Llega a Miami periodista cubano que denunció acoso por internet

Llega a Miami periodista cubano que denunció acoso por internetPor Wilfredo Cancio Isla

Aunque le quedaban apenas horas para tomar el avión que lo traería a Miami, Ernesto Morales Licea sintió que no podía traicionar su condición de periodista y sacó tiempo para escribir su último artículo de denuncia ciudadana desde Cuba.

El relato, que puede leerse en su blog El Pequeño Hermano, narra el desgarrador desenlace de una protesta protagonizada por Alexander Otero Rodríguez, residente de Bayamo, en la oriental provincia de Granma, para exigirle a las autoridades un sitio digno donde vivir y proteger a su familia.

“El hecho de que en una población tradicionalmente dócil como Bayamo (me refiero al Bayamo de años recientes, no a los habitantes de la ciudad que estalló en llamas en el siglo XIX) se hayan producido en menos de un mes dos protestas masivas como la huelga de los cocheros y el reclamo de esta familia por una vivienda, es una señal notable del descontento que reina en el país”,  comentó Morales en entrevista con CaféFuerte.

El periodista consideró que al gobierno está perdiendo el control de muchas cosas porque la gente recibe cada vez más información y, en consecuencia, reclama respuestas para problemas que no tienen solución bajo el actual modelo socialista.

Morales, de 26 años, arribó  a Miami la noche del martes con una visa de fiancé, reclamado por su novia, la sicóloga Angélica Betancourt. Ellos se conocen desde la infancia y vivían en el mismo barrio de su natal Bayamo.

Su caso saltó a la palestra luego de que hackers oficialistas -con el respaldo de la Seguridad del Estado- accedieran a sus correos electrónicos, manipularan fotos personales y enviaran mensajes implicándolo en supuestas actividades de tráfico sexual y prácticas homosexuales con el propósito de dañar su reputación.

Una campaña difamatoria

La campaña cibernética se produjo para contrarrestar a El Pequeño Hermano, creado por Morales tras su expulsión del periodismo oficialista, en abril de este año. El periodista denunció en detalle la operación difamatoria de la inteligencia cubana en un post titulado “Diseccionando un modus operandi”.

“Dejo detrás a un país en caos y a un gobierno que intenta remover sus métodos no por altruismo, sino por necesidad de sobrevivencia”, comentó el periodista. “Ellos lo están enfrentando conscientemente: adaptar el modelo a los nuevos tiempos”.

Pero opinó que si bien los cambios económicos no están concebidos para mejorar la situación del pueblo, el hecho de que el gobierno tenga que remover sus propias estructuras y flexibilizar el trabajo por cuenta propia encierra en sí mismo una posibilidad desestabilizadora.

“Al salir del estatismo, el gobierno se arriesga a desestabilizarse”, expresó. “Y de ahí que yo albergue cierto optimismo en el futuro, porque la lección del derrumbe de los totalitarismos es que en sistemas tan cerrados como lo fueron los regímenes socialistas de Europa del Este, el más mínimo cambio puede ser el principio del fin y el momento de ruptura con muchas cosas”.

Expulsión definitiva

Graduado de la Licenciatura en Periodismo por la Universidad de Oriente, en el 2008, Morales comenzó a laborar como reportero de la emisora provincial Radio Bayamo.

Contrariado por los rumbos de censura y distorsión de la prensa oficial, la gota que colmó su paciencia fue la orientación recibida para iniciar una campaña propagandística en respaldo al gobierno cubano tras la muerte del prisionero disidente Orlando Zapata Tamayo, el pasado febrero.

“Me vi en un dilema ético, pues me estaban obligando a tomar partido y a realizar entrevistas a artistas e intelectuales para respaldar al gobierno, cuando yo realmente estaba en contra”, contó Morales. “Y no quería convertirme en un hipócrita”.

Lo sancionaron a 30 días fuera de Radio Bayamo. Durante ese período apareció una entrevista suya con la reconocida bloguera Yoani Sánchez, publicada por el blog alternativo Octavo Cerco, de Claudia Cadelo. La expulsión definitiva de la emisora no tardó en producirse.

La batalla de la internet

Morales señaló que contrarrestar la plataforma de la blogosfera alternativa cubana  constituye actualmente un objetivo fundamental de las autoridades encargadas del control de la internet en la isla.

“Están muy preocupados y concentrados en cómo enfrentar eso”, explicó. “Hay reuniones sistemáticas con los periodistas para darles cursos sobre Twitter y Facebook, les exigen crear sus blogs y les piden que estén entrando constantemente a la internet para actualizar sus mensajes en función de la batalla de ideas”.

Morales relató también que como parte de esta estrategia propagandística, periodistas oficialistas y algunos miembros de la Unión de Artistas y Escritores de Cuba (UNEAC), reciben 80 horas mensuales de acceso a la internet. Sin embargo, algunos de los beneficiados venden parte de sus horas de conectividad para compensar sus necesidades económicas.

“Si en los últimos meses pude conectarme a la internet fue porque pude comprarle 30 horas a algunas de esas personas”, apuntó el bloguero.

Morales tiene una meta que sabe difícil, pero no irrealizable: “Vengo con muchas energías para continuar mi perfil profesional y tratar de hacer periodismo en Estados Unidos”.

Primer post escrito en EEUU: “Palabras del Recienvenido”

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