Acusan a estadounidenses involucrados en compra de propiedades en Cuba

El empresario turco-estadounidense Adem Arici, acusado de violar el embargo a Cuba

El empresario turco-estadounidense Adem Arici, acusado de violar el embargo a Cuba

Por Ivette Leyva Martínez

Los estadounidenses están invirtiendo ya en bienes raíces en Cuba y todo parece que puede transcurrir sobre ruedas en el negocio, hasta tanto las autoridades federales no tomen cartas en el asunto.

Un empresario turco-estadounidense y su abogado de Nueva York pueden enfrentar severas condenas carcelarias si son hallados culpables de violar el embargo con el fin de invertir en bienes raíces en Cuba.

Adem Arici, de 49 años, propietario de una cadena de supermercados en Nueva York, enfrenta dos cargos: uno, por violar el embargo a la isla, y otro, por intentar manipular a un testigo de las autoridades federales.

La acusación fue presentada la pasada semana en un tribunal federal del distrito de Nueva York.

El primer cargo  contra Arici conlleva una pena de hasta cinco años de cárcel y 250 mil dólares de multa, mientras que el segundo puede costarle entre tres y 20 años de cárcel y una multa similar.

El abogado, Marc Verzani, de 45 años y residente de Scarsdale, viajó a la isla con una persona que cooperó con las autoridades federales en la investigación. Está acusado de violar el embargo, intentar manipular al testigo y brindar falso testimonio en un procedimiento civil, ya que inicialmente negó haber viajado a la isla.

Arici permanece arrestado sin derecho a fianza luego de que el juez considerara que podría escapar al extranjero. Verzani encuentra en libertad tras pagar una fianza de un millón de dólares, según la audiencia realizada el pasado jueves.

De acuerdo con la acusación, entre abril y septiembre de este año, Verzani y Arici conspiraron para visitar Cuba ilegalmente, mediante transferencias de dinero a agentes de viaje en Cancún y correos electrónicos usando claves para referirse al viaje.

Millones invertidos

El balneario de Cancún es tradicionalmente utilizado como puerto de embarque de muchos estadounidenses que viajan a la isla sin la debida licencia del Departamento del Tesoro.

Verzani viajó a Cuba entre el 8 y el 13 de septiembre, acompañado del individuo que testificó para las autoridades a cambio de inmunidad. Ambos se reunieron con Arici, quien dijo haber invertido millones de dólares en negocios y en el mercado de bienes raíces en la isla y les mostró un hotel que estaba construyendo y una casa de su propiedad.

Antes de llegar a Cuba, Verzani le había ofrecido al testigo ayudarlo a comprar tierras y le dijo que debía llevar dinero en efectivo para un pago inicial, pero una vez allí la transacción no se concretó. Sin embargo, ambos gastaron dinero en “comida, bebida, transportación, entretenimiento y servicios personales”, en otra violación del embargo.

El caso sale a la luz en momentos en que el gobierno cubano ha autorizado la compraventa y traspaso de propiedades entre sus ciudadanos, poniendo fin a cinco décadas de restricciones en el mercado inmobiliario.

Analistas y conocedores del mercado inmobiliario cubano consideran que el financiamiento de las transacciones podría proceder de familiares u otras personas radicadas en el exterior. De hecho, antes de la implimentación del Decreto 288 y las resoluciones complementarias, varios extranjeros habían adquirido propiedades en Cuba mediante operaciones ilícitas con ciudadanos cubanos.

La investigación y proceso judicial pudiera descorrer la cortina que protege a casos similares, incluyendo numerosas transacciones de residentes del sur de la Florida a través de familiares en la isla.

Gran parte de la acusación se basa en el testimonio de Raymond DiPillo, agente especial del Departamento de Seguridad Interna (DHS, por sus siglas en inglés). DiPillo logró la cooperación del testigo, y que este, bajo sus órdenes, grabara conversaciones con Verzani.

Buscando 630 carneros en Cuba

En esas conversaciones el testigo le dijo que había sido contactado por las autoridades federales, y el abogado le aconsejó repetidamente mentir en su testimonio.

Por otro lado, Arici también contactó al testigo e igualmente le aconsejó mentirle a las autoridades federales. Esa conversación también fue grabada.

En el 2004, Arici había sido objeto de una investigación de la Oficina de Control de Bienes y Activos Extranjeros (OFAC), por un viaje a Cuba sin la licencia requerida por esa dependencia del Departamento del Tesoro.

Sin embargo, Arici niega las acusaciones. En una entrevista telefónica con el diario turco Hürriyet, el empresario dijo que había ido a Cuba a sacrificar 630 carneros por la festividad Kurban Bayram.

“Quieren lincharme. Me están haciendo esto porque soy turco”, aseguró.

El diario citó una declaración del fiscal Preet Bharara, quien dijo: “Como indican los cargos, los acusados pusieron sus propios intereses empresariales por delante del embargo y trataron de encubrirlo. Ahora serán responsables de sus delitos”.

Acusación presentada ante el tribunal de Nueva York

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