Crónica desde el Malecón: jineteras cubanas le responden a Mariela Castro

Crónica desde el Malecón: jineteras cubanas le responden a Mariela CastroPor Angel Santiesteban-Prats*

¿Se abrirán… las nuevas alamedas… –disculpen, corrijo–: los burdeles en La Habana?

Con la mayor impudicia, Mariela Castro, la Princesa de la Dinastía de los Castro, sin mayor mérito que ser descendiente del poder y gastando el dinero del hambriento pueblo cubano, ha recorrido recientemente las calles de Ámsterdam, particularmente la Zona Roja, para elogiar lo organizaditas que están las prostitutas en ese país.

Admiro y respeto el modo en que han encontrado (las prostitutas), una manera digna de hacer su trabajo sexual y de hacerse respetar.

Ahora, con todos los cambios frescos y alejados del “realismo socialista” que trae el nuevo Monarca, su padre Raúl Castro, quizá vuelva a complacer a la Infanta Mariela y le permita a la niña, después de acceder a que los cubanos elijan su inclinación sexual sin ser perseguidos, humillados y encarcelados, como ocurrió siglos atrás con la abolición de la esclavitud, crear la zona rosa de La Habana.

Realmente me ha gustado mucho conocer directamente cómo es que lo hacen –dijo emocionada Mariela.

Y un grupo de jineteras de La Habana se han quejado:

Nos quejamos por lo mismo de siempre –dicen–, las de adentro nunca somos originales ni llamamos la atención, resulta que nunca le hemos interesado como seres humanos, y ahora sale ella por una esquina del mundo promoviendo a las extranjeras como si nosotros no lo supiéramos hacer. Que pase por aquí (el malecón de La Habana), que se va a sorprender cuando le enseñemos directamente cómo se hace en el Caribe.

Policías a la vista

Una pareja de policías se acercaban y las muchachas, asustadas, me pidieron continuar la conversación en la acera del frente, que es oscura y pueden guarecerse.

Yo creo que al Malecón va todo el mundo, van homosexuales, van transgéneros, van personas que ejercen la prostitución por su cuenta, va La Habana y quien la visita. Entonces, para nosotros el Malecón no es un problema –dijo risueña la miembro del clan familiar de los Castro.

A los que las jineteras respondieron:

El malecón nunca ha sido un problema, al menos para ellos (el Gobierno y su familia), el problema es para nosotras que debemos correr varias veces en la noche para que la policía no nos arreste, si con suerte no tenemos antes que mamárselas o pasar por varios guardias para satisfacerlos.

Crónica desde el Malecón: jineteras cubanas le responden a Mariela CastroSeguramente el Estado instituirá una “Comisión de Idoneidad”, para garantizar que, a aquellas que les entreguen el carné de “Mujer Pública en Defensa de la Revolución”, o “Cortesana de Compañía de Apoyo a Soldados de la Revolución”, según acuerden llamarlas, realmente sean prostitutas por vocación, y no esas profanas (que muy particularmente pienso que un día habría que hacerle un monumento por haber salvado a la familia cubana) que se han visto forzadas por la crisis económica a sobrevivir por pura necesidad.

Pero en Cuba he conocido gente que dice “Ay, necesito arreglar el baño y no tengo dinero”, entonces le da el servicio sexual al albañil para que le arregle el baño. Y después no lo hace más porque no le gusta –bromeó la hija de Raúl Castro.

Para ella eso podrá ser una broma porque nunca se ha visto en la necesidad de hacerlo por ser la hija de papá –dice Miladis–, pero una que tiene que resolver de esa manera, te puedo decir que son los tragos más amargos que se puede dar un ser humano… Jamás se olvidan –asegura con los ojos llorosos.

Nosotras existimos por naturaleza, lo que pasa que es mejor hacerlo por dinero y prosperar en la vida que hacerlo de gratis… –nos confiesa Yusimil–. Si tuviera todos los problemas resueltos, lo seguiría haciendo porque me gusta, es una necesidad de mi cuerpo y mi mente. Esas otras que sólo lo hacen por economía nos avergüenzan –dicen las Señoras de la Vanguardia–, ellas no son como nosotras que lo hacemos por inspiración, y profesamos respeto por el oficio más antiguo de la humanidad, según he escuchado, y estas desnaturalizadas nos avergüenzan, nos desacreditan nuestra labor social, asociada intrínsecamente al arte del placer genuino –dice.

