Cuba: Alan Gross admitió ser culpable; la sentencia se dará en los próximos días
En un juicio marcado por el desencuentro político de Washington y La Habana, el contratista estadounidense Alan P. Gross admitió que fue utilizado para fomentar programas de subversión en la isla y acusó a sus empleadores de arruinar la vida y la economía de su familia.
Un comunicado oficial divulgado en los medios estatales indicó que el juicio contra Gross concluyó en la tarde del sábado tras dos días de sesiones y la sentencia será pronunciada en los próximos días. Un panel de cinco jueces, dos de ellos legos, tendrá a su cargo el fallo.
Gross, de 61 años, fue hallado culpable de “actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado -según la acusación formulada por la fiscalía- y podría recibir una condena de 20 años de cárcel. Se espera que el fallo sea dado a conocer la semana entrante.
“Durante la vista del juicio oral la Fiscalía aportó elementos de prueba sobre la participación directa del acusado en la introducción y desarrollo en el país de un proyecto subversivo para intentar derrocar la revolución, que tenía como blancos esenciales el sector juvenil, centros universitarios, culturales, religiosos, grupos femeninos y raciales”, señaló la nota oficial.
Gross fue arrestado el 3 de diciembre del 2009 en La Habana tras concluir su octavo viaje a la isla con el propósito de distribuir tecnología satelital entre grupos de la sociedad civil cubana. La misión estaba conducida por la firma Development Alternative Inc (DAI), contratista de la agencia gubernamental de ayuda para el desarrollo, USAID.
La USAID asignó $20 millones de dólares anuales en su programa para Cuba del 2009 y 2010. Gross recibió unos $500,000 dólares por la tarea encomendada en sus viajes a la isla.
“En la materialización de sus propósitos anticubanos pretendía emplear sofisticadas tecnologías para crear redes clandestinas de infocomunicaciones o fuera del control de las autoridades cubanas para alimentar provocaciones contrarrevolucionarias”, agregó la información.
Al parecer, varias de esas revelaciones sobre la labor de Gross saldrán a la luz en un programa especial de la serie Las razones de Cuba, que se anuncia para el próximo lunes a las 8:30 p.m. por la Televisión cubana. Según un spot publicitario, el documental ofrecerá “información desclasificada” sobre la intención de Estados Unidos de crear redes informáticas ilegales para la transmisión y recepción de datos de manera codificada.
Admisión de culpas
Sin embargo, la clave del proceso judicial estaría en la admisión de Gross de sus “acciones subversivas” y las críticas lanzadas contra la propia DAI, su compañía empleadora, lo que pudiera allanar el camino para una pronta solución de su caso.
De acuerdo con la versión gubernamental, “Gross reconoció que fue utilizado y engañado por la DAI” y acusó a esa agencia “de haberlo puesto en peligro y conducirlo a su situación actual; de arruinar la vida y la economía de su familia”.
Como resultado de su arresto, Judy Gross tuvo que vender la casa familiar en Potomac, Maryland, y mudarse a un apartamento más pequeño. El contratista está enfermo con varios padecimientos que se agravaron en prisión como resultado del estrés.
Gross hizo una declaración libre y respondió preguntas del fiscal, la defensa y el tribunal sobre los hechos que se le imputaron. El juicio de dos días sumó 17 horas y tomó en cuenta las declaraciones de 10 testigos, nueve peritos con 26 informes periciales, el informe del instructor y las pruebas materiales y documentales presentadas por la Fiscalía.
El abogado estadounidense Peter J. Kahn, que viajó a La Habana junto a Judy Gross, esposa del contratista, para asistir al juicio, emitió una breve declaración al concluir el juicio asegurando que “la familia se mantiene esperanzada en que Alan Gross estará pronto de regreso en casa”.
Primeras imágenes de Gross
Al final, Judy Gross y Kahn se vieron saliendo en un auto del tribunal con Nuris Piñero Sierra, directora del Bufete de Servicios Especializados y presunta abogada defensora en el caso. Oficialmente no se ha informado la identidad de los abogados cubanos designados para representar a Gross,
El sábado se obtuvieron las primeras fotos de Gross desde su detención hace más de 15 meses. El contratista luce avejentado y muy delgado, tras la pérdida de 90 libras de peso desde su detención.
El juicio se realizó en la sede del tribunal municipal de Diez de Octubre, una locación alejada del centro de La Habana, con mayores facilidades para el control policial,
El tribunal estuvo rodeado los dos días por un fuerte operativo de fuerzas de seguridad, sin permitirse el acceso a la sala de la prensa extranjera.
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