre se espera que puedan recogerse en Mayabeque las primeras mil toneladas.
Dado el entusiasmo que ha despertado la fruta bomba marador, las autoridades agrícolas han alertado que el cultivo de la planta no debe ser parte de un proceso desorganizado que luego desemboque en “picos” productivos para los que no haya capacidad de procesamiento.
Si se toma como referencia el cierre de julio se observará que, junto a una producción destacada (9 565 toneladas), también sobresale la siembra con un real acumulado de 971 hectáreas de las 580 que marcaba el programa de ese periodo.
La provincia se empeñó en transformar la situación mediante el incremento de frutales devenidos exóticos como el melocotón y la fresa, por solo mencionar algunos. Las fincas amplían y comparten los suelos, lo cual ayuda a mejorar la economía de los “finqueros” al alternar, en forma intercalada, con cultivos de ciclos largos que demoran mucho más tiempo para su cosecha, por ejemplo, el plátano, la yuca y la malanga.
Mil toneladas en diciembre
Ernesto Rodríguez Hernández, especialista del Grupo Empresarial Agropecuario y Forestal de Mayabeque, explicó que a la par el territorio se enfrasca este año en un programa de siembra de 150 hectáreas de la frutabomba tipo maradol, creación del Instituto Nacional de Investigación de Viandas Tropicales (INIVIT).
En diciembre ya deben recogerse las primeras mil toneladas. Las muchas bondades de esta fruta han sido probadas, y dadas sus características especiales todas las fincas muestran interés en promoverla. Ello no debe ser parte de un proceso desorganizado, que luego dé lugar a “picos” productivos, sin un esquema para enfrentarlos.
El reporte dijo que al cierre de julio se alcanzó una producción destacada de 9,565 toneladas.
La variedad de papaya maradol fue obtenida en Cuba por el fitomejorador autodidacta Adolfo Rodríguez Rivera y su esposa María Luisa Nodals Ochoa en el período 1938-1956. El nombre de la variedad surge al unir parte de los nombres de sus creadores, mar, de María y adol, de Adolfo.
Es un árbol de porte mediano, cuya altura promedio es de 2.15 metros. La planta precoz puede iniciar la producción a los siete meses y estabilizar la cosecha a los ocho meses de plantada; si se logra un buen control de las enfermedades virales puede permanecer produciendo hasta los 24 meses.