Fallece en Miami cubano involucrado en histórico secuestro de avión
Edmundo Ponce de León, el cubano involucrado en el primer secuestro aéreo internacional en la historia de Estados Unidos, falleció en Miami a los 75 años.
Ponce de León murió al amanecer del lunes 3 de octubre en el Hospital de Veteranos de Miami, víctima de cáncer, según dijeron fuentes familiares. Por tratarse de un ciudadano naturalizado que sirvió en la Fuerza Aérea de Estados Unidos, fue enterrado con honores miliares en el Cementerio Nacional de Florida en Lake Worth.
Y como suele ocurrir con los protagonistas de controversias históricas, se llevó sus secretos a la tumba.
Ponce de León estaba entre los pasajeros del vuelo 495 de Cubana de Aviación que cayó en la bahía de Nipe, en el noreste de Cuba, el 1ro de noviembre de 1958, causando la muerte de 14 personas, entre ellas al menos cinco ciudadanos estadounidenses. Se considera el secuestro más cruento de la aviación mundial en los años 50.
Eran los días finales del régimen de Fulgencio Batista en medio de la ofensiva de las tropas rebeldes de Fidel Castro. Miami también vivía en efervescencia conspirativa.
Cinco hombres identificados como miembros del “Movimiento 26 de Julio”, tomaron en Miami el fatídico vuelo rumbo a Varadero e intentaron desviarlo hacia la región oriental. El avión iba secretamente cargado con armas destinadas al Ejército Rebelde.
El piloto intentó aterrizar de emergencia en una pista cercana al central azucarero Preston (luego Central Guatemala, en la zona de Mayarí), en la zona de Holguín, pero la aeronave fue a parar a las aguas de la bahía.
Sobreviviente que subió a la Sierra Maestra
Ponce de León figuró entre los seis sobrevivientes que lograron nadar hasta la orilla o fueron rescatados en alta mar.
Documentos del Departamento de Estado indican que logró internarse en las montañas junto con dos secuestradores y bajó luego de la Sierra Maestra con las tropas rebeldes.
Pero él negó siempre haber participado en el secuestro, a pesar de que sobrevivientes de la tragedia e incluso testimonios familiares apuntaban a su culpabilidad.
Ponce de León insistió una y otra vez en que él era un simple inmigrantes cubano, con simpatías por el movimiento insurreccional de Castro, y que ese día viajaba con fines turísticos a Varadero por un fin de semana. Afirmaba que había sido obligado por los rebeldes a internarse en las montañas, cautivo de dos secuestradores.
En una entrevista con el reportero Gerardo Reyes de El Nuevo Herald, en el 2008, su prima Solange Ponce de León aseveró que lo vio formando parte de una caravana de tropas rebeldes, con barbas y vestido con traje verdeolivo, a comienzos de 1959.
El FBI investigó el caso inmediatamente después de la tragedia aérea, pero fiscales federales de Miami suspendieron la pesquisa tres meses después por considerar que Ponce de León estaba radicado en Cuba, fuera de la jurisdicción estadounidense.
Ponce de León conoció a una mujer y se quedó a vivir en Cuba. Se integró al proceso liderado por Fidel Castro y ocupó algunos cargos gubernamentales. Documentos del Departamento de Estado apuntan que tuvo cargos de teniente y estuvo asignado a unidades de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) en La Habana. Luego laboró junto a su esposa en el Ministerio de Trabajo en La Habana.
Libro sobre el secuestro
El enigma de su presunta participación en el secuestro no pudo resolverse mientras vivía, ni siquiera cuando decidió regresar a Estados Unidos en 1994.
Reyes, quien escribe actualmente un libro sobre el secuestro, dice tener suficientes pruebas para aseverar que Ponce de León tuvo responsabilidad en el hecho.
“Me quedan muy pocas dudas”, dijo Reyes a CaféFuerte. “Su descripción de lo que sucedió en el avión es la de alguien que estaba en la cabina del piloto, no la de un simple pasajero desde el pasillo”.
El libro de Reyes se titula Vuelo 495 y debe publicarse el próximo año.
El caso quedó desactivado, pero se reabrió a raíz de una polémica familiar en Miami tras la muerte de su tío, Rogelio Ponce de León, en el 2007.
Un año después la fiscalía federal de Miami decidió que no lo encausaría por no existir pruebas suficientes de su participación en el secuestro.
Recientemente, la cadena NBC transmitió unas serie especial sobre el caso.
A Ponce León lo sobreviven en Miami su esposa, una ex empleada de la tienda El Encanto de La Habana, y su hijo Edmundo.