Falleció el ex ministro Levy Farah Balmaseda

REDACCION CAFEFUERTE

Levy Farah Balmaseda, un ex poderoso dirigente defenestrado y apartado de los círculos de poder en 1989, falleció en La Habana a los 74 años, victima de cáncer.

Farah falleció alrededor de las 6 a.m. del martes en su casa de Miramar, según dijeron fuentes familiares a CaféFuerte. Su estado de salud era crítico desde hacía varias semanas y sufría de fuertes dolores como consecuencia de la metástasis, que le había hecho perder cerca de 100 libras.

Una escueta nota en el diario Granma dio cuenta hoy del fallecimiento, pero sin mencionar los cargos y altas responsabilidades que desempenó durante su trayectoria como ministro y hombre de confianza de la jerarquía militar.

Había nacido en Puerto Padre, actual provincia de Las Tunas, en el seno de una familia de origen libanés que emigró a Cuba a comienzos del siglo XX. Logró estudiar y matricular en la carrera de Medicina en la Universidad de La Habana, pero su incorporación a la lucha revolucionaria lo obligó a abandonar los estudios.

Farah fue un destacado miembro del Directorio Revolucionario “13 de Marzo” en los años de enfrentamiento a la dictadura de Fulgencio Batista (1952-1958). Al triunfo de la revolución de 1959 se incorporó de lleno a tareas de dirección en las esferas económica y constructiva.

Tuvo a su cargo la Dirección de Desarrollo de Edificaciones Sociales y Agropecuarias (DESA) entre 1972 y 1976, año en que pasó a desempeñarse como ministro-presidente del Comité Estatal de la Construcción (1976-1980).

Entre 1980 y 1987 fungió como ministro sin cartera del gabinete, encargado de tareas estratégicas como la creación de la Unión Nacional de Empresas del Caribe (UNECA), una  sociedad anónima para desarrollar construcciones en países aliados de América Latina, Asia y Africa.

Condenado al ostracismo

La UNECA desarrolló numerosos proyectos constructivos en Libia, lo que permitió a Farah establecer estrechas relaciones con el presidente Muammar el Gaddafi, quien se consideraba su amigo. Los vínculos entre ambos se mantuvieron hasta años recientes y en no pocas ocasiones Farah sirvió de puente para conectar a empresarios extranjeros interesados en establecer negocios con Tripoli.

Al crearse el Ministerio de la Industria de Materiales de Construcción fue designado como su primer presidente (1987-1989). Cercano al entonces ministro del Interior, el general José Abrantes, Farah fue destituido durante el proceso de purgas desatado en el verano de 1989 y que concluyó con el fusilamiento del general Arnaldo Ochoa y la condena de 20 años contra Abrantes.

La destitución de Farah se justificó entonces en la prensa oficial como un paso para alcanzar una mayor eficiencia en su organismo, pero lo cierto es que el tema de la UNECA había salido reiteradamente durante el juicio de la Causa No. 1 contra el general Ochoa. La entidad fue la encargada de construir, entre otras obras, dos aeropuertos militares en Angola.

La destitución de Farah fue anunciada en un comunicado oficial el 2 de agosto de 1989. Desde entonces permaneció en el ostracismo, alejado de la actividad pública.

Fue designado a trabajar en el Ministerio de Transporte y enviado a administrar la Terminal Interprovincial de Omnibus de La Habana.

Cumpliendo una decisión propia sus restos serán cremados. Este miércoles a las 10 a.m. sus restos serán conducidos desde la Funeraria de 70 y 29, en el municipio Playa, e inhumados en el Panteón de los Caídos en la necrópolis de Colón en La Habana.

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