Washington dice no a los viajes de ferry a Cuba
El sueño de establecer un servicio de ferry entre Cuba y Estados Unidos parece alejarse para las compañías que aspiran a reestablecer los viajes marítimos de pasajeros por primera vez en cinco décadas.
“Actualmente no expedimos licencias para los servicios de ferry entre los Estados Unidos y Cuba”, dijo a CaféFuerte una portavoz de la Oficina de Control de Bienes y Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro. Al menos seis compañías han solicitado autorización, indicó.
La funcionaria salió al paso a una pregunta sobre las crecientes peticiones de licencias por parte de firmas estadounidenses para operar servicios de ferry a la isla.
Aunque la respuesta no fue catégorica para descartar que se conceda ese tipo de autorizaciones en el futuro, da un portazo a una inminente apertura del tráfico marítimo hacia la isla y marca el tono actual de las relaciones entre Washington y La Habana.
Funcionarios de la Casa Blanca han dicho en reiteradas ocasiones que hasta que el gobierno cubano no libere al contratista estadounidense Alan P. Gross no habrá mayor acercamiento entre las dos naciones. Gross fue detenido en La Habana el 3 de diciembre de 2009 bajo acusaciones de espionaje, pero aún no se le han formulado cargos.
Sin embargo, la situación diplomática no parece mermar el entusiasmo de las empresas interesadas en negocios en la isla. United Americas Shipping Services Inc, con sede en Miami, figuró en la lista de compañías que solicitaron este año una licencia al Departamento del Tesoro para operar un servicio de ferries.
“Como algunas otras [compañías] todavía estamos esperando la respuesta a nuestra solicitud de transportar pasajeros por vía marítima”, dijo a CaféFuerte Joseph Hinson, presidente de United Americas Shipping Services Inc. La firma es una subsidiaria de Unishipping SAS, radicada en París.
Un interés latente
Dos factores han contribuido a renovar el interés de los negocios marítimos con Cuba: el levantamiento de las restricciones a las visitas familiares desde Estados Unidos y la posibilidad de que el presidente Barack Obama flexibilice los viajes académicos, culturales, deportivos y turísticos a la isla. Al inicio del mandato de Obama, muchos apostaron por el levantamiento de la prohibición de viaje de los estadounidenses.
No obstante, esta última opción parece alejarse luego de que el Cámara de Representantes desestimó la discusión sobre el proyecto legislativo HR4645, que facilitaría los viajes de turistas estadounidenses y las ventas agrícolas a la isla.
Con un Congreso de mayoría republicana en los próximos dos años es improbable que se retome la discusión sobre el HR4645, o que el presidente Obama decrete una flexibilización para los intercambios con Cuba.
Ferries hasta 1962
Un servicio de ferry entre Cayo Hueso y La Habana operó sistemáticamente hasta 1962, cuando el embargo le puso fin.
Unishipping no es ajena a los negocios con Cuba. En el 2003, la compañía obtuvo permiso del Departamento del Comercio para enviar carga a Cuba. A partir de esa fecha transporta granos desde el puerto de Nueva Orleans a La Habana.
Su presidente ejecutivo, el empresario de origen tunecino Daniel Berrebi, es dueño de Baja Ferries, un servicio de ferries entre La Paz (Baja California Sur) y Topolobampo y Mazatlán, en México.
Berrebi calcula que un viaje en ferry entre Port Everglades (en Fort Lauderdale, a 20 minutos de Miami) y La Habana costaría menos de 200 dólares, incluyendo el equipaje. En recientes declaraciones a CubaNews, el empresario describió cómo sería la travesía: salida de Port Everglades a las ocho de la noche y llegada a La Habana a las ocho de la mañana: unas 12 horas en total.
Con más equipaje y el auto
Un viaje en ferry permite transportar más equipaje que en avión y cuesta más barato, con la ventaja adicional que los pasajeros pudieran llevar también sus automóviles para transitar en la isla.
Baja Ferries genera ingresos anuales de $100 millones de dólares, y transporta un cuarto de millón de pasajeros y tres millones de toneladas de carga anualmente, de acuerdo con Berrebi. Pero una incursión en el mercado cubano sería costosa.
“Creemos que el comercio con Cuba sería mucho mayor que este”, dijo Berrebi, quien ha estado en contacto con las autoridades cubanas y calcula que la inversión inicial sería de 100 millones de dólares. “No quiero llevar gente a Cuba en barcos viejos”.
Además de la inversión en las embarcaciones, el negocio implica gastos en infraestructura en los puertos cubanos, así como en controles de Aduana e Inmigración.
En el 2004, la compañía Yucatan Express, con sede en Tampa, solicitó una licencia a la OFAC para un servicio de transportación marítima entre esa ciudad floridana y el puerto cubano de Matanzas. Y en 2009, Florida Ferry International, del empresario cubanoamericano Armando Ruiz, también solicitó permiso. Ruiz calculó el costo de operar el negocio entre 300 mil y un millón de dólares al mes.