Ingeniera química sin perfil

Y a mi pregunta de si no era preferible estudiar alguna carrera universitaria sonríe con ironía, respira y mira la luna como buscando paciencia antes de responderme:

–Mira, sabelotodo, yo soy Licenciada en Ingeniería Química, y de nada me sirvió porque en mi familia no existen funcionarios, políticos o militares de rango que me abrieran el camino. Fui a trabajar al famoso Polo Científico, y allí sentí que era una prostituta también, alguien me explotaba, en este caso el Consejo de Estado, que es a quienes pertenece el Polo, y no pagaban mi inteligencia ni mi horario consagrado. Si me van a explotar al menos que me paguen, si ellos se llevaban nuestros éxitos en investigaciones, ahora me pagan bien, y se llevan el placer de poseerme. 

Por lo que probablemente muy pronto, el gran burdel en que se ha convertido Cuba, tendrá sus zonas especializadas con privilegios para los que presenten los carnes de la Juventud y el Partido Comunista, y descuentos para la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, al estilo de la novela Pantaleón y las visitadoras de Mario Vargas Llosa. Más adelante se verán las tarifas de los “trabajadores destacados”, “estudiantes”, etc.

La Habana será la primera zona laboratorio, y el Consejo de Estado rogará disculpas por las molestias que pueda causar, mientras que la policía se encargará de cerrar las fronteras de acceso a la ciudad para evitar estampidas de curiosos, jóvenes ansiosas por matricular en posgrados en la materia, hombres desesperados por calor de mujer, y esposas celosas.

La manera de dignificar el trabajo que hacen, porque es un trabajo, además de hacer valer derechos también –asegura la Heredera–, eso es muy importante, y los cuidados de salud, la protección de la violencia (sic), la protección del abuso (sic) en sentido general.

¿Un festival de artes sexuales?

Entonces ya no tendrá más necesidad la Soberana de ir inoportunamente por el mundo a desacreditar la mala organización y sanidad que presentan las prostitutas cubanas, y en su oportunidad se organizará un Festival Internacional de las Artes Sexuales, que como circo recorrerá la nación de un extremo al otro.

Porque coño, nuestro vino será amargo, pero es nuestro vino, hay que recordar el pasado, siglos de leyendas que han sorteado el tiempo, como la del mismísimo Yarini, pensar en las putas de San Isidro, de la Calle Pajarito, de Guarina, de Zanja, de la Plaza del Vapor, del barrio de Colón o, incluso, las escenas descritas en las famosas novelas de Miguel de Carrión y otros escritores contemporáneos como Amir Valle, por solo mencionar dos de los más representativos; por eso es inaceptable que una Aristócrata venga, después de tantos años, a continuar imponiendo los modelos que les impresionan por el mundo, que nosotros teníamos desde antes uno más auténtico, famoso y nacionalista, cuando ni siquiera Ámsterdam aparecía en el mapa de la delectación. Y como estamos hablando de nobles lazos sanguíneos y de modelos, hay que inferir y asustarse por la cercanía filiar, y recordar que su padre, el actual Emperador, en su juventud fue a la extinta (que en paz descanse) Unión Soviética, y nos trajo la triste idea de crear el socialismo, que si de atractivo tenía para Fidel Castro, fue y es, que permitía y permite, la posibilidad “legal” de permanecer en el poder para siempre.

Es decir, que gracias a su grandiosa visita vivimos como estamos: la hambruna, la miseria, y la falta de libertad pululan en toda la Isla. Cubanos dispersos por los rincones más inimaginables del mundo. Por eso asusta cuando a la Familia Real se le ocurre un modelo ajeno, porque enseguida vienen a probar como si fuéramos conejos de laboratorio.

En Cuba hay prostitución, y a mucha honra –grita Yusimil–, y no necesitamos “madrinas” ni “sindicatos”, sólo un poco de respeto para con nosotras. Con eso sería suficiente.

* Escritor cubano residente en La Habana. Su libro de cuentos Dichosos los que lloran ganó el premio Casa de las Américas en el 2006. Es autor del blog Los hijos que nadie quiso. Actualmente enfrenta un proceso legal, con petición de 15 años de cárcel.

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